El lento goteo de fichajes en las dos últimas semanas, con el desconocido –y puesto en entredicho por el pueblo soberano– pívot angoleño Braz Macachi como única incorporación en ese lapso de tiempo, ha hecho que la afición del Básquet Coruña debata en las redes sociales acerca de los –supuestamente– dos jugadores que necesita para completar la plantilla.

Los tiros apuntan mayormente a un pívot y un alero, con un base como tercera opción. Un director de juego que ocuparía esa misma tercera plaza en una rotación que encabezarán –Carles Marco decidirá el orden– Caio Pacheco y Dídac Cuevas.

Un puesto muy bien cubierto, no solo con el internacional brasileño y el jugador catalán, ya que uno de los escoltas, el estadounidense Paul Jorgensen, puede actuar al ‘1’ con plenas garantías.

En lo tocante al interior, la petición no es de un ‘5’ de rotación, sino del titular en el poste, toda vez que parece no haber confianza ni en Macachi ni en Abdou Thiam para ser el principal referente en la pintura.

Los más codiciados

En días pasados, antes de la contratación del internacional angoleño, salió a la palestra el nombre de Gyorgy Goloman. El internacional sí presenta el perfil demandado por la afición. La pasada campaña promedió 9,1 puntos y 3,1 rebotes en el San Pablo Burgos, con el que ganó la Copa de España y logró el ascenso directo. 
Otro pieza altamente codiciada es un ex de la casa, Lottana Nwogbo, la pasada campaña en el Fuenlabrada, aunque al nigeriano se le ha situado últimamente en la órbita del Estudiantes.

Otros centers interesantes de la Primera FEB 2024-25 que todavía están sin contrato son Dejan Kravic (9,5 tantos y 6,6 rechaces con el Obradoiro), Mus Barro (8,4 y 5,0 con el Estudiantes), Marko Lukovic (10,7 y 4,3 con el Menorca), Ben Krikke (11,5 y 4,0 con el Ourense), Brooks de Bischop (7,3 y 4,9 con el Betis), Vasilije Vucetic (8,9 y 5,6 con el Real Valladolid) y el, posiblemente, mejor de la lista, Luke Fischer (10,5 y 5,5 con el San Pablo).

De un nivel algo más bajo andan sueltos Viny Okouo (6,7 y 4,6 con el Castelló), el rocoso Jonathan Kasibabu (4,4 y 3,6 con el Betis), Lucas N’Guessan (6,8 y 3,5 con el Gipuzkoa) y el talentoso pero problemático Shemar Wilson, quien en su paso por Valladolid (9,3 y 6,9) dio casi más que hablar fuera que dentro de la pista (busquen en internet el estado en que estaba su piso cuando llegaron se presentaron limpiarlo).

Opción cesión

El fichaje de Izan Almansa por el Real Madrid, donde no tiene pinta de quedarse este curso, seguramente abra una puja entre clubes que aspiren a tenerle cedido. Un recién descendido de ACB, con dinero y mucha ambición, es una plaza muy suculenta.  

El abanico de aleros todavía sin equipo es algo más pequeño. Destacan Dino Radoncic (9,1 puntos y 5,8 rebotes con el Betis, cuya condición de cupo seguramente le otorgue un nueva oportunidad en la ACB), Roger Moute a Bidias (7,8 y 3,7 con el Lucentum Alicante), Francisco Amarante (5,9 y 3,4 con el Oviedo), Unai Mendicote (6,5 y 4,4 con el Ourense) y Junior Saintel (7,2 y 2,4 con el Zamora), con otro ex naranja, Osvaldas Matulionis (6,4 y 2,5 con el Fuenlabrada), Jean Marc Mwema (6.5 y 3,8 con el Lucentum) y José Alberto Jiménez (7,9 y 2,8 con el Morón) como opciones low cost para redondear una rotación naranja que cuenta ya con Guillem Jou y los versátiles Danilo Brnovic y Jacobo Díaz. 

Entre los bases sin contrato los hay con madera de titulares en un equipo potente, como Alexander Cvetkovic y el veteranazo –39 años– Alex Renfroe (ambos la campaña pasado a los mandos del ascendido Betis), Mateo Díaz (Gipuzkoa) y Jordan King (Alicante).

Toms Leimanis (Obradoiro), Javi López (Ourense), Gerard Blat (Cartagena), Bennet Hundt (Cantabria), Javier Marín (Morón) y Agustí Sans (Valladolid) responden al retrato robot director de juego de rotación.
 

Todo esto, sin salir de Primera FEB 2024-25 y la periferia de la ACB, donde está muy lejos de acabar el mundo. Hay una planeta entero ahí fuera.