Los aficionados al fútbol sala de A Coruña guardarán un gran recuerdo de la temporada 2024-25. Entre los numerosos éxitos logrados por sus clubes están la permanencia del Noia Portus Apostoli en la Primera División y el ascenso a la élite estatal de O Parrulo Ferrol, circunstancia que permitirá a la provincia contar con dos equipos en la máxima categoría en el curso 2025-26. Junto a A Coruña, otras tres tendrán este privilegio: Barcelona (Barça y Santa Coloma), Murcia (Cartagena y ElPozo Murcia) y Navarra (Ribera Navarra y Xota).

Este hecho no es la primera vez que sucede en A Coruña al haberse vivido con anterioridad en las campañas 1989-90 y 2017-18. En la primera, tras unirse los dos campeonatos ligueros existentes entonces –organizados por la Real Federación Española de Fútbol y la Federación Española de Fútbol Sala– y celebrarse una única competición en nuestro país, fueron de la partida el Boandanza Tívoli de la localidad de Fene y el Egasa Coruña. Tuvieron que pasar casi tres décadas, 28 temporadas, para repetirse este hito en nuestro fútbol sala. El Santiago Futsal y O Parrulo Ferrol asumieron entonces el protagonismo.

Jorge Rodríguez Vázquez (A Coruña, 1970), actualmente entrenador y en la temporada 1989-90 componente del Egasa Coruña, estuvo con DXT Campeón para hablar del fútbol sala de ahora y de antes.

Dos clubes de A Coruña, el Noia Portus Apostoli, del que fue entrenador, y O Parrulo Ferrol jugarán la próxima temporada en Primera División. ¿Qué supone para un coruñés como usted la presencia de dos equipos de la provincia en la élite estatal?
A los que nos gusta el fútbol sala es un orgullo que haya el mayor número de equipos compitiendo en la élite, tanto en la categoría masculina como en la femenina.

Tienen una trayectoria diferente: O Parrulo, un histórico, y el Noia debutó en Primera en la temporada 2022-23. 
Es cierto. El equipo de Ferrol cuenta con un gran recorrido y se debe recordar que la primera vez que jugó en la máxima categoría fue a finales de la década de los noventa. El Noia, por su parte, militará la próxima temporada por cuarta vez consecutiva en la élite. No obstante me gustaría destacar que el Noia es un club que se ha asentado gracias al trabajo y esfuerzo que realizan sus responsables. Es un club que sabe cuáles son sus aspiraciones y los pasos que debe dar para mantenerse en la máxima categoría, por lo que a nadie puede sorprender que continúe en ella tras su ascenso.

Desde la unificación de los dos campeonatos ligueros existentes en España, en la temporada 1989-90 solo en dos cursos han coincidido dos clubes de la provincia de A Coruña en Primera División. ¿Es tan complicado?
Antes de responder a tu pregunta tenemos que ponernos en perspectiva y darnos cuenta de que las épocas son bastantes diferentes. En ese curso 1989-90, en el que yo formaba parte del Egasa Coruña, el aspecto económico era algo más asequible que en la actualidad y a ello se unía que prácticamente todos los componentes de la plantilla éramos de A Coruña. Así, en el plantel estábamos once jugadores y solo tres eran de fuera: Luisinho (Brasil), Sánchez (Paraguay) y Ramiro (Vigo). A lo dicho se une que antes era más sencillo encontrar patrocinadores. Ahora el coste que supone un club es más exigente, lo que hace todo bastante más complicado.

Galicia fue pionera en el fútbol sala. ¿Cómo está hoy?
Es lo que te iba a comentar ahora. Sin entrar en profundidad, pues me extendería mucho, debemos recordar que en Galicia siempre ha habido mucha tradición de fútbol sala y era rara la localidad donde no hubiese un equipo próximo, algo que se veía en la cantidad de conjuntos gallegos compitiendo en las categorías punteras. Ahora no sucede lo mismo y las causas son múltiples. Esta carencia hace que a día de hoy los jugadores de los equipos de categorías inferiores de A Coruña no cuentan en la ciudad con un equipo referente donde mirarse y que les haga tener la ambición de querer jugar en él al pasar a sénior, provocando que algunos de estos chavales se desanimen y decidan dejar el fútbol sala al considerar que no hay futuro.

Pese a ello son numerosos los jugadores coruñeses que nutren a clubes de fuera.
Es una triste realidad que muchos que han seguido compitiendo hayan tenido que irse de A Coruña para continuar haciéndolo. Otro tanto ha sucedido con grandes entrenadores coruñeses y gallegos, pues bastantes se han marchado para seguir ejerciendo su labor en los banquillos.

El Egasa Coruña descendió en la temporada 1994-95 y la ciudad no ha vuelto a contar con un equipo en la élite estatal masculina y otras gallegas sí (Ourense, Pontevedra, Santiago y Vigo, por citar algunas). Miguel Mosquera (Chaston) y Víctor Sieiro (Sal Lence) hicieron proyectos ganadores y con la desaparición de ambos el fútbol sala coruñés ya no volvió a ser el mismo.
Los dos eran unos apasionados del fútbol sala y llevaron a lo más alto a esos clubes en las categorías masculina y femenina. Como dices, ambos crearon unos proyectos ganadores y personales. En la actualidad, los clubes existentes piensan más en conjunto y hacen equipos de base para nutrir al sénior. Pero lo hecho por Miguel Mosquera y Víctor Sieiro no se debe ver como un error, al ser la mentalidad existente entonces en el fútbol sala donde lo primordial era tener un buen equipo sénior sin pensar en crear equipos de categorías inferiores.

El Burela ha padecido en los últimos meses dificultades económicas que han provocado el fin a un ciclo exitoso en el club. ¿Le ha sorprendido?
El recurrente tema económico, es lo que hablamos antes. El Burela ha tenido un gran respaldo al contar con un patrocinador potente y ello, entre otras cosas, le permitió convertir al equipo femenino en el primero en España en ser profesional. La ausencia de esta colaboración, y más con la implicación que tenía, complica bastante mantenerse en lo alto.

Como mencionó antes, formó parte de la plantilla del Egasa Coruña en la temporada 1989-90 que se enfrentó al Boandanza Tívoli. ¿Qué recuerdos tiene de esa época?
Muy buenos. Mi debut en el Egasa Coruña fue en la disputa de un Trofeo Teresa Herrera en el Palacio de los Deportes ante el Interviú de José María García. Estaba lleno y se veía que el público asistente lo pasaba muy bien, como si estuviese en una fiesta. Sobre tu pregunta, decirte que con el Boandanza teníamos una buena relación y una gran rivalidad deportiva. En esa temporada militaba en el equipo Bruno García, que ahora es un destacado entrenador. Viajábamos por toda España y los pabellones siempre estaban llenos para vernos jugar. Como curiosidad decirte que el equipo de La Bañeza (León) contaba con una gran afición y cada vez que competía en A Coruña muchos seguidores se desplazaban para asistir al encuentro en el Palacio.

8 jugadores de los once que formaban la plantilla del Egasa la temporada 1989-90 pertenecían a A Coruña

Pabellones llenos, equipos con grandes jugadores... ¿Cómo ha cambiado el fútbol sala hasta hoy?
Una barbaridad. Antes jugadores que se retiraban del fútbol campo se pasaban al fútbol sala sin conocimientos previos pese a ser deportes muy diferentes. En la actualidad el fútbol sala cuenta con preparación física y táctica específica, se le da gran importancia a la psicológica... antes se partía mucho de cero y ahora, por fortuna, hay mucho andado.

El 5 Coruña militará la próxima temporada en Segunda B. ¿Lo ve consolidado?
Sus responsables han demostrado un gran progreso, paciencia e ilusión en su apuesta por el fútbol sala en A Coruña, lo que les permite contar con una estructura consolidada.

¿Ascenderá a Primera?
Subir a Primera División es muy complejo, pero en el 5 Coruña hay gente trabajadora y los resultados que ha obtenido están a la vista de todos. Por ello creo que los aficionados al fútbol sala de A Coruña deben apoyar a este club al ser actualmente el que más arriba compite de la ciudad.

En A Coruña, ¿el fútbol sala importa a alguien?
Creo que en A Coruña sí que existe interés por el fútbol sala. El tema es que se necesita disponer de tiempo, de energía, de personas y de dinero. Y ello tiene que darse todo a la vez, pues si ya es difícil que salga bien con estas herramientas, imagínate si falta una.