La afición por el deporte del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy es sobradamente conocida y se pone de manifiesto en su libro de memorias, que hoy sale a la venta, y en la entrevista que este lunes mantuvo con EFE sobre el mismo.
Rajoy habla de su equipo, el Real Madrid (también es deportivista), y cuando se le pregunta si el futuro blanco pasa por la incorporación del jugador francés Kylian Mbappé, responde: “El futuro del Real Madrid pasa por que Messi se vaya a jugar a Australia”.
En el libro, “Una España mejor” (Plaza & Janés), explica su relación con el deporte y asegura que siempre le resultó “muy cómoda y relajada”. “Me gustan todos los deportes -escribe Rajoy-, como me gusta leer el Marca, por más que este hecho parezca irritar extraordinariamente a algunas personas, que deben de ser muy restrictivas en sus lecturas”, destaca.
Deporte y política
Además de glosar las virtudes de los deportistas, su afán de superación y sacrificio, el exjefe del Ejecutivo repasa algunas ocasiones en las que deporte y política se han mezclado a lo largo de sus años de gobierno. Recuerda las críticas que recibió por volar a Polonia para asistir al estreno de la selección española en la Eurocopa tras comparecer ante la prensa para informar de las ayudas de la UE para la banca española.
“Yo sabía que iba a generar críticas y valoré quedarme en La Moncloa y ver el fútbol desde casa, que resultaba mucho más descansado”, y explica que decidió finalmente acudir porque así se había comprometido con el primer ministro polaco, Donald Tusk. Aquella Eurocopa coincidió con los momentos más duros de la situación económica, cuando España estaba en boca de todos los gobiernos y medios europeos por sus dificultades financieras.
Rajoy recuerda los “comentarios desafortunados” de aquellos días y cita uno “que llegó de Holanda”. Cuando la selección naranja cayó eliminada por España, alguien dijo que España podía jugar muy bien al fútbol, pero Holanda era capaz de controlar mejor sus cuentas.
