Con la victoria del pasado domingo contra el Reus, el Deportivo Liceo recuperó las sensaciones perdidas después de su derrota contra el Noia. Con esos tres puntos, el equipo herculino se mantiene en la segunda posición con 15, tres por detrás del Barcelona, el equipo más temido y próximo rival liceísta, el 23 de noviembre tras la pausa de la OK Liga por el Mundial de San Juan (Argentina). Después de las seis primeras jornadas y con el parón de la competición doméstica toca hacer balance.
La magia del Palacio
Uno de los grandes culpables de que el Liceo se proclamase campeón de liga la temporada pasada y que en el nuevo curso siga en las primeras posiciones, se debe a que el Palacio de los Deportes de Riazor es un auténtico fortín.
Los liceistas llevan más de un año sin perder un partido de liga en casa. La última vez que lo hicieron fue el 5 de febrero del año 2021, siendo el Barcelona el último equipo en llevarse los tres puntos de A Coruña. Curiosamente, va a ser el siguiente rival que visite Riazor.
Desde la última vez que el Liceo perdió, en liga, en su casa, jugó 21 partidos, contando los tres que lleva disputados en esta temporada, todos con victoria.
Si atendemos a los goles, anotaron 101 dianas y solamente encajaron 33. Unas cifras de escándalo para tal cantidad de partidos disputados. Pero si nos fijamos en los tres partidos de esta temporada, son 18 los tantos anotados y 5 los encajados.
Con esta seguridad defensiva y esta eficacia ofensiva, seis goles por partido, el Liceo tiene buenos mimbres para poder pelear por revalidar su título liguero.
A estos números, también hay que sumarle su desempeño fuera de casa, donde solo ha perdido un partido, hace una semana contra el Noia, una de los rivales más fuertes de toda la competición.
El parón, ¿ayudará?
Fruto de esa derrota, y con ganas de reforzar a la plantilla, el Liceo anunció el fichaje de Pol Manrubia, cedido por el Benfica, uno de los mejores equipos de Europa.
Con la incorporación del catalán, los liceístas dan un salto de calidad, lo que les puede ayudar para resolver partidos, como en el del pasado domingo contra el Reus, donde Pol repartió dos asistencias y anotó un gol.
Su fichaje es, sin duda alguna, una noticia excelente porque va a ayudar a la plantilla a crecer y a pelear por todos los títulos que haya en juego, empezando por la liga.
Además, a pesar del poco tiempo que lleva con el equipo, Manrubia ya creó una sociedad, con el capitán Dava Torres, que puede dar muchas alegrías. Los dos se entienden perfectamente y puede suponer un quebradero de cabeza para sus rivales.
Asimismo, aprovechando este parón va a poder fortalecer la relación con otros compañeros, puesto que los únicos jugadores de campo que se van al mundial con sus selecciones son el propio Dava y Bruno di Benedetto (Francia), además del portero suplente Mati Bridge (Argentina).
En esta línea, de trabajar, mejorar y forjar relaciones, estaba de acuerdo Juan Copa, el entrenador del Liceo. El técnico declaró, después del partido contra el Reus, que “vamos a aprovechar este parón para seguir nuestro propio camino, que es trabajar y seguir mejorando”.
Copa sabe que está ante una muy buena oportunidad de juntar más a un grupo que tiene poco que ver con el que hace solo unos meses conquistó la OK Liga (dejaron el equipo siete jugadores y llegaron otros siete). Cualquier oportunidad para seguir haciendo piña es bien recibida.
Las ausencias
En esa tareas, no podrá ayudar el capitán, Dava, Bruno ni Mati. Los tres se marcharán con sus respectivas selecciones, pero a buen seguro, que estarán con un ojo puesto en A Coruña.
Entre ellos, también se podría haber unido César Carballeira, pero no recibió la llamada de España para ir, aunque el jugador estuviese haciendo méritos para ir. Con todo, son buenas noticias para el equipo porque tendrá representación y estarán igual de rodados para el primer Clásico del año en el fortín de Riazor.
