Unos vienen y otros van, pero en la élite se mantiene, como una constante desde 2019, Carlos Arévalo. El piragüismo de Betanzos lidera el siempre potente equipo español que desde hoy y hasta el domingo compite en el Campeonato de Europa en Racice (República Checa). A sus 31 años, y después de dos medallas olímpicas, sigue teniendo hambre de éxitos y lo demuestra que no solo no se ha bajado del barco, sino que sube su apuesta y opta al doblete continental en el K1 200 metros y con el renovado K4 500. No es ningún órdago. Ya fue doble campeón del mundo en 2022 y en la clásica Copa del Mundo de Szeged de hace un mes rozó el doble podio con un bronce en la prueba individual y la cuarta plaza en la de equipos. Aquí, además, tendrá mejor calendario que en Hungría, con menos pruebas concentradas. Una ocasión para seguir ampliando su palmarés y también coger impulso para el segundo objetivo del curso: el Campeonato del Mundo, que será en Milán (Italia) del 20 al 24 de agosto.
Le tocará una primera mañana ajetreada, con las eliminatorias de las dos pruebas. Primero, a las 11.32 horas las del K1. Para ahorrarse fases intermedias, acabar entre los tres primeros le clasifica directamente para la final que será el domingo a las 10.46 horas. En el K4 sucede algo similar. Afronta la primera criba a las 12.35 horas en una exigente serie que comparte con dos de las favoritas, como son Alemania y Hungría. Pero si el betanceiro y sus compañeros acaban la carrera entre los tres primeros obtendrán el pase directo a la lucha por las medallas, que será mañana a las 12.05 horas.
Con una plata en Tokio 2020 y un bronce el pasado verano en París 2024, así como dos oros y una plata mundiales, la cita continental es la que más se le resiste a Carlos Arévalo, con el oro en los Juegos Europeos de 2023 como único botín hasta el momento.
El K4 500 es de hace un lustro una de las pruebas estrella del piragüismo español. Y lo fue con una tripulación fija en la que lo único que se movía era la segunda y tercera posición de sus integrantes en un barco en el que iba Saúl Craviotto de marca, Rodrigo Germade al final y en el medio, Carlos Arévalo y Marcus Cooper, no siempre en este orden. Ahora los dos primeros no están, aunque por diferentes motivos.
Craviotto se ha tomado un tiempo para decidir su futuro y Germade no se clasificó. Cooper será el siguiente, ya que ha hecho pública su intención de centrarse en nuevos retos (K1 1.000 y K2 500). De momento se mantiene para la cita continental junto a Adrián del Río y Álex Graneri. Aires de cambio y prueba de fuego para un embarcación a la que han puesto muy alto el listón de exigencia.