Kike Sanfiz: "Tenía las maletas hechas para irme fuera"
lll
17º-23º

Kike Sanfiz: "Tenía las maletas hechas para irme fuera"

El nuevo preparador físico del Liceo, procedente del mundo del fútbol, hizo los deberes para estrenarse sobre la pista
Kike Sanfiz: "Tenía las maletas hechas para irme fuera"
Kike Sanfiz | Carlota Blanco

Usuario

Es una de las caras nuevas del Liceo, aunque en su caso no vaya a estar sobre la pista, sino detrás de la valla, sentando en el banquillo al lado de Juan Copa. Kike Sanfiz (Fene, 1992) es el encargado de sustituir a Marc Godayol en la dirección de la preparación física del conjunto verdiblanco. Es su primera incursión en el hockey sobre patines ya que viene del mundo del fútbol, donde entrenó en las categorías inferiores del Deportivo y al Montañeros juvenil entre muchos otros. Pero tuvo clara su apuesta por el cambio desde el primer momento que la oferta llegó a sus manos pese a que tenía otros planes. “Cuando me llamaron tenía las maletas hechas para irme con una oferta de trabajo de fuera”, dice. No todos los días llama a tu puerta el club más laureado de Galicia. Aunque eso supusiera hacer deberes extra para ponerse al día. Tras una primera semana de trabajo, va intuyendo que la decisión ha sido acertada. Hay material, con unos jugadores entregados y el mejor maestro al lado. Hay ambición, con un equipo que lucha por todos los títulos. Y hay ilusión por lo que pueda deparar la temporada. “Muy contento con el grupo, con el cuerpo técnico... Muy contento en general”, resume Sanfiz, “la adaptación está siendo muy buena”.

 

 

Doctor en Ciencias del Deporte, Educación Física y Actividad Física Saludable por la UDC, su experiencia laboral se había desarrollado sobre todo en el fútbol y en diferentes puestos, desde entrenador hasta preparador físico y analista. Su último banquillo había sido el del Montañeros juvenil, con quien disputó la División de Honor, aunque fue cesado sin terminar la temporada. También pasó por las categorías inferiores del Dépor, del Porto y del Lugo. Precisamente, cuando estaba en el club blanquiazul, tuvo sus primeros contactos, aunque fueran casi fortuitos, con el Liceo. “Cuando íbamos a torneos internacionales y hacíamos escala en Barcelona, coincidíamos mucho con el Liceo en el aeropuerto y en los viajes”, recuerda.


Un club como el Liceo no necesita presentación. “Está claro la repercusión que tiene. Desde fuera se ve claramente. Pero desde dentro todavía más”, sostiene. Por eso cuando le llamaron le hicieron dar marcha atrás a todos sus planes. “La maleta ya estaba hecha para irme con una oferta que tenía fuera de aquí y con buenas condiciones la verdad”, insiste, “pero desde la primera vez que me reuní con Juan (Copa) y con Antón (Boedo) me transmitieron mucha ambición y muy buenas sensaciones”. Cambio de rumbo. “Después de la primera reunión ya me dije: ‘¡Uy!, lo tenías muy claro pero esto es inesperado y no contabas con ello, pero te puede atraer’. Y la verdad es que fue muy rápido, tomé la decisión en unos días, hice las gestiones y ya dispuesto a empezar”, repasa.

 

Diferencias


Una vez dado el paso, tocó sesión de vídeo para hincar los codos durante unas semanas e investigar sobre el nuevo deporte en el que se metía desde todos los puntos de vista, en especial el de la preparación física. “Cuando uno está metido en lo suyo, no le da para abarcar y controlarlo todo”, reconoce. “Rápidamente me puse partidos, entre ellos los del año pasado contra el Barça. Quería ver tanto la preparación física como la motricidad, un poco cómo se mueve el jugador para reconocer qué requerimientos puede tener, qué asimetrías, qué sobrecargas más habituales y qué necesidades puede tener en el día a día en su intervención, en su práctica deportiva”, apunta.


Sus primeras conclusiones fueron que ahora lidiaba con “un deporte con mucha intensidad, intermitente, donde hay mucha ida y vuelta, con esfuerzos muy cortos, pero de mucha intensidad”, algo que tenía que tener en cuenta a la hora de planificar la preparación. “Y además está el propio movimiento del patinaje, que hay que considerar a nivel de entrenamiento de fuerza, preventivo y compensatorio. Hay que ir ajustando todo”, valora. Muy diferente del fútbol. “Cada deporte tiene sus características y evidentemente es diferente en cuanto a la motricidad del propio deporte, en cómo son los jugadores y a nivel táctico, también porque el reglamento condiciona bastante”. 

 

 

Venir de otra disciplina también tiene su lado positivo ya que sus experiencias sobre el césped suman y puede que algunas de las estrategias o ejercicios que utilizaba en el fútbol, puedan adaptarse ahora al hockey y suponer una innovación. “Yo de hecho ya lo hacía en el fútbol, cogía cosas de otros deporte. Creo que es algo que suele pasar, se hacen cosas por tradición, porque se hacía así durante años. Y, a ver, evidentemente no vamos a inventar nada, pero todo lo que pueda aportar y traer del fútbol para el hockey sería una buena aportación y bienvenido sea”, propone Sanfiz.


Pese al cambio y las diferencias, no está teniendo problemas con la adaptación. “Es todo un poco lógica”, señala. “También tengo una formación bastante transversal y diferentes experiencias, también desde diferentes roles, de entrenador, de preparador físico, de analista. Entonces yo creo que me está ayudando también a ver un poco todo desde diferentes perspectivas”. Y si tiene algún problema, tiene al lado al considerado como mejor entrenador de la Liga. “Siempre se aprende de todos, pero si tengo la suerte de tenerlo aquí, mejor aún”. Aunque también le ayuda la sintonía del vestuario y tener a sus órdenes a unos jugadores entregados. “Es gente muy cercana que tiene muchas ganas de demostrar, de competir contra todos, con mucha ambición y que tiene muy claro que en el día a día hay que tener un compromiso. Eso simplifica mucho el trabajo diario”.

 

Supercopa 


La primera semana de pretemporada fue intensa, con las agujetas y dolores normales de retomar la actividad después de unas semanas de relajación y vacaciones relativas. “El cuerpo tiene que ir adaptándose a las exigencias y requerimientos”, afirma, aunque la mayoría de los jugadores también llegaban con los deberes hechos. “Gran parte de la plantilla empezó una semana antes a rodar y moverse por su cuenta”, desvela.


La intensidad irá creciendo. “Tendremos varias semanas de preparación para llegar al inicio del curso de la mejor manera posible. Y se irá gestionando cada semana para que no nos pasemos ni por arriba ni por abajo”, analiza. El calendario no se lo pone fácil porque el equipo necesita varios picos de forma a lo largo de la temporada para diferentes competiciones como Supercopa, Copa del Rey y Europa, y encima llegar bien a final de curso para el playoff. “Hay que tenerlo en cuenta y adaptarse”.


El primero ya es la Supercopa de España, que enfrenta al Liceo en las semifinales al Barça el 20 de septiembre. Un estreno por todo lo alto para Sanfiz. “Mejor”, se ríe, “con muchas ganas de que sea así”. Ya le han avisado de lo que supone el Clasico y cómo se vive: “Y también lo he visto por mi propia cuenta. Así que deseando que llegue el momento y comprobarlo desde dentro”.  

Kike Sanfiz: "Tenía las maletas hechas para irme fuera"

Te puede interesar