El Deportivo conquistó un nuevo Teresa Herrera ante un flojo Le Havre, ante el que mostró las credenciales con las que se presenta en el inminente inicio liguero. Eddahchouri y Yeremay, los de casi siempre, plasmaron en el marcador el merecido 26º triunfo blanquiazul en el torneo.

Para empezar, dos ausencias llamativas. Chacón, fuera de la convocatoria, camino de una nueva cesión. Mella, en el banquillo. Antonio Hidalgo apostó por un once que apunta a ser muy próximo al que el técnico vallesano presente el próximo sábado en el Nuevo Los Cármenes. Luismi Cruz ha adelantado, a priori, a uno de los emblemas de Abegondo. También el 4-2-3-1 parece haber tomado la delantera, por varios cuerpos, al 5-3-2.

La primera mitad sirvió para que unos cuantos debutantes recibieran el cariño de Riazor, sobre todo el cercedense Miguel Loureiro. Y para atestiguar, una vez más, la necesidad de remozar la delantera. Lo pidió la grada a través de la pitada que tributó a Bouldini y Herrera cuando fueron anunciados por los vídeomarcadores y la megafonía entre los suplentes. Y lo corroboró un Eddahchouri que desperdició un par de buenas opciones de gol en los primeros 10 minutos.

No era fácil acertar con la portería en el minuto 7, pero el delantero marroquí cabeceó bombeado y ajustado al larguero un centro de Loureiro. Mory Diaw aseguró palmeando el esférico por encima del travesaño. Mucho más sencillo hubiese sido acertar en el minuto 10. Zaka cargó contra Ayumu Seko ante un pelotazo de Arnau Comas. El colegiado no castigó la acción sobre el central japonés y el neerlandés se quedó mano a mano con Diaw. Su derechazo cruzado y raso, sin demasiado veneno, lo rechazó el portero de los ciel et marine (azul celeste y marino).

No ofreció demasiado en ataque el Le Havre. Se mostró como un equipo estándar del fútbol francés, eminentemente físico. Fuerte y rápido, pero con los recursos técnicos justos. Lo mejor que ofreció el decano del fútbol francés en la primera mitad del decano del fútbol amistoso mundial fue un sensacional pase en profundidad de Felix Mambimbi. El suizo-congoleño, nominado al Golden Boy hace cuatro años, encontró entre un mar de piernas deportivistas el desmarque de Soumaré, que malogró la oportunidad con un zurdazo flojo y excesivamente cruzado ante la presión de Comas. Un inocente cabezazo de Kechta a centro de Zouaoui, en el minuto 43, fue el otro acercamiento peligroso del cuadro normando.

El Deportivo achuchó un poco más. Lo hizo a través de acciones combinativas. La mejor, en el minuto 39. Luismi Cruz encaró a su par hacia dentro. El portuense sirvió raso hacia la frontal del área, dónde Mario Soriano amagó y la dejó pasar. Yeremay remató, a pierna cambiada, con el interior de su pie derecho. Raso, también hacia la derecha del guardameta franco-senegalés. Diaw resolvió sin excesivos problemas. Al filo del descanso, Loureiro sorprendió con una conducción durante muchos metros con su bota izquierda, tiró la pared con Luismi, y su disparo desde la frontal acabó mansamente en las manos del meta visitante.

En la segunda parte, los franceses dieron un paso adelante. Kechta estuvo cerca de abrir el marcador en el minuto 50, con un derechazo a la salida de un córner que buscaba la escuadra izquierda de la portería coruñesa. Germán Parreño, bien colocado, capturó con seguridad.

Sin embargo, fue el Dépor quien se puso por delante. Lo hizo en el minuto 66. Quagliata se la puso a Eddahchouri prácticamente igual que a Herrera en el Emma Cuervo frente al Oviedo, con la salvedad de que esta vez ayudó Gautier Lloris, el hermano del portero campeón del mundo con Francia. La pequeña diferencia entre el neerlandés y el canario radicó en que el ‘9’ sí definió con acierto, no como el ‘14’ en el Pepe Barrera. La cuestión ahora es sí la capacidad de definición de Zaka es suficiente para afrontar con garantías el reto de avanzar algunas zancadas en la dura Liga Hypermotion.

Poco después, Mella tuvo una doble oportunidad. De aumentar distancias y de reivindicarse. Pero algo no está funcionando bien, porque el canterano envió al limbo un servicio de Yeremay con todo a favor. Tan a favor, que ni portero bajo palos había. Mella parece darle la razón a Antonio Hidalgo y a Luismi Cruz.

Después, volvió a aparecer Yeremay, que se persona siempre. Después de hacer diabluras ante Sangante primero y frente a Youte después, anotó el tanto de la sentencia. Fue en el minuto 83, cuando el Le Havre acababa de relevar a sus dos centrales. Herrera encontró un hueco gigantesco por el centro, por donde corrió el canario para superar a Diaw en el cara a cara.

Fue el epílogo para un partido correcto del Deportivo que abrirá la Liga dentro de una semana y que suma un nuevo Teresa Herrera, el número 26 en 80 ediciones del decano del verano futbolístico.