Tras una trecho del incomparable Camino que une Palas con Melide, reponiendo fuerzas (con bebida isotónica Artio, hecha con agua de mar gallega y que comercializa JIM Sports) es hora de hablar con el creador, el fundador, de una compañía que se ha convertido en referencia internacional desde su sede central en Palas de Rei. Jesús Graña, Jim, es nuestro anfitrión.
Nos sentamos, con Eduardo Blanco, presidente de la Asociación de Gestión Deportiva de Galicia (AGAXEDE), amigo personal de Jim y profesor en los tiempos de su carrera en INEF y compartimos unos momentos de conversación.
Han pasado 26 años desde la fundación de una pequeña empresa de distribución de equipamiento deportivo. Hoy, esa idea es la de todos los que componen esta multinacional gallega. El origen del deporte.
Está claro que el éxito no es individual, sino de todo el grupo y, una parte fundamental de este éxito, es saber rodearte de gente que aporta y da valor a lo que tú haces
A saber cuántas veces has hecho esta etapa del Camino de Santiago... e imagino que pensarás mucho y en muchas cosas cada vez que te pones a andar.
Mi mujer me dice que si hay un Record Guinnes que tengo a mi alcance es el de hacer el tramo del Camino entre Palas de Rei y Melide.
“Estoy de acuerdo”, dice Eduardo Blanco, quien ya ha hecho este recorrido varias veces cuando va a visitar a su alumno, ahora un amigo.
Desde marzo a octubre-noviembre –prosigue Jim– , lo hago un par de veces todas las semanas. Cuando vienen a visitarnos clientes, por ejemplo, lo hacemos. Muchos de ellos se han adaptado ya y saben que venimos hablando de negocios, anotando cosas que luego miramos cuando llegamos a la nave. Estos 8,2 kilómetros los conozco piedra a piedra y bache a bache.
No deja de ser como el propio camino de Jim Sports. Cuando miras atrás imagino que ves los baches, las piedras, las zonas más llanas, las cuestas arriba, abajo. Y, a lo mejor, hasta etapas y metas en el futuro.
No me pongo metas, pero hay unos topes, cosas que sé que no tengo tiempo para hacer. Al no tener un fondo de inversión detrás u otros socios que te permitan crecer a otras velocidades, hacer otra serie de inversiones con más frecuencia, cuando eres tú solo... Son otros tiempos y sé que hay cosas que no voy a poder hacer.
No hay nada negativo en estar en Palas de Rei, ni siquiera desde el punto de vista logístico
De cualquier manera estamos hablando de un enorme crecimiento de la empresa. Es posible que no puedas plantearte ciertos retos por lo que antes explicabas, pero el crecimiento de JIM Sports es absolutamente tremendo.
Y, si Dios quiere, seguirá siendo igual de tremendo, pero hay muchas cosas que no me dará tiempo hacer. La nave que se está iniciando y que en un año y medio probablemente verá la luz, va a ser un depósito aduanero autorizado. No hay ningún depósito aduanero autorizado en 80 kilómetros a la redonda de Palas de Rei. Se monta para dar servicio a JIM Sports pero también a terceros. Empresas de Lugo, de Lalín, incluso de Santiago… Lo pueden utilizar como base logística en la cual no liquidan ni IVA ni aranceles del producto que importan hasta que lo venden. ¿Cuándo se inició este proyecto? En el 2016. Llevamos siete años peleando y vamos a acabar dentro de un año y medio, o sea, ocho años y medio desde que tú lo proyectas en tu mente hasta que ve la luz. La burocracia y las necesidades económicas de este tipo de proyectos hacen que no puedas decir “lo hago ahora” y en unos meses está funcionando. Todo tiene sus tiempos.
Hay dos factores que destacan en tu empresa. Una es el grupo, el equipo, la gente que te rodea, aquí, en Palas, desde hace muchos años. Otro, precisamente, el hecho de tener todo centralizado en un lugar como este.
Está claro que el éxito no es individual, sino de todo el grupo y, una parte fundamental de este éxito, es saber rodearte de gente que aporta y da valor a lo que tú haces. En este sentido estar en la Galicia rural es un valor añadido. Palas de Rei, que yo digo siempre que está en el corazón de Galicia (y además es cierto) está lejos de casi todo, está muy cerca pero lejos de casi todo. Como en ninguna parte. Cuando alguien encuentra un trabajo en el que está cómodo fija su vida aquí y yo estoy muy agradecido a toda esta gente que me ha hecho crecer durante todos estos años, que es de aquí y que vive JIM Sports como propio.
Con 47 países a los que se distribuye, con fabricación en casa pero también en el extranjero, estás permanentemente viajando y siempre trabajando. ¿Cómo se concilia?
En mi casa hay dos tipos de conciliación, la profesional con la familiar y la personal y familiar con la conciliación deportiva, que para mí también tiene su valor. Hago deporte siete días a la semana.
En este momento Eduardo Blanco asevera y dice, “yo también, es como lavarme los dientes”.
Soy incapaz de pegarme un ducha –prosigue Jim–, sin hacer antes unos abdominales, unas planchas, algo tengo que hacer. Unos días más otros menos, pero algo tengo que hacer. La conciliación familiar es algo que se gestionó hace veintipico años y llevo veinte casado. Nos repartimos el trabajo y las funciones y yo estoy muy agradecido a mi pareja porque el peso de los hijos, que somos familia numerosa, lo lleva ella, y el peso de la empresa lo llevo yo.
Has tenido ‘cantos de sirena’ para cambiar ‘de sitio vital y empresarial’ pero siempre has tenido claro dónde querías estar. En Palas de Rei, en su zona de influencia, pero en Palas.
No hay nada negativo en estar en Palas de Rei, ni siquiera desde el punto de vista logístico. A los pueblos y a las ciudades de menor calado los camiones siempre llegan llenos. Con electrodomésticos, con alimentación, con todo tipo de vienes de consumo, pero se vuelven vacíos. Yo lo que aprovecho es que esos camiones se vuelven vacíos para sacar un buen precio del porte y una salida diaria de mercancía. No lo veo como algo negativo sino como una ventaja competitiva. Para mí es una ventaja competitiva estar en Palas de Rei desde todos los puntos de vista. Logístico, personal, empresarial, en todos los sentidos.
Te voy a hacer una pregunta que, a lo mejor, nadie te ha hecho en una entrevista para un periódico: ¿Eres feliz?
(Risas). Sí. Muy feliz con lo que hago, me podía haber retirado hace muchos años de esto, pero aquí sigo.
Eres de una familia de maestros. Eres licenciado en Ciencias del Deporte. Has sido profesor de instituto... El perfil, como persona del deporte, es correcto, pero como empresario tiene otras vertientes. ¿Pensaste alguna vez que tu empresa tuviese esta magnitud?
No. Sé que es un tópico decirlo pero la verdad es que no. También, dicho esto, te apunto que no ha sido un camino nada fácil. Hay mucho camino por recorrer también, pero como digo siempre ‘no es oro todo lo que reluce’. Yo estoy cómodo, estoy bien, así me siento. Tener una empresa con 126 empleados, aquí en la base de Palas de Rei, es una responsabilidad que te acompaña todos los días. No te puedes desprender de ella de cualquier manera. Soy feliz, sí, pero no es un camino fácil.
Estar aquí es una ventaja competitiva desde todos los puntos de vista. Logístico, personal, empresarial...
Nunca echaste un pie atrás en esos seis primeros tan duros. Nunca abandonaste el camino. Imagino que esos primeros momentos complicados son de los que más se aprende.
Estoy superorgulloso, creo que son valores que voy a transmitir, si puede ser, a la segunda generación de Jim Sports y sino, a mis hijos en el empleo que tengan en el futuro. De ser una persona constante, implicada y, al final, todo tiene su retorno cuando te esfuerzas, cuando tienes un poco de suerte y lo aprovechas. Parte del éxito de JIM Sports es haber tenido suerte, haber emprendido un negocio en un momento en el que no había demasiada competencia o estaba localizada en Madrid o Barcelona con unos costes altos, con un perfil de persona propietaria de una empresa de deportes con una edad media-alta derivada de cuando Franco abrió la mano y se podían hacer importaciones… Porque un balón de baloncesto, una pelota, hace setenta años que no se fabrica en España, hay que traerlo de fuera. Hubo empresas con éxito en ese momento aperturista pero luego se quedaron ahí, sin mucha motivación. En ese momento llegó Jim “el gallego” me llaman… “Ahí viene el gallego arrasando”, decían. Y aproveché ese momento.
Recuerdo el discurso en la gala de AGAXEDE en la que se te reconocía como mejor gestor deportivo de Galicia. Ya han pasado años pero lo tengo presente porque lo has comentado también ahora. Ya aludías ahí a ‘la suerte’... Pero no solo es cuestión de suerte.
Bueno... Hay que buscarla, o más que buscarla es aprovecharla. En la vida hay gente que planifica, yo jamás lo he hecho, te surge una posibilidad y la aprovechas, te surge otra, y sigues, hay otra gente que no, que tiene otra metodología “quiero llegar a ser ministro”... Yo no soy así.
Eduardo dice lo mismo: La vida te va poniendo en situaciones que debes gestionar de la manera más conveniente, yo también pienso como Jim.
En mi caso –dice Jim– se da un ‘mix’. Hay esta oportunidad la aprovechas y planificas, claro pero, por ejemplo, cuando llegó el covid, lo que se nos planteaba como un enorme problema se convirtió en una oportunidad. Ahí tuvimos fortuna en un momento muy difícil. Las dos semanas siguientes al estallido del covid era una desesperación y, un mes después, no daba abasto con la salida de material para la gente que hacía deporte en casa y tuve que contratar a más gente... con toda la gente cerrada en casa.
Soy muy feliz con lo que hago, me podía haber retirado hace muchos años de esto, pero
¿Notas el cariño de la gente?
De todo el mundo, no tiene precio., estoy superorgulloso. Para mí es un orgullo.
“Y yo presumo de ser amigo de Jim”, dice Eduardo.
No puede haber mejor colofón para esta entrevista, entre Palas de Rei y Melide. En casa de Jesús Graña, su familia, sus amigos, sus trabajadores y su gente. En donde nace el deporte, el origen, y donde nacen los sentimientos que salen del corazón y donde se alcanzan muchos sueños.