Los porqués del regreso de Jairo Noriega
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Los porqués del regreso de Jairo Noriega

Los porqués del regreso de Jairo Noriega
Jairo Noriega, en un partido con el Ourense CF

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Sobrado de calidad con el balón en los pies, zurdo y siempre con la cabeza erguida. Jairo Noriega había sido, desde su ingreso en el club siendo benjamín, uno de los grandes señalados por todos los que siguen la cantera blanquiazul. 

 

Año tras año, el centrocampista coruñés coleccionaba expectativas. Era uno de los ‘elegidos’ dentro de una generación de 2003 que coleccionaba a otros grandes talentos como Dani Barcia, Trilli y Noel López, pero también Hugo Novoa o Álvaro Carreras, que ‘volaron’ antes siquiera de llegar al penúltimo peldaño.  

 

Dio igual. Sin Novoa y Carreras, el Deportivo fue capaz de proclamarse campeón nacional en juveniles. A los mandos, un Jairo Noriega que no pudo disfrutar de la final a cuatro por una lesión que le obligó a ver desde el perímetro del terreno de juego cómo sus compañeros vencían a Real Madrid y Barcelona incluso sin el súper talento de Yeremay Hernández, del 2002, pero ausente de los planes de Gilsanz aquellos días en Marbella como castigo por una indisciplina.

 

Mientras Trilli y Noel se convertían extraoficialmente en jugadores del primer equipo, Noriega se ganó el salto al Fabril junto a otros todavía juveniles como Dani Barcia, Mario Nájera o Brais Suárez. Más allá del premio de poder competir ya contra ‘mayores’ en Tercera, esa temporada 2021-22 escondía el premio de poder vestir la camiseta del Deportivo por Europa. Aunque fuese en la Youth League. Pero Jairo encadenó problemas físicos y apenas pudo disfrutar de la experiencia. No fue hasta final de ese curso cuando comenzó a hacerse un hueco de verdad en el Fabril, equipo en el que fue uno de los líderes al curso siguiente para ascender a Segunda Federación

 

En su tercer curso en el filial, Noriega se estrenó en la cuarta categoría sumando casi 2.200 minutos. Titular indiscutible para Gilsanz, Jairo era el chico para todo de esa medular. ¿Que jugaban tres? El podía ser el pivote más posicional o uno de los dos interiores. ¿Que se jugaba con doble pivote? Ahí estaba Jairo. ¿Que era necesario que participase como enganche? Sin problema.

 

El centrocampista herculino acababa contrato con el Deportivo ese 30 de junio de 2024. Y tras conseguir la permanencia como recién ascendido, entendía que su etapa en el Fabril había terminado. Noriega y su entorno veían ya como paso natural saltar al primer equipo, pero el Dépor entendía que todavía necesitaba madurar un poco más. Un acuerdo que parecía casi hecho no llegó y todo acabó con el futbolista saliendo por primera vez del club de su vida para buscarse fuera las habichuelas.

 

El paso acertado

Noriega no tuvo prisa para encontrar destino. Se pensó su siguiente movimiento. Y priorizó un lugar cerca de casa pero que le permitiese jugar en una categoría superior a la del Fabril. Todas esas condiciones las reunía el Ourense CF, un equipo recién llegado en el que confiaba en tener minutos.

 

Los acabó teniendo, pero no fue fácil para él. Llegó cerca del inicio de liga y con una pretemporada específica e individual, no común a la del resto de sus compañeros. Tampoco parecía la mejor para Noriega la idea de Rubén Domínguez, que le dio apenas 170 minutos en las primeras nueve jornadas —en dos empezó en el once—. 

 

Entonces, el ourensano fue destituido. Y tras un par de fechas con Adrian Abalo como interino sin que su situación tampoco evolucionase demasiado, llegó Pablo López. El técnico que no solo lo conocía de muchas tardes en Abegondo, sino que lo cambió todo.

 

Jairo noriega metrics final
Comparativa de las métricas de Jairo Noriega con las del resto de centrocampistas y mediapuntas en Primera Federación (2024-25)

 

Jairo fue suplente en el primer partido de López en el banco. Pero a partir de la jornada  13, consiguió 20 titularidades de 25 posibles con las que acabó superando los 1.900 minutos. Lo hizo ya lejos de la línea defensiva de su equipo, pues Pablo López lo fue haciendo evolucionar de ese mediocentro indefinido que podía jugar en todas las alturas hacia un mediapunta no solo capaz de recibir entre líneas, sino de llegar con mucha asiduidad al área.

 

Noriega fue, en muchos partidos, prácticamente un segundo punta. De hecho, en fase defensiva ejerció como tal. El Ourense solía apostar por estructurarse en un 4-4-2 en el que Noriega adquiría una altura similar a la del ariete. Sin demasiada capacidad de recorrido ni necesidad de ello, Pablo López pedía a Jairo trabajo defensivo desde su capacidad para tapar líneas de pase orientando la presión. Utilizar más la cabeza que las piernas, algo que siempre se le ha dado mejor.

 

Ahí, en esa primera línea de presión —aunque con la obligación de juntarse a los dos mediocentros si el rival progresaba—, López apartaba a Jairo de zonas donde es fundamental ser ganador de duelos defensivos. 
Esa mejoría sin balón a la hora no solo de vencer en choques, sino de disputar más —apenas promedió 3,5 duelos defensivos por partido— apunta a ser su siguiente evolución para dar un paso más, pues en lo que sí ha crecido el fino jugador herculino ha sido en su trascendencia con pelota. Menos acciones, pero más decisivas. Menos pedirla al pie y más atacar el espacio.

 

Principalmente tendiendo hacia el carril izquierdo para atacar la profundidad, ha sido muy habitual ver cómo Jairo trazaba rupturas para pisar área —ha duplicado su acciones dentro de esa zona con respecto a su último curso en el Fabril—. Sin ser rápido, sí ha destacado en esa faceta gracias a su buen timing de desmarque, a su zancada larga y a su habilidad para temporizar con el balón y amagar. Cuando a otros se le nubla la vista, Jairo encuenta la luz.

 

Jairo Mapa de Calor
Mapa de calor de Jairo en la temporada 2024-25

 

Esa tendencia a ir al espacio y una mayor capacidad para repetir esfuerzos han sido los grandes puntos de mejora de un futbolista que, con el salto de categoría, no ha perdido su capacidad para retener el balón y darle continuidad al juego.

 

Lejos de venir a pedir la pelota abajo, Jairo fue capaz de sujetarse y encontrar espacios para recibir entre líneas como mediapunta en Ourense. Sin demasiada capacidad de giro bajo presión, pero sí con la clarividencia suficiente como para encontrar siempre la combinación acertada. El fútbol está en su cabeza y en su pie izquierdo, capaz de dibujar el pase en tiempo y forma correctas

 

Por eso el Deportivo entendía que no podía dejar escapar de nuevo, tras su gran curso, a un talento formado en casa y que todavía con 22 años, quizá tendrá que seguir fogueándose bajo la tutela de Pablo López en Ferrol. Aunque la salida de Hugo Rama le abre un espacio, pero el atasco en la zona del ‘10’, el nuevo hogar de Noriega, es alto. Una cesión es el siguiente paso probable. Todo sea para terminar de estar preparado para el fútbol profesional.  

Los porqués del regreso de Jairo Noriega

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