El pasado fin de semana concluyó la fase regular de la Liga Femenina 2 (LF2), con el ‘esperado’ descenso del Maristas, que no jugó esa última fecha –la suya de descanso tras quedarse la competición con 13 equipos– y dependía de terceros y/o una carambola que no se produjo. De tres equipos que acabaron con 9 victorias, sólo descendió el coruñés.
El futuro inmediato del equipo pasa por recuperar la plaza vía renuncia de otro club o vía permuta. Una opción que, habida cuenta de que todavía estamos en abril, no se presentaría hasta verano. Su técnico, Fernando Buendía, cuenta todos los avatares, que han sido muchos, de este curso.
¿Qué tal estáis tú y la plantilla?
Bueno, ya estaba más que asumido. Sí me dio un poco de rabia que el sábado hubo equipos (de los implicados en la lucha por la salvación) que no compitieran. Ellas se fueron antes de Semana Santa y la despedida fue más una cosa on line. Asumido pero fastidiadas y tristes.
¿Tenéis información acerca de alguna posible renuncia?
No, por ahora no hay nada. El club estaría interesado en caso de que la hubiera. Sabemos que en Liga Femenina está el caso de Tenerife, que está muy mal. Y hemos visto casos como el de Granada (RACA), que bajó a LF2 y a los dos meses desapareció.
Es muy habitual que haya clubes que están mal a día de hoy y que se aferran a cualquier cosa. Y falta también ver que los seis equipos que suban a LF2 puedan asumir el cambio económico. Es muy pronto para saber algo.
Hay equipos que han ascendido sin haberlo conseguido en la pista. ¿Se contempla la opción de un efecto dominó de varias categorías?
Realmente, la compra de plazas no es legal, sí lo es la permuta entre equipos, que puede ser a cambio de nada o de dinero; no estoy muy al tanto, pero cuando hay vacantes hay una serie de criterios deportivos que entran en juego. Nosotros somos un club muy pequeño y no creo que podamos acceder a una permuta poniendo dinero. Así que toca esperar y ser prudentes.
¿Ha hablado yael club contigo respecto al futuro?
Sin haber una reunión formal, me consta que el club está contento con el trabajo de este año, con la imagen... Son conscientes de que había muchas novedades, un equipo muy joven y hubo muchas dificultades. La idea es seguir apoyando el proyecto. Y está el hecho de que en las tres últimas jornada se haya llenado nuestro pabellón. A finales de semana nos sentaremos para hablar de todo.
¿En qué habéis fallado? Si es que lo habéis hecho, que los demás equipos también juegan y se han dado un buen puñado de cosas en vuestra contra...
Nos ha complicado mucho todo lo ocurrido. Sin lesiones, el equipo habría rascado más victorias. En el tema del calendario no entro, pero es cierto que no hubo suerte. Por ejemplo, nos tocó jugar con Unicaja cuando estaba en la mejor forma, no en las primeras jornadas cuando todavía eran ‘imberbes’.
Y creo que hemos fallado en el fichaje de la grande (la checa Eliska Stebetakova). Es cierto que no era nuestra primera opción y que teníamos muchas limitaciones económicas. Pero no acertamos, ni en la parte deportiva ni en la personal. Si bien es buena chica y su comportamiento fue bueno, en el momento en que vio que no era importante en el equipo, porque su rendimiento no se le permitía, tiró la toalla. Más que su nivel, me dio rabia que se rindiera en diciembre.
Nos obligó a cambiarla, a ir al mercado, pero no nos dio para fichar a una grande y en Navidades nos hicimos con una exterior (la macedonia Aleksandra Stojanovska). Aunque nos obligó a jugar sin grandes, aquí acertamos. Jugó muy bien y nos ayudó mucho. La primera opción era una grande, que iba a venir a probar, pero cuando tenía que venir, no vino..., y luego apareció en el Sevilla, donde fue determinante. Por ella paramos de mirar en el mercado. Me pasó algo parecido en EBA, cuando estaba en Carballo. Empiezo a pensar que soy gafe, que como soy del Depor arrastro el gafe del Depor (risas).
¿Hubo algún fallo puntual, o los resultados se ajustaron, más o menos, a la lógica?
Tengo tres partidos grabados en la mente, que no fueron como tenían que haber sido. Unicaja en casa, que teníamos que haber perdido pero no por tanto (49-77). Fue el único en que tiramos la toalla. Pero aprendimos de ello.
A nivel de ganar, hay dos partidos clave. Primero contra Unibasket en casa, que perdemos de dos (64-66), jugando con sólo 8 jugadoras –por las bajas–, fallando 6 tiros libres en los dos últimos minutos y perdiendo con un triple al final.
Y luego está el partido en León (64-60), que ganándolo nos hubiese salvado en la penúltima jornada. En el último minuto y medio, estando dos arriba, fallamos tres triples completamente liberados, y en el siguiente ataque nos meten uno a tabla. Eso nos bloqueó.
Por eso el análisis debe ser sosegado. Porque un tiro que entra no nos convierte en unos fenómenos y uno que no entra no nos convierte en una mierda. El año pasado, el Maristas ganó 10 partidos en 26 jornadas y se salvó a falta de mes y medio. Otro año se salvó con 7 en 26. Y este año bajamos con dos más en 24. La liga se fue poniendo muy cara.
¿Te atreves a ponerle una nota al equipo?
Por implicación y compromiso les doy un 10. Por la pista, un 6 o un 7, porque aunque corrimos bien y jugamos bonito, en momentos determinados teníamos que haber sido un poquito mejores atrás. Ser más duras, gastar más faltas, saber para el ritmo del rival... En global, le doy un notable.
Para terminar, ¿con qué palabra definirías la temporada?
Ilusión. Jugamos en todo momento con mucha ilusión de hacer bien las cosas.