El Colegio Esclavas de La Coruña forma parte de la Fundación Educativa ACI, creada en el año 2013, que agrupa a 15 colegios de toda España. Dicha fundación pertenece a la congregación de Las Esclavas del SCJ, presente en la ciudad desde el año 1888.
Tras una primera etapa de apenas 10 años, en la que fundaron un pequeño colegio en la calle Juana de Vega, las Esclavas abandonaron la ciudad, no siendo hasta el año 1939 cuando volvieron para instalarse ya de forma definitiva. Ocuparon primero un pequeño edificio en la calle Teresa Herrera, enfrente del antiguo Colegio Marista, y fue ya en 1948 cuando se trasladaron al nuevo edificio, en su ubicación actual, construido sobre el antiguo campo de fútbol de Riazor.
Las Esclavas ocupan desde entonces un lugar emblemático al lado de la rotonda, otorgando una forma inconfundible al perfil de la ciudad.
Gran reforma
Hace ya 10 años, la comunidad de Hnas. Esclavas dejó la ciudad para instalarse en otros puntos de España. Toda la zona ocupada por ellas fue entonces cedida al colegio, quedando a disposición del centro grandes espacios por reformar que permitieron soñar con muchas nuevas posibilidades.
Largos años de reformas han dado lugar al colegio de hoy en día, renovado y adaptado a las nuevas pedagogías, con planta de talleres, laboratorios, estudio de radio y audiovisual, biblioteca, aulas modulares e intercomunicadas y amplios espacios polivalentes para fomentar el trabajo autónomo y multidisciplinar del alumnado.
Desde que comenzó su andadura, con un grupo reducido de alumnas de entre 4 y 8 años, el colegio ha sido testigo de muchas leyes educativas que han ido moldeando los programas de enseñanza y adaptándolos a la sociedad de cada época. En los años 80 el colegio recibe a los primeros cursos mixtos, al tiempo que llega el concierto educativo y las aulas se llenan con las generaciones del baby boom. En 2010 llega el plurilingüismo, con tantas y tantas iniciativas alrededor: Proyecto educativo plurilingüe, Estudios en el extranjero (Irlanda, Canadá), Intercambios lingüísticos (Francia, Canadá), Bachillerato dual, Auxiliar de conversación… Y también el Proyecto digital y PALE, Productora audiovisual de Las Esclavas, motor de muchos proyectos y merecedora de numerosos galardones durante estos años.
En 2016 el Colegio recibe el Sello de Vida Saludable otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en reconocimiento al conjunto de iniciativas puestas en marcha desde el centro para fomentar la actividad física y deportiva y la adquisición de hábitos de vida y alimentación saludables. Dicho sello se convierte en seña de identidad y está presente de forma transversal en muchas de las iniciativas del centro: comedor con cocina “in situ”, programa “Conoce tu deporte”, propuesta de “Meriendas saludables” y “Club healthy” para las meriendas de infantil y primaria, programas de “Psicomotricidad” y “Nadar es vida”, propuesta de “Patios dinámicos” para fomentar la actividad física durante el tiempo de recreo, programa de movilidad “Esclavas se mueve en bici”... Llega el Bachillerato y se busca la excelencia en la educación de futuros médicos, matemáticos, informáticos, empresarios… que comparten sus logros con sus antiguos profesores en sus visitas al colegio. Pero ante todo en las Esclavas se educan personas, con su propio proyecto de vida, y desde el colegio se sienten profundamente orgullosos decada uno de ellos.
Pedagogía del corazón
Y de trasfondo siempre su propia esencia, la “Pedagogía del corazón”, aquella que recuerda la importancia de educar desde el corazón, pues “un niño que no se siente querido no está preparado para aprender”. Las Esclavas educan acompañando, de manera individualizada y ayudando a cada uno de sus niños y niñas a descubrir su vocación, su propio camino hacia la felicidad.
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