Todo iba bien. Nada parecía que iba a poder interponerse entre Pablo Vázquez y uno de esos retos individuales que todo buen competidor se pone como secundarios una vez conseguido el colectivo y, por lo tanto, principal. El central blanquiazul está protagonizando una temporada sobresaliente en su regreso a Segunda y tiene todavía la oportunidad de firmar uno de esos logros que está al alcance de muy pocos jugadores de campo: completar una Liga entera como titular.

Esta empresa, cuya dificultad es mayor si tenemos en cuenta la duración de una Segunda División que sigue anclada en las 42 jornadas, pende de un hilo porque son muchos los imprevistos que acechan a cualquiera durante el curso. Una lesión aquí, una sanción allá… incluso una leve molestia en una semana de tres encuentros es suficiente para interrumpir una racha que este año solo han podido mantener dos futbolistas hasta el momento: el propio Vázquez y Gorrotxategi, del Mirandés.

Ningún otro jugador sin guantes está en disposición de ganar esta carrera en la que ambos van mano a mano, con el añadido mérito que tiene el deportivista por haber terminado todos esos encuentros sin ser sustituido. Apenas se ha dejado unos minutos en el tintero, ante el Castellón en la primera vuelta después de notar unos fuertes calambres que lo obligaron a retirarse del terreno de juego a unos instantes del pitido final con el encuentro ya decidido.

Peligro reciente

La gesta de Pablo Vázquez estaba teniendo el bonus de hacerlo sorteando la acumulación de tarjetas desde la posición de central. La suficiencia del valenciano le estaba permitiendo rendir a alto nivel sin necesidad de ser excesivamente duro y hasta hace unas semanas había acumulado únicamente dos amarillas. Durante la primera vuelta solo fue amonestado en una ocasión, precisamente en ese duelo con el Castellón. La otra, en febrero, en una de las excepciones en las que no estuvo bien, la derrota ante el Eldense en la que cometió el penalti que rompió el 0-0 en el marcador. Y así llegó hasta finales de abril, donde de forma consecutiva fue advertido frente al Tenerife y al Racing de Santander para entrar en esa alerta amarilla que hace peligrar su particular marathón. Cuatro jornadas lo separan de un reto que además de durabilidad, ahora exige medirse al máximo.

Lo cierto es que la campaña ha sido especialmente limpia para el Dépor, que en ocasiones se ha mostrado incluso excesivamente blando a nivel colectivo. El equipo blanquiazul es el menos ‘tarjeteado’ de Segunda con únicamente 62 recibidas en 38 partidos. Solo cinco futbolistas (Obrador, Lucas, Barcia, José Ángel y Mfulu) han cumplido sanción por acumulación y, además del citado Pablo Vázquez, hay otros cuatro apercibidos para el tramo final: Mario Soriano, Pablo Martínez, Petxarroman y Ximo.

Jaime completa el pleno de titularidades en la primera plantilla

Han tenido que pasar 38 jornadas, pero el Deportivo puede decir, por fin, que todos los futbolistas que integran actualmente la primera plantilla han sido titulares en esta Liga de Segunda División. El último en unirse al grupo fue Jaime, cuya participación está siendo de las más bajas entre los futbolistas blanquiazules. El central andaluz no se estrenó de inicio hasta el pasado domingo, cuando fue de la partida junto a Pablo Vázquez para superar la barrera de los 100 minutos en este curso.

De esta forma, el círculo se cierra con las 26 piezas del tablero que maneja Gilsanz habiendo tenido la oportunidad de comenzar un partido de Liga. Jaime se queda en la reducida mesa de una titularidad en el que también están Charlie Patiño, Hugo Rama y Denis Genreau. En el siguiente escalón están Diego Gómez, Gauto y un Germán Parreño que no ha vuelto a jugar un partido desde la segunda jornada en la derrota ante el Huesca, aunque fue titular en Copa.

En el otro extremo, además del pleno de Pablo Vázquez (38), el top 5 lo completan Helton Leite (36), que relevó al arquero alicantino y ya nadie pudo moverlo, Mario Soriano (35), Yeremay (34) y David Mella (32). Todo hace indicar que en este último peldaño habrá sorpasso de Diego Villares (31) al extremo, baja para lo que resta de curso. Ningún otro jugador deportivista ha alcanzado la treintena.