A Riazor, casi mediado el campeonato, el Sporting llegaba cuarto. El Dépor lo recibía, en aquella 16ª jornada, desde una inquietante décimo séptima posición. Nueve puntos les separaban. Y les siguieron separando, porque el choque acabó con empate a un gol. Era solamente el cuarto partido con Óscar Gilsanz a los mandos del conjunto blanquiazul. El escenario, veinte partidos después, ha cambiado mucho para ambos. El Deportivo ya está salvado matemáticamente con sus 53 puntos. Al Sporting, que suma 47, aún lo persigue, aunque a cierta distancia, el fantasma del descenso.
Parecía que los gijoneses, en su octava campaña seguida en la categoría de plata, apuntaban al regreso a la división de honor. Nada más lejos de la realidad. Porque solo fueron capaces de ganar 2 de los 18 partidos posteriores al empate en A Coruña. El segundo de ellos, vital, porque el fantasma, encarnado en el Eldense, le pisaba los talones. Los rojiblancos vencieron en el Nuevo Pepico Amat (1-2) en un partido que, de haber perdido, les habría situado en puestos de descenso en favor de los alicantinos. Ese triunfo salvador llegó en el debut de Asier Garitano, técnico con un amplio y exitoso bagaje en la división de plata. La racha negativa trituró a Rubén Albés, el vigués que ya dirigió con éxito en la segunda categoría a Lugo y Albacete.
El entrenador guipuzcoano cuenta con la novedad en la convocatoria de César Gelabert, que podría volver a la titularidad tras perderse el duelo ante el Castellón por molestias. Unas molestias musculares, apartan esta vez del equipo gijonés a Jonathan Dubasin, su segundo máximo goleador con 8 dianas. Garitano tampoco podrá contar con Eric Curbelo, Carlos Dotor, Jordy Caicedo y Jesús Bernal. Sí estará su máximo goleador, el colombiano con pasado blanquiazul Juan Ferney Otero, autor de 19 goles con el Fabril en Tercera en la campaña 2015-16. También podrá contar con otro de sus pilares, también exblanquiazul y coruñés. Róber Pier cumple su segunda campaña en Gijón, asentado en la titularidad, después de siete temporadas —cinco de ellas en Primera— en el Levante.
¿Y qué pasa con el Dépor? Con el objetivo de la permanencia certificado tras la segunda goleada del curso ante el Albacete y el sueño del playoff —a 9 puntos con 12 por jugar— como una quimera, Óscar Gilsanz tiene trabajo abundante. Primero, para montar un equipo competitivo. Después, para convencerlo de pelear por nada. La motivación clasificatoria es nula. Las bajas son numerosas. Aún encima, el técnico betanceiro no podrá dar minutos a los alumnos aventajados de la cantera, porque Fabril y Juvenil A los necesitan para buscar el salto a Primera RFEF y el título nacional de la categoría, respectivamente.
Gilsanz al menos recupera a Nuke Mfulu y Denis Genreau, que se perdieron la visita del Albacete por sanción. El regreso del congoleño y el australiano le permitirá dar un respiro a José Ángel, uno de los ejes de su esquema, que lleva meses forzando la máquina con problemas de pubis. El sevillano no estará en Gijón —tampoco los lesionados Barcia, Gauto y Mella—para tratar de recuperarse, ya poniendo la vista en el próximo curso. Cristian Herrera podría repetir titularidad en el extremo derecho y Jaime en el centro de la defensa. El gaditano, pese a su tanto en propia meta, hizo un buen partido ante los manchegos. En ataque, todo apunta al regreso de Barbero, con esa idea de disponer de una variante para la salida de balón en largo en los partidos lejos de Riazor.