Alicia: “Los centímetros que me faltan, me sobran de trastornada”
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Alicia: “Los centímetros que me faltan, me sobran de trastornada”

Alicia: “Los centímetros que me faltan, me sobran de trastornada”
Alicia conduce el oval durante un partido de esta temporada | Alberto Segade

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Alicia San Martín Alonso (Ferrol, 1994) es la talonadora del CRAT Residencia Rialta. Incrustada entre las dos pilares, sobre su pequeño cuerpo (1,65m y 70kg) soporta los miles de newtons que generan las delanteras de los dos equipos al chocar una contra otra en la melé. “Los centímetros que me faltan, me sobran de trastornada mental”, ríe.

 

Ferrolana de nacimiento, se crió en el barrio coruñés de Los Rosales y el pasado sábado anotó los primeros puntos en la crucial victoria contra Complutense Cisneros (45-24). “Ese primer ensayo fue una metáfora perfecta de lo que fue el partido. Yo posé el oval, pero empujamos todas. Sin mis compañeras no lo hubiese conseguido”, reconoce.

 

Ali dejó el coro de la Sinfónica cuando se enamoró del rugby. Graduada en Veterinaria, compagina el deporte oval con un máster en Seguridad Alimentaria y lo que surja en el ámbito laboral: “Mis entrenos empiezan a las 7.30 y acaban a las 22.30 o las 23 horas. Somos deportistas de alto nivel, pero rechazamos trabajos o perdemos dinero para jugar. El mérito no nos da de comer”, asume la número '2', que atiende la llamada de este diario para hablar de rugby y deporte femenino en el Día de la Mujer.

 

Discriminación
 

“Ni es rugby ni es femenino”, “te tiras al entrenador” o “algo haréis además de jugar” son algunas de las ordinarieces que ha tenido que escuchar la coruñesa desde el primer día que se calzó las botas con el Muralla de Lugo. “He sufrido discriminación sexual hasta hoy”, insiste Ali, que anima a “toda esa gente con pensamientos obsoletos y rancios a que se vengan algún día a Elviña para tirar esos prejuicios abajo. Están dejando de lado a más de la mitad de la población por una cuestión social o de educación”.

 

La talonadora del CRAT lamenta que “el deporte femenino estará siempre herido”, aunque reconoce que “nosotras somos unas privilegiadas, estamos amparadas por nuestro club y las instituciones”, una realidad que por desgracia no todas pueden contar: “Hay infinidad de mujeres que no pueden disfrutar de su pasión por el yugo sexista. Es una lacra”.

 

Alicia recuerda que cuando se inició en el deporte oval “no había referentes, por entonces empezaba a sonar Patricia García (internacional ya retirada)” y fue en sus viajes a Reino Unido cuando descubrió la historia del rugby femenino: “Allí se vive mucho más, está mejor documentado y hasta me di cuenta de que hubo un Mundial femenino en España (2002), algo que poca gente sabe por aquí”, detalla.

 

Buen resultado, mejores sensaciones

 

El triunfo contra Cisneros relanzó al CRAT en la lucha para jugar los ‘playoffs’ por el título de la Liga Iberdrola y alejó los fantasmas del descenso. Con tres partidos para el final de la fase regular, el equipo coruñés es quinto solo un punto por debajo de la cuarta plaza que ocupa el Eibar y 12 por encima del colista. “Esta liga es así de loca. En una jornada puedes pasar de jugar por el descenso a meterte en la lucha por los ‘playoffs’. Nuestro objetivo siempre fue llegar lo más arriba posible”, destaca Alicia, que le concede más importancia a las sensaciones sobre el campo que al resultado.

 

“Los puntos y el bonus son muy importantes para la clasificación, pero las sensaciones lo son más. No habíamos tenido unas sensaciones así desde el primer partido contra Sant Cugat. Cuajó todo, salieron las cosas que llevamos entrenando toda la temporada y desplegamos un rugby fantástico”, celebra.

 

La coruñesa reconoce que el equipo pasó por “momentos de bloqueo mental” en varios partidos, pero confía en que la victoria contra Cisneros sirva como "un punto inflexión, quizá demasiado tarde, pero importantísimo porque tenemos tres finales por delante”,  la primera este mismo sábado contra el líder, el Cocos de Sevilla (16.00 horas en Elviña).

 

Talonadora, una posición  de riesgo

 

Alicia empezó su carrera como rugbier en la tres cuartos, concretamente de centro, “pero llegué a jugar en todas las posiciones, del 1 al 15, tengo todas las piezas del puzle”, ríe. Y desde la pasada temporada ejerce de talonadora, “un puesto muy relevante tanto a nivel técnico como táctico”.

 

La número ‘2’ del CRAT es la encargada de lanzar el oval en las ‘touches’ –“tengo que estar muy pendiente de las saltadoras y las levantadoras”, admite–, un movimiento que practica antes de cada entrenamiento: “Es como un tiro a la diana. Voy todos los días a lanzar contra los palos de la ‘H’. Es algo tan necesario para mí como ir al gimasio”, desvela.

 

En la melé soporta las embestidas de sus compañeras y también de las rivales. “Es muy duro y sientes mucha presión, literal y metafórica porque implica mucha responsabilidad, no puedes fallar y te puedes hacer daño, pero he conseguido aprender a gozarla. Es una sensación que recomiendo probar a todo el mundo, como la de saltar en paracaídas. Supongo que es vocacional”, ríe Ali, que ha encontrado su vocación. Es la loca más cuerda del CRAT Residencia Rialta.

Alicia: “Los centímetros que me faltan, me sobran de trastornada”

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