El Deportivo inició su periplo por tercera campaña seguida en Primera Federación de forma extraña, ya que comenzó en la jornada dos, pues en la uno se medía a un DUX que fue expulsado por no presentar las licencias y aval en tiempo.
El cuadro blanquiazul, que no pudo traer a Lucas, firmó a Max Svensson, Kuki Zalzar y Pablo Martínez al cierre de mercado, además de otorgarle a Yeremay ficha del primer equipo. Tras tenerlo apartado, acabó, además, rescindiendo a Héctor Hernández.
El secretario técnico, Carlos Rosende, avaló que el plantel tenía todas las cualidades para subir y que habían fichado a jugadores más experimentados (13 futbolistas nuevos y 14 bajas).
Un equipo muy cambiado, que firmaba tres victorias (ante Linense, en la jornada dos, Talavera, ascendido desde Segunda Federación, y AD Mérida) y tablas contra Celta B y Pontevedra. Un comienzo irregular para los de Borja Jiménez, ratificado a finales de mes por el presidente, Antonio Couceiro.
El Deportivo plantaba dentro de la valla de la Ciudad Deportiva tuyas. Su emplazamiento, en el campo en el que suele ejercitar el equipo, dificultaba seguir el entrenamiento no solo por parte de los profesionales que cubrían la información del club, sino también por los aficionados coruñeses.
Uno de los capitanes del Deportivo e indiscutible en el arco, Ian Mackay, renovaba su compromiso con el Depor un curso más, hasta 2024. La pasada campaña solo se había
perdido dos partidos, uno de ellos por lesión y otro por decisión técnica, en la última jornada ante Unionistas.