Epifanio: "Queremos estar listos para todo"
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Epifanio: "Queremos estar listos para todo"

Epifanio: "Queremos estar listos para todo"
Diego Epifanio llegó el pasado verano al Leyma Coruña | Quintana

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Diego Epifanio (25 de mayo de 1978, Burgos) es el principal responsable de la racha histórica de victorias del Leyma Básquet Coruña.


El técnico insistió con una idea fija que, aunque costó implantarse en el equipo, logró que funcionase y ahora se están viendo los resultados.

 

El equipo ha experimentado una gran evolución desde el principio de la temporada. ¿Tuviste que cambiar la forma de entrenar para lograrla?
Yo tengo mi propia filosofía. Entiendo que los entrenadores tenemos que tener claras cuáles son nuestras ideas básicas de funcionamiento del día a día, del vestuario, de cómo queremos jugar en ataque o en defensa. Eso es importante. También lo es ir adaptándose al tipo de jugador que tengamos. Esa es la clave.


Cuando empezamos había muchas cosas nuevas. Yo mismo, muchos jugadores, incluso cuatro no conocían la liga... Eso necesita un proceso de adaptación. El equipo ha ido madurando en todo. Lo primero fue ser una piña en el vestuario, que era juntar a mucha gente de distintas edades y nacionalidades, y eso no es fácil. Los chicos siempre han puesto su grano de arena para sumar todos. 


Luego, a nivel deportivo, los jugadores tenían que entender la filosofía que nosotros queríamos que hiciesen. La evolución y el trabajo del día a día nos han permitido mejorar. Esa es una de las causas de todas las victorias que llegaron.

 

¿Tuviste dudas en esos primeros compases de la temporada?
No, para nada. Yo soy muy vehemente en intentar convencer a los chicos de cuál es la mejor idea. Mi experiencia me dice que, si conseguimos tener un vestuario unido y que sean solidarios defensivamente y compartan el balón en ataque, es fácil lograrlo. El problema está en saber cuando llegará ese momento. Hay que creer. También hay que ayudar a aquellos que tienen malos momentos. Hay jugadores que han tenido mejores y peores momentos, pero hay que intentar estar ahí. Eso no quiere decir que no haya que apretarles. Hay que ser muy exigente con ellos pero también hay que comprender la situación de cada uno.


Por mi forma de ser, yo necesito que todo el mundo trabaje. El trabajo, al final, te ayuda a ser mejor. En ese sentido, no tuve dudas. Es cierto que como entrenador siempre te planteas las cosas. Lo que que tengo claro es que no podemos venir aquí un lunes y lo que hemos hecho antes no vale. Lo que hay que hacer es, desde nuestro planteamiento inicial, ir construyendo para que cada uno entienda como hay que ir poniendo los ladrillos y porque los ponemos en un sentido y no en otro. Hay veces que no queda la pared como queremos, pues seguro, pero sería una pérdida de tiempo construirla y después tirarla los lunes por la borda.

 

Al final, esa confianza y esa insistencia en tu idea dio resultado.
Sí. Al final, los entrenadores necesitamos el trabajo de todos, desde el staff a los jugadores. El trabajo que están haciendo Román, Carlos, Gus, Edu y Bruno, es magnífico. Eso también se transmite a los jugadores. Ellos ven que todo el mundo va en la misma dirección, entonces se suben y quieren aportar y ayudar. Eso es la clave. Que todos quieran trabajar y que, en los malos momentos ve victorias no de trabajos porque éste siempre ha sido bueno, todos quieran ayudar y estén unidos en el vestuario, es muy importante. Hay que alabar eso.

 

Tenemos una plantilla con muchísimo talento

 

El Leyma Coruña se caracteriza por ser un equipo muy coral, ¿eso os da una ventaja respecto a vuestros rivales que dependen de un jugador?
Bueno, no sabría decirte. Esa es la forma en la que queremos jugar. Tenemos una plantilla en la que hay jugadores con muchísimo talento. En cada posición tenemos a dos jugadores con diferentes recursos. Además, se le suma de que puedan jugar en distintas posiciones. Entonces, lo que necesitábamos era conocernos y, al principio, pasamos por eso. Necesitabas ese proceso para conocer que hace bien cada uno o aquella faceta en la que necesita ayuda de otro compañero para mejorar. En ese sentido, era el camino que nos marcábamos y en el que estamos.

 

Por ejemplo, el Lleida dependía mucho de Michael Carrera y ahora lo ficharon para la ACB. ¿Les costará más?
Carrera era un jugador muy importante para ellos. Puede que les cueste pero el otro día, por ejemplo, compitieron muy bien y estuvieron a punto de ganar en Alicante. Es cierto que Carrera pues, el año pasado, era el MVP hasta que llegó Gasol (Marc). Este año lo mismo. Un jugador tan determinante tiene mucho peso pero, a veces, cuando sale un jugador tan importante del vestuario, el resto da un paso adelante y sacan los mismos resultados. Habrá que ver la evolución de Lleida. 


Sí que tengo claro que nosotros, si los once del primer equipo más los cuatro de EBA, dan lo mejor, no hace falta siempre ser el más destacado para que el conjunto rinda. Esa es la idea que todos hemos entendido. Al final, un día puede estar bien uno y si otro día está mal, necesitamos, como se ha visto en los últimos partidos, que otro compañero mantenga el nivel o lo eleve. Esa es la suerte que tenemos como equipo. Tenemos muy buenos jugadores que están dispuestos a sacrificarse por el colectivo y eso es de agradecer.

 

En el partido de la semana pasada contra Almansa costó bastante ganar. ¿Supo mejor la victoria?
Ganar fuera de casa siempre sabe bien (risas). Esta liga es muy competitiva y cuesta mucho ganar fuera de casa. Para nosotros, supuso una alegría. Dijimos: bueno, ahora tenemos un viaje de vuelta de 11 horas en autobus, vamos a viajar más a gusto con una victoria. También supo bien por cómo fue. Más que el resultado que siempre ayuda, lo bueno que se vio es que seguimos creyendo en las cosas que teníamos que hacer bien. El último partido, le tocó a otros jugadores que no estaban en el plan inicial pero, lo mejor, fue la alegría que hubo en los últimos minutos. 


La gente tiene que entender que los jugadores, de su rendimiento individual, viven para el año siguiente. Cuando tu ves que jugadores que ese día no han jugado bien o no están teniendo muchos minutos, se alegran de cuando se mete una canasta o roba un balón, se crea una química que es muy buena para estar a gusto en este proyecto.

 

Epi jugadores
Hay una gran comunión entre los jugadores y el staff técnico | Quintana

 

Eso que explicas pasó con Álex Hernández, que apenas estaba teniendo minutos, y jugó bastante. En cambio, Aleix Font y Djordje Simeunovic, acostumbrados a jugar más, apenas lo hicieron.
Lo bueno es que cada uno esté preparado cuando el equipo lo necesita. En ese sentido, los chicos se preparan mucho durante la semana para dar su mejor versión. Al final, el trabajo depende de cada uno, pero lo más complicado es cuando a alguien le va mal individualmente pero apuesta todo por que le vaya bien al colectivo, eso es de agradecer. Este año, este grupo, en ese sentido, es excelente.

 

¿Consideras que os tienen más respeto?
No lo sé, eso se lo tendrías que preguntar a los rivales (risas). Lo que sí sé es que esta liga es la más competida de los últimos años. Hay un gran nivel. Muchos equipos han subido el presupuesto y es muy díficil competir. Yo miro la clasificación y todos son ciudades históricas que han estado en ACB, incluso varios han ganado títulos... Yo creo que el esfuerzo económico que hace la directiva por este proyecto es muy grande. Entre los que lo integramos, somos conscientes de ello. También, somos conscientes de que somos el club que, baloncestísticamente, pueda tener menos nombre. El resto siempre han estado en una competición mayor o han tenido más repercusión. Este proyecto está poniendo piedras para intentar competir con ellos.
 

En ese disfrute de los momentos, está el récord histórico de victorias seguidas del club en ligas nacionales. ¿Qué importancia le dais?
Nosotros le damos mucha importancia a ganar. Da igual si venimos de una derrota o de varias victorias. Al final, dentro de nuestros objetivos como equipo era ganar el mayor número de partidos y hacer todo lo que esté en nuestra mano, ganar en cada partido que juguemos. Luego, hay muchos factores a tener en cuenta. 
Nosotros nos preparamos para ser el mejor equipo posible y, en ese desarrollo, intentar ganar el mayor número posible de partidos. Es verdad que, aunque nos queramos evadir, nuestro entorno nos recuerda que es el mejor récord de victorias. En ese sentido, nosotros solo pensamos en el siguiente.

 

Es muy importante que la gente venga al Palacio y nos apoye porque nos motiva mucho

 

Coincide que esta racha llega con un aumento de los aficionados en los partidos. ¿Esa situación os motiva?
Yo creo que, a los jugadores, el hecho de tener gente en la grada que te anima y que, en los momentos malos, te apoyan es muy importante. El hecho de llegar a Ourense, por ejemplo, y ver que 100 personas fueron a animar al equipo ayuda mucho. Les da más fuerza y sacas ese último esfuerzo que, en otra situación, no darían o no podrían dar. 


Para nosotros es muy importante que la gente venga al Palacio y que nos apoye en los desplazamientos, porque nos da un plus como equipo. Ojalá siga viniendo más gente, se lo pasen bien y que, digan, a pesar del resultado que lo dimos todo y se sienten orgullosos.

 

¿Este equipo tiene techo?
Atou es el más alto (risas). Fuera de bromas, no lo sé. Tampoco nos tenemos que poner límites como equipo. Tenemos que pelear cada día. Nos da igual el rival. Respetamos mucho a cada equipo que tenemos enfrente pero queremos dar lo máximo y ya veremos a donde llegamos. Cuando llegue una derrota, ya veremos como lo gestionamos. Evidentemente queremos ganar, pero nos tenemos que preparar cualquier escenario. No podemos bajar el pie. Tenemos que seguir dando lo mejor de cada uno. Ahora, siguiente partido, que jugamos en casa, pues tenemos que hacer disfrutar a nuestros aficionados, dar nuestra mejor versión e intentar ganar. Luego, ya veremos que pasa.

 

¿Tenéis ese ánimo de venganza contra Oviedo, Andorra y Palencia por como llegaron esas derrotas?
No. Aquí no hay revanchismos. Lo que queremos es ganar. Esos tres equipos tienen que pasar por el Palacio y ojalá seamos capaces de ganarles. Es cierto que dos de esos equipos son los mejores de la liga. Cuando llegue el partido, pensaremos en dar nuestra mejor versión. Ahora solo nos importa Oviedo. No por el hecho de que nos hayan ganado, sino porque vienen de hacer las cosas muy bien con dos victorias en tres partidos. Tienen buenos jugadores y ahora tienen un 'feeling' mejor en el campo. Solo nos preocupa en ganar el siguiente partido, sin importar el rival. Tenemos el máximo respeto por cada uno de ellos y para ganar tenemos que trabajar concienzudamente para intentar ganar.

 

¿Es factible llegar a esa segunda posición?
Nosotros vamos a ir paso a paso. Vamos a intentar ganar el mayor número de partidos. Sabemos que no dependemos de nosotros mismos para ninguna posición. Lo que tenemos que hacer es ganar el mayor número de partidos y luego ya veremos lo que hacen los rivales. No nos preocupa. Nosotros queremos construir e intentar tener soluciones para cada partido. Queremos mejorar y corregir las cosas que hayamos podido hacer mal en cada partido, sin importar el resultado. Nosotros queremos estar preparados para lo que pueda pasar y ser conscientes de que, sin renunciar a nada, tenemos que dar el máximo. 

 

Me quedan muchos sueños por cumplir

 

Diego Epifanio también respondió alguna pregunta más personal sobre su vida en la ciudad de A Coruña y cómo está siendo su adaptación al Leyma Básquet Coruña.

 

¿Cómo te definirías?

Eso es muy difícil. Es más fácil que lo haga otra persona. Hablar de uno es complicado. Diría que me gusta mucho mi trabajo. Soy honesto con mi entorno y con mi familia. Me gusta disfrutar de cada cosa que hago.

 

Se te ve muy feliz aquí, en Coruña.
Estoy muy a gusto. Desde el primer día, el club ha hecho infinitos esfuerzos por que esté bien y mi adaptación fuese lo más rápido posible. Mi staff trabaja fenomenal. Le dedican muchísimas horas tanto al estudio del rival como a la preparación de los jugadores. A nivel profesional, estoy encantado.

 

¿Y a nivel personal?
El único pero es que tengo a mi mujer y a mis hijos lejos y eso se hace duro. Cuando estás trabajando, focalizas todo el rato en hacer lo mejor para que nos vayan bien a todos. Lo peor son los ratos muertos que, cuando no tienes ni a la familia ni a los amigos cerca, se hacen más duros.

 

Has estado en muchos clubes, ¿qué tiene el Básquet Coruña que no tengan otros?
El primer contacto que yo tuve con el Básquet Coruña, en verano, me transmitió mucha ilusión y ganas. Eso es básico. También la gente del club me transmitió muchas ganas de que yo fuese el entrenador y de que iba a tener espacio para la toma de decisiones para hacer mi trabajo. Eso, como profesional, es muy importante. Eso Coruña me los está ofreciendo, o al menos el club. Todos están haciendo todo lo posible por que yo esté a gusto.

 

¿Qué es lo que más te gusta de la vida?
Mi mujer y mis hijos. Es lo que más me gusta. Una vez que no puedo disfrutar con ellos, creo que Coruña, como ciudad, está muy bien. Sale muchas más veces el sol de lo que yo pensaba (risas). Es un sitio bastante alegre. Como club, que hay muchas ganas de dar pasitos para ser mejores.

 

¿Hay algo que cambiarías del club?
Cambiaría la instalación. Lo dije en su momento. No es un ataque personal a nadie porque aquí nos sentimos muy a gusto. Yo creo que todo el mundo, desde el ayuntamiento hasta los empleados, hacen todo lo que pueden para que nos sintamos bien.

 

¿Un sueño por cumplir? 
Me quedan muchos sueños por cumplir. Tengo la suerte de que la vida me ha dado muchas cosas. Más que quedarme sueños por cumplir, me queda seguir trabajando y disfrutando. Me gusta mucho mi trabajo y disfruto mucho de los míos. Ojalá pueda seguir compatibilizando las dos cosas. Sería lo mejor. 

Epifanio: "Queremos estar listos para todo"

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