Diego Epifanio: “Si ganamos, perfecto; si no ganamos, a hacer vida normal”
lll
17º-23º

Diego Epifanio: “Si ganamos, perfecto; si no ganamos, a hacer vida normal”

Diego Epifanio: “Si ganamos, perfecto; si no ganamos, a hacer vida normal”
Epi ha disputado dos Copas, una la ha ganado y la otra la ha perdido, pero en ambos casos, su equipo, el Burgos 16/17 y el Breogán 20/21, acabó ascendiendo | CH.N

Usuario

Diego Epifanio (Burgos, 25 de mayo de  1978) afrontará este domingo su tercera Copa Princesa como técnico jefe. Perdió la de 2017 al mando del Burgos y levantó la de 2021 con el Breogán. En ambos casos, su equipo ascendió a la ACB, el  objetivo tangible, que aunque no reconoce abiertamente, tiene la marea naranja desde que arrancó el curso 23/24. Pero no le amarga este dulce.

 

¿Cómo está el equipo? ¿Todos sanos? ¿Y a nivel mental?
Están todos bien, aunque a algunos no se nos ha ido del todo los catarros y demás que hemos tenido. Lo típico de estas épocas, vaya. El objetivo es ganar cada partido, y este es un partido más. Tenemos la opción de ganar un título y por eso están muy ilusionados.

 

¿Hay algo, a estas alturas, que no sepáis vosotros del Estudiantes y el Estudiantes de vosotros?
Bueno, en todos los partidos siempre hay detalles. Evidentemente, el scouting se trabaja mucho. Y evidentemente la calidad de los jugadores es la que marca los partidos, las finales. Pero todos los equipos intentamos trabajar cosas o detalles para poder sorprender al rival.

 

Ya le ganasteis sin Michael Carrera. ¿Se plantea el partido de manera distinta por el hecho de no estar él?
Hay muchos aspectos que no. Defensivamente, lo único es que no hay que preocuparse por Carrera, pero hay que preocuparse por otros jugadores. Son distintas características para defender. Creo que nuestro planteamiento allí nos salió bastante bien, y aun así estuvimos hasta el último segundo para ganar. Entonces, vamos a ver si mejoramos algunos de los detalles de ese partido de la primera vuelta, sobre todo defensivamente. Ofensivamente, sabemos que necesitamos hacer buenos tiros porque en una final a dos posesiones es muy importante.

 

Ese partido lo jugastéis en el Antonio Magariños, que tiene una capacidad muy reducida. El hecho de jugar ahora en el WiZink Center ¿puede influir a efectos de presión, tanto a ellos como a vosotros?
Sí, el miedo escénico. Yo creo que lo bueno del WiZink es que nos permite que vaya mucha gente de Coruña. Se habla ya de más de cuatrocientas personas, que si se jugase en otro pabellón más pequeño a lo mejor no tendríamos esa posibilidad. Luego, es un escenario muy bonito, un campo muy grande, muy chulo para jugar, y vamos a ver qué tal ambiente hay el domingo. Estuve en la Copa del Estudiantes contra el Granada (temporada 21/22) y había muchísima gente. El ambiente fue brutal. En ese sentido, nosotros debemos tener control de las emociones que genera jugar delante de tanta gente, que quizá es un poco la diferencia entre ellos y nosotros: ellos tienen seis jugadores que ya han ganado la Copa y nosotros ninguno; tenemos dos que la han jugado.

 

Y un entrenador que la ha ganado...
Sí (risas). Pero los entrenadores no jugamos, y en el caso de Pedro [Rivero, técnico del Estudiantes], también la tiene, ganó la del año pasado.

 

Tú has vivido la dos canchas del Estudiantes (lo entrenó desde abril de 2022 hasta el final del curso), ¿qué empuja más, el pequeño Magariños lleno o el WiZink con ocho o nueve mil personas?
Son escenarios distintos. Magariños es una caldera  y en el WiZink la gente está más lejos, pero seguro que va a haber una gran entrada; vamos a ver cómo somos capaces de gestionar la presión.

 

En mi cabeza está preparar el partido para ganar, pero también para digerir la derrota

 

Imagino que la Copa no estaba en el planning de principio de temporada...
No. Piensas en intentar estar lo más arriba posible. Y al final, jugar la Copa es producto de que estamos clasificados entre los dos primeros. En nuestra hoja de ruta no estaba, estaba descansar este fin de semana, peeero..., hay que poner el mérito de clasificarnos para la Copa por la primera vuelta que han hecho los chicos. Y en ese sentido hay que celebarlo; primero, porque es el primer partido por un título nacional que va a jugar el club. Y por ello hay mucha ilusión en el club. Lástima no jugarla en casa, porque es mejor así, pero como visitantes vamos a tener la experiencia de que nos acompañe mucha gente.

 

Y las ventajas de no jugar la Copa son...
Para las cabezas a veces es mejor descansar, porque la liga viene muy seguida. Nosotros jugamos el viernes (2 de febrero) en Lleida. Y, pase lo que pase en la Copa, ganar o perder, es cómo gestionas ese cansancio. El de Lleida será nuestro tercer viaje seguido, después de Torrelavega y Madrid. El desgaste físico y el desgaste emocional de jugar una final es mucho. No es lo mismo dormir en casa que hacerlo en un hotel o en el bus, son muchos kilómetros en la piernas de los jugadores. Pero una vez que te clasificas, sólo pensamos en cómo hacer el mejor partido para ganar.

 

¿Con freno de mano porque el objetivo es otro?
Para nada. Estamos preparando el partido para intentar ganarlo. Jugamos como visitantes, y en quince años sólo uno ha ganado a domicilio, lo que habla de la dificultad de ganar la Copa fuera de casa. Pero lo que cuenta también es el proceso de los clubs, y esta es una experiencia más que sumar.

 

Goran Huskic me dijo que la Copa es un premio, que lo ideal es que nadie salga herido y que se vea un buen espectáculo. ¿Mucho que ganar y nada que perder?
Si ganamos, lo vamos a celebrar, porque en la vida hay que celebrar los éxitos. En mi cabeza está cómo preparar el partido para ganar, pero también en cómo digerir la posible derrota. No hay más. Si ganamos, perfecto; si no ganamos, a hacer vida normal, sabiendo que en la liga llevamos siete partidos seguidos y que queremos ganar el octavo.

 

Tienes una curiosa historia con la Copa: perdiste una, ganaste otra y cogiste a mitad de temporada un equipo que acababa de ganarla.  
Lo cierto es que perdí las que jugué como visitante, tanto como entrenador ayudante como cuando era primer entrenador, y lo mismo, pero al revés, con las que jugué en casa, que las ganamos.

 

He tenido la suerte de estar en equipos muy buenos, como es el caso de esta temporada

 

También es cierto que las dos temporadas que la disputaste como técnico principal tu equipo acabó ascendiendo... ¿Presión extra?
No. Sólo quiere decir que he tenido la suerte de estar en muy buenos equipos. Al final, los entrenadores dependemos de los proyectos y de los jugadores. No tenemos varitas mágicas. Lo que quiere decir es que he sido un tío afortunado porque he estado en proyectos muy buenos y he tenido la suerte de entrenar a muy buenos jugadores, como es el caso de esta temporada.

 

Huskic, que en la 16/17 perdió la Copa y luego ascendió, dijo que ese Burgos que tú entrenabas era muy parecido, tanto a nivel de club como de equipo, a este Leyma.  
Sí y no. Sí en el sentido de que  era la primera vez que San Pablo jugaba por un título, que no contábamos a principio de temporada con jugar la Copa y que hicimos un gran final de primera vuelta.
No, en el sentido de que Burgos ya había ganado antes la Copa y conseguido ascensos; aunque era otro club, la afición era la misma. Y eso no pasa en Coruña.

 

Vamos a ver cómo somos capaces de gestionar la presión de una final

 

¿En cuanto a plantilla?
Los jugadores marcan los equipos y los proyectos. Es un poco distinto. Allí teníamos jugadores jóvenes, de los que cinco siguieron el año siguiente en el proyecto de ACB. Aquí tenemos a Olle, Atou, Aleix, Galán, Pablo..., que son jóvenes, tienen capacidad de progresar y mucho futuro por delante. Son jugadores de los que lo llamo menores de 28 años, por debajo de la edad que se suele considerar la madurez deportiva. Allí teníamos a un gran veterano, Jorge García, y aquí a otro, Alex Hernández. Hay muchos condicionantes que son muy parecidos.

 

¿Tenéis preparado algo especial para celebrar el título?
No, yo no, pero seguro que alguien se encarga. Nuestros aficionados estarán de camino a Coruña, como nosotros, y como históricamente el club no ha celebrado nada, no hay un sitio significativo para hacerlo, aunque seguro que hay alguien que ya lo ha pensado. Y si hay que celebrar, iremos dónde nos digan.

 

Lo bueno de jugar en el WiZink es que permite que haya mucha gente de Coruña

 

Ganar para establecer ya un lugar de celebración. No suena nada mal.
(Risas) Sería otro paso del club y algo muy bueno para el propio club y nuestros aficionados y, sobre todo, sería muy importante porque significaría que hemos ganado la Copa.

 

Se dice que a un partido se equilibran las opciones.
Siempre. Pero como te decía antes, ellos tienen jugadores que han jugado este tipo de partidos y nosotros no tenemos tantos. Y al final cambia: el hecho de jugar partidos sin red de seguridad puede condicionar, aunque sean los dos mejores equipos de la primera vuelta. Vamos a ver qué tal nuestro acierto de tres, porque ahora mismo, en el baloncesto moderno todos los equipos dependen un poco de ello.

 

“Huskic es uno de los jugadores que más me ha ayudado en mi carrera”

Las carreras de Diego Epifanio y Goran Huskic están estrechamente ligadas. El técnico burgalés recuerda que el pívot serbio es el denominador común entre el Burgos 16/17 y el Leyma 23/24.

 

“Entonces tenía 23 años y ahora tiene 31”, subraya Epi del noveno jugador más valorado en lo que va de temporada. “Es un jugador extraordinario y una muy bella persona. Tiene muy buen corazón y muy buena cabeza. Entiende muchas cosas”, agrega acerca de alguien que para él el mucho más que un jugador.


Él dice, medio en serio medio en broma, que cuando se ve en vídeo corriendo piensa “yo no me ficharía”.
(Carcajadas). Naaaah... Goran tiene unas cualidades brutales. Además ha encajado muy bien en el vestuario. Ayuda en todo. Y está en un momento de más madurez. Cuando le tuve en Burgos, con 23 años, discutíamos todos los días, por muchas cosas. Ahora es muy fácil la convivencia.
Le tuve tres años, tres años que para mí fueron muy buenos, porque supusieron mi crecimiento como entrenador. Era mi segundo año como entrenador en LEB, luego estuvimos dos años más en ACB juntos. Creo que los dos maduramos, él como jugador y yo como entrenador, y, sobre todo, yo siempre digo que Goran es uno de los jugadores que más me han ayudado en mi carrera.

 

Y seguramente tú a él.
Seguramente él me ayude más a mí. Normalmente los jugadores ayudan más a los entrenadores. Y Goran también le hace la vida más fácil a sus compañeros. Es un ‘10’ en todo.

Diego Epifanio: “Si ganamos, perfecto; si no ganamos, a hacer vida normal”

Te puede interesar