El Deportivo no compite desde que se impuso a la Cultural Leonesa y no juega en Riazor desde el choque de Copa con Osasuna. Esta semana, el equipo trabajó en la Ciudad Deportiva de Abegondo hasta que ayer se trasladó al Estadio Abanca-Riazor para ejercitarse a puerta cerrada y volver a sintonizar con el municipal herculino antes de estrenar 2022 en esa superficie con el partido que enfrentará a los blanquiazules con el Talavera este mediodía.
Será la primera cita de un mes atípico a nivel de competición, ya que la próxima semana no hay liga y en cambio, se acumularán los encuentros en la parte final del mes.
Ayer por la mañana, tras un calentamiento con rondos, Borja Jiménez dispuso en la sesión de trabajo un partido a mitad de campo y un ensayo de acciones a balón parado para que todo esté preparado para la cita con el Talavera.
Los blanquiazules intentarán dar continuidad a la recta final de 2021 en la apertura de 2022 y meter presión al Racing de Santander, que juega por la tarde.