De noviembre a febrero se desliza sobre hielo en Japón, China, Noruega, Países Bajos, Estados Unidos, Canadá... Y de marzo a agosto vuelve a casa para calzarse los patines de ruedas con su club de toda la vida, el SCD Rabadeira, y también con la selección española en Europeos y Mundiales. Aún hay más. Manu Taibo (Oleiros, 2004) compagina el deporte de élite con sus estudios en Ingeniería Informática. Y es precisamente su condición universitaria la que le dio la oportunidad de subirse al podio en su última carrera de la temporada sobre hielo.
Manu conquistó la medalla de oro en el Mundial Universitario de patinaje de velocidad sobre hielo que se disputó en Hamar (Noruega). Venció en la prueba de ‘Mass Start’ –salida masiva–, la que mejor se adapta a sus características como patinador de ruedas. “Siempre está guay cerrar el año con un resultado sobresaliente”, celebra el coruñés en una charla con este diario nada más volver a casa y antes de su primer entrenamiento del año sobre ruedas.
“No me veía como favorito, pero sabía que podía ganar porque los mejores ni se presentaron”, admite Taibo. “Es una carrera que tengo más controlada, es la única que corremos todos juntos y es a lo que estoy acostumbrado en el patinaje sobre ruedas. Cubro las carencias que tengo sobre hielo buscando trayectorias fuera de la línea del pelotón y con los contactos. Es donde marco las diferencias con los que hacen patinaje sobre hielo desde pequeños”, analiza.
El primer año absoluto
El oro en el Mundial Universitario culmina la primera temporada invernal de Manu en categoría absoluta. “Estuve en las seis etapas de la Copa del Mundo con la crema de este deporte. Ahí nadie está de regalo. Toda la gente es muy profesional, con equipos privados detrás que invierten mucho dinero y tienen unos recursos impensables en el patinaje sobre ruedas”, admite.
En el primer año con los mayores sus dos mejores resultados fueron un 15º puesto en el Europeo y un segundo en la División B de la Copa del Mundo, en Quebec (Canadá), los dos en la ‘Mass Start’: “Los resultados podrían haber sido mejores, pero no puedes llegar allí y besar el santo. Creo que para ser mi primer año no son malos. Estar ahí tiene ya mérito, viniendo de un país donde no hay pistas de hilo y empezando tan tarde en esto [es sólo su tercera temporada sobre las cuchillas]”, razona.
El sueño de Taibo no es otro que participar en unos Juegos Olímpicos de Invierno: “Es el gran objetivo para todos los patinadores. Y como los de ruedas no podemos hacerlo en el deporte que mamamos desde pequeños, buscamos otra manera. Por eso nos pasamos al hielo”, admite el oleirense.
La próxima edición será en Milán-Cortina d’Ampezzo 2026, dentro de sólo dos años. “No soy capaz de verme desde fuera y saber si con la progresión que llevo voy a estar ahí. Estoy muy lejos de los que ganan, sí, pero no estoy tan lejos porque ya estoy en la categoría en la que se juegan las plazas. Ojalá pueda competir por ir, ya sea en los siguientes o en los próximos”, desea Manu, el aspirante olímpico con un oro mundial universitario.
Objetivo sobre ruedas: los World Skate Games |
Manu ya se calzó los patines de ruedas para su primer entrenamiento con el SCD Rabadeira de Oleiros, donde comparte muchas horas con sus compañeros y amigos.
“Cojo este año con muchas ganas. En el Rabadeira tenemos a dos chicos nuevos con muy buen nivel y también a cuatro o cinco júniors (Raúl Couto, Xoel, Andrea, Javi...) que están empezando a hacerse mayores y entrenando con una exigencia muy alta, como profesionales”, celebra.
Con los pasos previos lógicos, el Campeonato Gallego, la Liga Nacional, el Campeonato de España y el Europeo, Taibo apunta los World Skate Games de Pescara (Italia), el gran escaparate del patinaje, un Mundial de Mundiales donde hace dos años en San Juan (Argentina) explotó con cuatro medallas en categoría júnior.
“He cambiado un par de cosas en los entrenamientos que creo pueden ser beneficiosas. El año pasado ya vi lo que es correr en la categoría absoluta y creo que puedo estar peleando arriba. ¿Una medalla? Ojalá. Me noto con esa chispa de niño pequeño, de a ver qué sale”, indica. |
