El Básquet Coruña sigue rompiendo con su pasado más reciente: Alex Hernández, capitán de la plantilla en las tres últimas temporadas, no sigue en el club presidido por Pablo de Amallo. Al menos como jugador, ya que la entidad le ha ofrecido la opción de continuar pero alejado de la cancha.
Hernández (Murcia, 1990) está actualmente en el dique seco a causa de una intervención quirúrgica en la muñeca izquierda –la menos buena–, a la que se sometió podo después de finalizar la temporada de debut en la ACB, cuyo tramo final lo afrontó ya con la articulación dañada, aunque ello no le impidió seguir entrenando y pasando en el parqué los pocos minutos que le otorgó Diego Epifanio.
Una muestra más, por si alguien tenía dudas, del compromiso de un enamorado del baloncesto. Y otra más: en una entrevista concedida recientemente a este diario, Alex Hernández subrayó, al sugerirle si su carrera estab cercana al final, que “me lesioné como jugador y quiero recuperarme como jugador”.
Aunque el técnico burgalés le dio muy poca cancha en las dos últimas temporas siempre ha tenido al base murciano en un pedestal. Son innumerables la entrevistas, ruedas de prensa y similares en las que ha puesto al capitán Hernández como ejemplo de profesional y de persona.
Y lo mismo sus compañeros, tanto los homólogos como los que juegan en otras posiciones.
Formado en la base del CB San José de la Vega y del CB Murcia, con 15 años fue reclutado por el Barça, en cuya cantera estuvo entre 2006 y 2008. El técnico del primer equipo, Dusko Ivanovic, le hizo debutar con los seniors en la Supercopa de 2007. Un més después de dio la alternativa en la ACB. Un minuto en un partido contra el Bilbao Basket.
El primero de los 2.998 que ha disputado en la máxima categoría, repartidos en siete temporadas, la seis primeras con la camiseta del Manresa; la otra, con el equipo del que se despide con un mensaje en sus redes sociales.
Una despedida que, asegura “no es un adiós, porque siempre me sentiré parte de esta familia”, antes de dar las gracias a todo el personal del club en sus cuatro temporadas defendiendo el escudo de la Torre de Hércules y a una afición que siempre le ha tenido un cariño especial.
“Mi familia y yo tenemos claro que involucrarnos en este proyecto y vestir esta camiseta ha sido una de las mejores decisiones de nuestra vida. Ha sido un inmenso honor ser capitán de este equipo. Os asnimo a seguir apoyando este proyecto; mi familia y yo olo haremos SIEMPRE”, agrega Hernández, quien remata indicando que “pondré toda mi energía y esfuerzo en recuperarme de esta lesión para poder seguir disfrutando del baloncesto cuanto antes”.
El base llegó al Básquet Coruña el verano de 2021, procedente del Real Murcia, equipo que la temporada predecente se había salvado casi de milagro de descender a Seguinda FEB (entonces LEB Plata): con un triple en el último segundo en la pista del Ourense.
Su primera campaña de naranja fue también la más productiva. El murciano compartió la dirección del conjunto entrenado por Sergio García con una leyenda del Básquet Coruña, un zach Monaghan en las antípodas baloncestísticas de Hernández, quien promedió 7,2 puntos, 2,5 rebotes, 3,8 asistencias y 9,3 créditos de valoración en 24 partidos de la fase regular y 21 minutos de media en cancha.
En la segunda, la primera con Epi al timón, su carrera se torció al igual que el ligamento cruzado de la rodilla derecha, en un partido en Palencia. Solo pudo jugar 14 partidos, con 1,9 tantos, 1,0 rechaces y 1,7 asistencias. En la del ascenso tampoco tuvo demasiado protagonismo: siete minutos de media y 2,4 puntos y 1,8 como aportación. Eso sí, se resarció levantando el trofeo de último campeón de la LEB Oro.
En su regreso a la ACB, tocavía menos participación. La alta exigencia, los problemas de lesiones –el propio y los ajenos–, los movimientos en la plantilla y la sobrepoblación en su puesto le dejaron con un magro concurso de seis partidos disputados y una media en cancha de apenas cuatro minutos.
En palabras de Pablo de Amallo, “Alex ha sido un excelente capitán, un inmejorable modelo para la cantera y la afición, siempre ha defendido nuestro escudo con enorme entrega y encarna a la perfección los valores del club, por lo que deseamos poder seguir contando con él en un futuro no muy lejano”.
Su salida, la décimo cuarta hasta la fecha, deja ya únicamente dos incógnitas respecto a la histórica plantilla 2024-25: Beqa Burjanadze y Aleix Font, los únicos que vistieron de naranja de los cuales no sabe nada acerca de su futuro. Tanto el georgiano como el barcelonés son Jugadores de Formación Local –los populares cupos–, por lo cual deberían de sobrarles ofertas. Incluida la de seguir en A Coruña.