Dava Torres, el ‘míster catering’ del Liceo
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Dava Torres, el ‘míster catering’ del Liceo

El capitán verdiblanco terminó la fase regular de la Liga como líder en el apartado de asistencias: “Ahora tengo un rol más de creación y me encanta”
Dava Torres, el ‘míster catering’ del Liceo
Dava Torres, con una bandeja de camarera con una bola de hockey | PEDRO PUIG

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Los que marcan se llevan inevitablemente todos los focos. Pero muchas veces, la mayoría de ellas, los goles no se fabrican solos. “Si eres delantero y no tienes alguien que te nutra, es muy difícil”, reflexiona Dava Torres. Porque esa ha sido una de sus principales funciones esta temporada, que cerró su fase regular el pasado fin de semana con el verdiblanco como máximo asistente de la OK Liga según las estadísticas de la Federación Española de Patinaje. El coruñés sirve bolas en bandeja a sus compañeros y está encantando con su nuevo rol, más creador, menos finalizador, que en realidad es una evolución natural en su juego. Y no duda sobre qué elegiría entre dar o meter el gol para levantar la Liga en el playoff que empieza la próxima semana: “Lo que quiero es ganarla. Como si estoy en el banquillo”.


“Yo empecé en sénior siendo delantero de área rematador”, recuerda Torres sobre aquellos primeros años en el Cerceda, después en el Vic y los inicios en el Liceo. “Empezó un verano que fui con la selección y Catxo (Ordeig) me puso de delantero diciéndome literalmente ‘tú, Torres, no molestes’. Y ahí después me coge Juan (Copa) y me pone también de delantero porque me peleaba mucho, era muy enérgico, muy peleón y muy pesado. Pero eso fue ya hace 15 ó 14 años”, continúa. Y en este tiempo ha vivido una gran evolución para asumir otro tipo de responsabilidades. “Ahora estoy en un rol más de creación”, reconoce, “los dos últimos años he buscado mucho más dar ese último pase y lo disfruto mogollón, me encanta y creo que se me da bien, casi celebro más las asistencias que los goles”

 

 

El haber estado del otro lado cree que precisamente le facilita mucho el trabajo. “Me ayuda mucho a leer qué puede pasar o qué le puede venir bien al delantero. Creo que ese rol invertido hace que sea un poco más fácil”, valora y habla de alguno de esos jugadores que le nutrieron de bolas a lo largo de su carrera y en los que ahora se inspira. “En la época del Cerceda, José Ramón y Payero me dieron muchos pases. Después, cuando me fui a Vic, teníamos a Mia (Ordeig) y Romà (Bancells), que nos daban unas asistencias increíbles. Después aquí, en el Liceo, con Sergi Miras, Roberto di Benedetto, Álex Rodríguez... Hay grandes jugadores que quizás no salen tanto en los highlights, pero el que sabe entiende de su importancia. Y ya no solo el que da el pase, también está el que limpia el espacio... El deporte es muy completo”. 


Por eso no le da demasiada importancia al hecho de haber bajado sus números goleadores, 12 en Liga, 21 entre todas las competiciones, en detrimento de ayudar desde otras partes de la pista. “Los roles no se imponen. Ahora rematas, mañana das pases. Es una evolución”, incide aunque también analiza que nunca sintió que encajara en una definición clásica de ninguna posición. “Siento que yo soy un jugador un poco raro. Nunca he sido ese delantero único como Pablo Álvarez, Toni Pérez, Carlo di Benedetto... Creo que me he ido adaptando a lo que necesitaba el equipo. Unos años más pichichi, otro más creativo. Lo importante es pasarlo bien”.

 

Conexión ‘koruña’


Su mejor asociación es con César Carballeira, porque llevan tantos años juntos que se entienden a la perfección. “Tenemos esa asociación, él también me da pases a mí, de hecho el domingo contra el Voltregà el gol que meto es a pase de él”, dice y estima que al otro jugador que ha dado más pases de gol es a Arnau Xaus, el pichichi liceísta de la temporada con 23 tantos en Liga, 29 en total. “Pero no es una cuestión de preferencias sino de buscar la que me parece la mejor opción para cada momento”, apunta.


Admite que tanto él como Carballeira se “forraron” el año pasado a marcar goles en combinación y que ahora las defensas les siguen más de cerca y también los rivales les tienen más estudiados. “Tampoco es que sea la jugada más elaborada del mundo”, se ríe, “es un 2 contra 2 y buscamos generar una superioridad en algún punto y hay bastantes situaciones en las que lo conseguimos, unas acaban en goles y otras no”. Aunque espera que cada vez se vayan sumando más compañeros a esta conexión de los capitanes koruños. “Si viene un tercero a ayudar, conseguimos otras ventajas. Hay que meterlo en el sistema e intentar sacar provecho de esta asociación”, señala.

 

Gol 285


Torres destaca este año por las asistencias, pero sigue marcando goles. De hecho, empezó la temporada superando en la lista de goleadores históricos del Liceo a Facundo Salinas y con el tanto marcado contra el Voltregà llegó a 285 con la camiseta verdiblanca para igualar a Roberto Roldán y ponerse quinto. “Es espectacular. Estoy pasando a nombres en los que siempre me había fijado: Pablito, Carlos López, Salinas.. Quizás Roldán suene menos, pero he visto vídeos históricos y era un animal. Tenía un poderío físico increíble. Tengo un gol marcado, que la mete de cuchara. Yo soy bastante friki, no lo escondo. Y desde luego que mi nombre se esté poniendo en una lista con estos mitos me parece espectacular”, reconoce. 

 

 

 

El siguiente que tiene por delante es Fernando Pujalte, con 300, que fue su entrenando en el Vic y que hace unos meses ya bromeaba en estas páginas con que él se dedicaba a otras cosas, no solo a marcar goles. “Son excusas de veteranos”, responde Torres también entre risas, “les tengo un respeto increíble y les dejo que saquen el codo mientras les adelanto”. Además, ahora también le puede decir que ha cambiado su posición. “Pero eso lo dejo para cuando le adelante”, sigue, haciendo cálculos si le da para marcar esos 15 goles en los playoffs. “No es un objetivo en sí... pero ojalá que le pueda coger. No solo para meterme con él. Sino porque eso significará que sigo en el Liceo y que sigo ayudando al equipo”. 

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