Diego Epifanio: "Las canastas se guardan en vídeo, pero los detalles humanos se guardan en el corazón"
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Diego Epifanio: "Las canastas se guardan en vídeo, pero los detalles humanos se guardan en el corazón"

El entrenador del Básquet Coruña comparece visiblemente emocionado en la sala de prensa del Coliseum tras el último partido de la temporada
Diego Epifanio: "Las canastas se guardan en vídeo, pero los detalles humanos se guardan en el corazón"
Diego Epifanio se despide de la afición | Carlota Blanco

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El Diego Epifanio más emocional se lleva la mano al corazón. Corresponde a una grada entregada. “Epi quédate, Epi quédate”, resuena el Coliseum. El entrenador se abraza con los jugadores, sus compañeros en el cuerpo técnico y el director deportivo, también con los trabajadores del club que se encuentran a pie de pista y con el presidente saliente, Roberto Cibeira, y su junta directiva y con el mandatario actual, Pablo de Amallo. Se respira un cierto aroma a despedida. También en la sala de prensa. Afloran los sentimientos y la comparecencia acaba entre lágrimas, risas y aplausos cómplices, pero el entrenador que llevó al Básquet Coruña al ascenso no suelta prenda. Tiene contrato para la próxima temporada y se deshace en elogios hacia la directiva que le fichó y el Consejo de Aministración actual. Epi no tiene el cuerpo para analizar el partido ni pensar en el futuro. “¿Debo aceptar preguntas?”, lanza con su habitual sorna.
 

“Los chicos se han dejado el alma, como toda la temporada y se merecían esa ovación. Es el reflejo de lo que ha sido la comunión del equipo con la afición. Es muy emocionante para los que estamos aquí desde hace tres años y hemos vivido tantas cosas juntos. Tristemente se pone fin a nuestra andadura en la Liga Endesa, pero lo que no se ha perdido es esa unión entre el vestuario y la grada”, valora el entrenador burgalés, que se resta mérito y realza la importancia del colectivo en el crecimiento de la masa social.

 


 

“Esto es un trabajo de pico y pala de mucha gente. La anterior directiva hizo un trabajo magnífico. Nos lo pusieron muy fácil. Yo llegué a un sitio donde hacían las cosas muy bien. He tenido la suerte de ser entrenador cuando este proyecto tocaba la cúspide. Ha sido muy fácil y ha sido un honor”, celebra Epifanio, que descarta hacer comentarios sobre su futuro más inmediato en el club. “La hoja de ruta es ver si acabo esto sin llorar, luego darme una ducha y después tendremos que ir a cenar o algo”, bromea el técnico. 
 

“Ahora toca desconectar un poco, no soy yo el que deba hacer un análisis en caliente, ni buscar un culpable o lanzar reproches a nadie. Hemos sido una familia increíble y hemos disfrutado mucho lo que hemos vivido estos tres años, pero esta vez la pelotita naranja no nos ha ayudado”, simplifica el técnico que se remite a su vinculación contractual por una temporada más con el Básquet Coruña ante la insistencia de las preguntas.
 

“Tengo contrato y tengo una relación personal extraordinaria con la directiva anterior, pero a la directiva actual le debemos muchísimo, porque cuando aquí no ganábamos y eran momentos malos para todos, Pablo [De Amallo, presidente] y Miguel [Valín, vicepresidente] me aguantaron en el puesto, y eso es mucho de agradecer. En este business es muy difícil creer en el trabajo cuando no ganas”, arguye.

 

 

“La anterior directiva creyó mucho en mí y me dio todo lo que les pedí cuando en el primer año nos quedamos fuera de la Final Four. Y esta directiva que ha entrado nueva me ha dado mucha confianza. Hemos tenido mucho desgaste porque es más fácil digerir las victorias que las derrotas y el estado anímico influye mucho en la gente y en el entorno. Han pasado muchas cosas que nos han desgastado a todos, pero la directiva me ha demostrado mucho a nivel personal y profesional. Creo que no tienen un papel fácil”, avisa el entrenador, que anticipa un cambio de dinámica en el estatus y las aspiraciones del club la próxima campaña en Primera FEB.
 

“Cuando llegué aquí, el Básquet Coruña nunca había conseguido el ascenso. Los que trabajamos tuvimos mucha suerte de no tener esa losa de la exigencia; era más bien la autoexigencia de los chicos y del staff. Una vez que la gente ha visto lo que es esto, la directiva va a tener mucha presión. Los aficionados deben darle una oportunidad al proyecto. Les pido que vuelvan a renovar. Cualquiera que ha venido aquí ha flipado con el ambiente que ha habido”, lanza Epi, que acaba su comparecencia con un agradecimiento eterno para sus compañeros en el cuerpo técnico y los jugadores.
 

"Tuve la suerte de trabajar con un staff increíble: más raros y aburridos que el copón, pero brutales... Que os quiero", lanza visiblemente emocionado. "Normalmente, en los proyectos, el entrenador es un divo, es quien sale en la prensa y se lleva los elogios. Los jugadores, otros divos. Pero el éxito del año pasado fue que los jugadores estaban dispuestos a hacer cualquier cosa por ganar. Y tengo que agradecer, ahora que veo a Álex [Hernández, el capitán] aquí [presente en la rueda de prensa], que eso es lo que queda para siempre. Las canastas se guardan en vídeo, pero los detalles humanos se guardan aquí", zanja señalándose el corazón.

Diego Epifanio: "Las canastas se guardan en vídeo, pero los detalles humanos se guardan en el corazón"

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