Ivonne Botana es la fundadora y directora de 939 Studio, en la Calle Doctor Fleming de A Coruña, donde imparte desde hace unos años clases de Pole Dance. Este deporte, que en España lleva ya un tiempo de evolución, pero con poco conocimiento social, comienza a ganar adeptas. La exigencia física y mental es enorme pero, además, como dice la propia Ivonne, “se tiene muchos prejuicios del Pole, necesitamos que se le dé un poco de visibilidad”. En breve se pondrá en marcha un proyecto de ‘crowdfunding’ y patrocinio para apoyar al equipo en las competiciones de 939 Studio.
¿Cómo empezaste en este deporte?
Con 18 era autodidacta, yo me subía a una barra, pasó el tiempo y todo fue evolucionando mucho como deporte así que me formé como jueza de la IPSF a nivel internacional y también soy ‘Coach’, instructora y directora de la escuela 939. Abrimos en 2013, cuando este deporte no se conocía en A Coruña, cuando eran pocas las personas que se acercaban a él por los prejuicios, pero ahora estamos luchando un poco más para que se vea que esto es un deporte e incluso entre en unos Juegos Olímpicos.
¿Es tan exigente el Pole Dance como parece?
Mucho, necesitas fuerza, flexibilidad, y a pesar de tener buenas condiciones también entra mucho la mente. Ese trabajo de puedo, no puedo, es muy duro, necesitas sentir esa fricción en la barra con las piernas, con los brazos… La gente tiene muchos prejuicios porque nuestra equipación deportiva es liviana, pantalón corto, prendas muy cortas, pero es por eso, porque todo nuestro cuerpo es básico para poder subir a la barra con él.
Cuando vemos vuestros ejercicios, muchas ejecuciones nos recuerdan a otras disciplinas deportivas…
Sí, Tiene además mucha parte en la que entra la gimnasia artística y deportiva, de hecho tenemos elementos muy en común con ellos que, por así decirlo, no podemos ejecutar en nuestras competiciones. La gimnasia deportiva a veces va muy en paralelo con lo que hacemos nosotras y a veces gimnastas de esos mundos acceden a hace Pole Sport.
Tenéis un vacío importante al no tener Federación.
Fui miembro fundador de la primera Federación Española que hubo pero estuvimos activos tres años. En este momento no tenemos. Llegamos a tener entre 400 y 500 deportistas, pero la federación desapareció y ahora mismo no tenemos un ente federado que nos acoja. Tenemos que ir a un campeonato en nuestro país vecino, Portugal, que sí tiene Federación. En mi caso fue una labor muy dura, ha sido mucho trabajo con los problemas que tiene cualquier Federación. Yo ahora mismo no podría ni plantearme dar un paso en ese sentido porque además tengo una enorme responsabilidad en 939.
Os permiten participar sin estar federadas en campeonatos como el de Portugal, ¿cómo?
Sí, porque hacen como un ‘Open’, un abierto, podemos competir en cualquier campeonato pero siempre que tengan esa posibilidad paralela de dejar competir a quien no tiene Federación en su país, como es nuestro caso.
¿Cuántas personas hacen Pole en tu estudio?
Tenemos como practicantes una centena de personas, hay niños desde cinco años hasta 60, que es la mayor que tenemos ahora que es la que va a competir al campeonato de Portugal. Tenemos un equipo formado por Paloma Sánchez, Alba Boutureira, Mar Muley, Valeria Iglesias, Laura García, Teresa López, Sol Requejo y Teresa Santos.
¿Sesenta años y haciendo Pole Dance?
Pues sí. Es una compañera que lleva dos años y medio, empezó de cero, no tenía una gran condición físca y este año se estrenará a la par que se estrena su categoría, que es la amateur; había mayores de 50 años y ahora son de 60.
¿Qué condiciones hay que tener para hacer este deporte?
No hay que ser un atleta, muchas veces se acercan a nosotros personas que nunca han realizado ningún tipo de deporte, no hace falta tener un cuerpo ‘fitness’ ni unas condiciones específicas para practicar el Pole Sport.