Teresa Abelleira, capitana del Deportivo Abanca, y Manu Sánchez, técnico del equipo blanquiazul, mostraron ayer su confianza de cara al partido de vuelta de la fase de ascenso a la Liga Iberdrola. La decisiva cita será mañana a las 12.00 (horario peninsular) contra el Femarguín canario en Arguineguín y con un 2-0 favorable tras la ida en Abegondo.
“No le tememos a nada”, respondieron sin miedo la futbolista y el entrenador ante una presumible encerrona. “Tenemos que estar precavidas y preparadas para lo que pueda suceder”, añadió Sánchez. “Si hacemos nuestro juego y confiamos en nosotras, no creo que nada salga mal”, resaltó Teresa.
El técnico y la jugadora comparecieron por vez primera en la sala de prensa del estadio Abanca-Riazor, ofrecieron su cara más sonriente y sin rastro de nervios o ansiedad: “Estas cuatro semanas han sido muy similares y no creo que haya mucha diferencia respecto a las anteriores. Estamos disputando algo muy importante para el club y para este equipo y lo estamos viviendo con ilusión, trabajando bien y con normalidad”, expresó Manu. “No queremos cambiar las costumbres, aunque es una semana que se hace más larga, tenemos ya muchas ganas de que llegue el domingo”, matizó Abelleira.
El míster y la capitana resaltaron la importancia del trabajo psicológico: “Este último mes es de trabajar más la cabeza que las piernas. El trabajo físico y táctico ya está hecho, hay que prestar más atención a las situaciones de estrés o ansiedad”, insistió Sánchez. “Nos faltaba el tema psicológico y con la ayuda de Gabi (el responsable del departamento de psicología del club) lo estamos llevando mucho mejor”, agregó Teresa.
El objetivo no es otro que certificar el ascenso a la Liga Iberdrola, pero el técnico y las jugadoras quieren terminar su camino con victoria: “La idea que tenemos en el grupo es ganar el partido. Nos marcamos ese objetivo desde el principio y nuestro acuerdo era ganar los cuatro partidos del ‘playoff’. Marcar está bien, pero no hacemos las cuentas de la lechera, porque como dice el cuento el cántaro se puede romper”, avisa Manu.
La centrocampista blanquiazul no se preocupa por la temida encerrona ni por la superficie artificial del terreno de juego: “El campo no va a ser un problema para nosotras. Hemos ganado todos los partidos que hemos jugado en hierba artificial y no creo que nos afecte. La afición apretará, pero hemos jugado en estadios más grandes y con mucha más gente y lo supimos llevar bien”, recuerda.
Sánchez espera un partido diferente por los condicionantes del campo y por la necesidad del rival de salir a ganar: “Por la superficie, artificial, y las dimensiones, más reducidas, el rendimiento debería ser diferente, pero nada más allá de lo que esperamos. Nosotras queremos ser protagonistas con la pelota y tratar de hacer daño. No creo que seamos tan superiores al Femarguín, pero el partido de la ida salió como lo planteamos. Quizá no se esperaban tantos registros por nuestra parte. Allí será diferente”, zanjó.
