El fútbol sala nació en 1930 en Uruguay. Su aparición se debió a un profesor, Juan Carlos Ceriani, que al no disponer de campos al aire libre para que sus alumnos jugasen al fútbol decidió utilizar canchas más pequeñas de otros deportes adaptando el fútbol a las mismas para que sus estudiantes jugasen a ese deporte que tanto les gustaba. El éxito del fútbol de salón (o Indoor Soccer, como lo bautizó por primera vez) fue inmediato y se extendió por Sudamérica y con el paso de los años llegó a Europa.

A Coruña, cuna de este deporte en España, tuvo su primer contacto con el fútbol sala en la década de los años 70 del pasado siglo en Portugal. Un grupo de personas presenciaron un encuentro en tierras lusas y a su regreso empezaron a programar partidos en el pabellón del colegio Salesianos, que pasó a conocerse como ‘La Catedral’. Poco después crearon un torneo que se incluyó en el programa de los Juegos Deportivos Don Bosco.

Como sucediera 40 años antes en Uruguay, el nuevo deporte causa sensación en la capital herculina y se organizó una competición local. En ella participó el Chaston, club fundado en 1978 por Miguel Mosquera. El dirigente, un visionario, fichó en 1980 al primer brasileño que jugó al fútbol sala en España, Denis Ney Araujo. Con el paso de los años, el equipo se convirtió en uno de los grandes del fútbol sala estatal al conquistar dos títulos ligueros (1983-84 y 1984-85) y alzar tres veces la Copa del Rey (1985-86, 1986-87 y 1987-88). Este buen hacer le permitió en 1989, con el nombre de Egasa Coruña, ser uno de los clubes que tomó parte en la primera edición de la Primera División de Fútbol Sala española (desde 1989 hasta 2011 denominada División de Honor de fútbol sala) tras la fusión de las competiciones existentes pertenecientes a la Real Federación Española de Fútbol y la Federación Española de Fútbol Sala –ya extinta– con clubes y reglamentos diferentes.

El Egasa Coruña se mantuvo en la máxima categoría seis temporadas, desde la 1989-90 hasta la 1994-95, siendo el único club gallego participante en ella en tres de esos cursos, desde el 1990-91 hasta el 1992-93. Después, ningún otro equipo de la ciudad de A Coruña ha vuelto a competir en la élite.

Treinta años, seis lustros, tres décadas es mucho tiempo esperando ver de nuevo a un club masculino coruñés entre los más grandes. La provincia sí ha disfrutado de otros clubes en la Primera División: O Parrulo Ferrol, Lobelle de Santiago (en su última etapa Santiago Futsal) y Noia Portus Apostoli.