El delantero deportivista Quique González, diagnosticado con una rotura fibrilar de grado I en el bíceps femoral derecho, no tomó parte en el entrenamiento de ayer, por lo que está descartado para desplazarse a Elche esta tarde con el primer equipo blanquiazul.
En principio y a tenor de las probaturas tácticas efectuadas por el cuerpo técnico de José Luis Martí, su relevo podría ser Borja Valle, capacitado para jugar de segunda punta.
A falta de 48 horas para el trascendental Elche-Deportivo, el míster blanquiazul no dosificó a sus futbolistas y, en efecto, diseñó una exigente sesión preparatoria —bajo unas temperaturas que sobrepasaron los 30 grados— en la que primó el rigor táctico.
Además de Quique González tampoco pudieron estar con el grupo el lesionado de larga duración Michael Krohn-Dehli, así como el defensa Iñigo López, investigado por un presunto caso de apuestas deportivas ilegales.
Un día de pruebas
El entrenador blanquiazul comenzó la jornada incidiendo en la solidez defensiva, con diversos ejercicios de basculaciones y salida de balón desde atrás.
José Luis Martí es consciente de que no encajar a domicilio mañana ante el Elche allanaría más que nunca una posible victoria, fundamental para seguir con aspiraciones en la Liga.
Aunque no dio pistas con un posible once inicial, la retaguardia volverá a corresponder, salvo sorpresa mayúscula, a Duarte y Marí como centrales, flanqueados por Bóveda en la derecha y Saúl en la izquierda.
El técnico mallorquín pretende concedió —como en él es habitual— relevancia especial al balón, con un enfrentamiento bajo un formato de once contra once en el que los futbolistas más adelantados fueron Carlos Fernández en el equipo con petos y Borja Valle en el contrario.
Antes de poner punto y final a un día intenso, el Deportivo efectuó un ejercicio de finalizaciones, con el objetivo de optimizar la puntería de los jugadores más avanzados.
