“Estamos en el camino, pero todos necesitamos victorias y alegrías para reforzar las sensaciones”, manifestaba Imanol Idiakez ante el partido de esta tarde contra el Celta Fortuna en Riazor. Hoy es el día marcado para que el Deportivo estrene, por fin, su casillero de triunfos en casa, porque lo contrario supondría permitir que la sombra de la duda siga creciendo hasta el punto de que empiecen a temblar los cimientos del proyecto que lidera el técnico donostiarra.
La desventaja respecto al liderato ya es lo suficientemente amplia como para descolgarse aún más de la pelea por el ascenso directo, motivo por el que la victoria es el único objetivo válido frente al filial del eterno rival. Un Celta Fortuna que no sabe lo que es ganar a domicilio este curso, mientras los coruñeses han empatado sus tres duelos como locales.
El talentoso e irrepetible Djalminha será homenajeado antes del partido en el césped de Riazor. A ver si su magia sirve de impulso para lograr ese ansiado y necesario triunfo.
Cuatro jornadas encadena el Depor sin ganar y aún escuece esa primera derrota sufrida el pasado domingo, cuando el Fuenlabrada dio la vuelta al marcador en su estadio en los tres últimos minutos (2-1).
“El que a estas alturas inicie el debate sobre el entrenador del Deportivo, que se haga responsable de ese debate. Si me van a juzgar por seis semanas, además, con todo lo que ha pasado...”, avisaba Idiakez. Pues si hoy no ganan al filial celeste, quizá sí haya debate.
Hasta ahora, el Depor ha vivido de las sensaciones, de esa superioridad exhibida sobre sus rivales en los seis primeros encuentros de liga, pero los números muestran un balance de un solo triunfo y un juego que ha ido decreciendo a medida que ha avanzado el campeonato.
Propuestas similares
Los planteamientos especulativos y conservadores, con defensas cerradas y súper pobladas, que han presentado la mayoría de los adversarios se le han atragantado al conjunto coruñés. En ese sentido, hoy le espera un rival totalmente distinto, un equipo con una propuesta similar a la del Deportivo, un conjunto, dirigido con buena mano por el técnico Claudio Giráldez, que quiere la pelota, tener el dominio del juego y que apuesta por un fútbol valiente y vistoso. Talento y futuro hay en el Celta Fortuna, pero como sucede en los filiales, esa juventud e inexperiencia le convierten en un equipo imprevisible y con mayor facilidad para los despistes.
La enfermería no concede un respiro a Imanol Idiakez en este arranque de curso y, además de Yeremay —al que aún le restan dos o tres semanas para reaparecer— y Barbero, el entrenador donostiarra pierde a Balenziaga, que se lesionó en Fuenlabrada, y Pablo Muñoz, que sufrió una lesión en el aductor durante el entrenamiento del jueves.
En el lado positivo, la recuperación de Ximo Navarro, tras perderse las dos últimas jornadas por lesión, quien podría desplazar a Paris Adot al banquillo para formar en el lateral derecho. En ese caso, Dani Barcia cubriría la baja de Balenziaga en el costado izquierdo. La otra alternativa que maneja el estratega deportivista es mantener a Paris en la derecha y desplazar a Ximo a la izquierda.
Tampoco se descarta que el técnico introduzca variantes en ataque ante la falta de acierto en el remate hasta ahora.
