El comité sancionador de la Tercera División gallega no emitirá una resolución hasta que disponga de toda la documentación, en forma de pruebas y alegaciones, de los dos clubes. Si la semana pasada fue el turno para el Paiosaco, que presentó su informe, ahora le toca al Barco, que dispone de dos días hábiles para hacer llegar a la Federación sus propias alegaciones en defensa de sus derechos.
El equipo que dirige Juan Riveiro se negó a jugar el partido de la jornada 10 porque entendió que no disponía del material oportuno para saltar al campo. El Paiosaco presentó un certrificado de la empresa de transportes en la que se expone que el autobús averiado no pudo abrir la puerta para recoger el material del equipo que debía llegar al campo de Calabagueiros, en O Barco.
Una vez en el terreno de juego y sin material deportivo para disputar el partido, el Paiosaco pidió ayuda al equipo rival, que le facilitó doce pares de botas y siete espinilleras (según lo que indica el acta arbitral). El club verdiblanco alega que, al no contar con el material adecuado, no podía competir en igualdad de condiciones. La historia continúa.
