El paso adelante de Diego Villares
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El paso adelante de Diego Villares

El paso adelante de Diego Villares
Diego Villares, en pretemporada | FERNANDO FERNÁNDEZ

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Al chico tímido de Vilalba, que llegó al Fabril sin hacer ruido y subió al primer equipo prácticamente de refilón le toca dar un paso adelante. Diego Villares afronta por primera vez un inicio de curso como capitán del equipo matriz del Deportivo.

 

El mediocentro lucense nunca había tenido la oportunidad de recibir el Teresa Herrera de manos de las autoridades, como sí puede suceder mañana sábado, en lo que no deja de ser una metáfora del cambio de estatus para el ‘8’ deportivista.

 

Sin Álex Bergantiños, sin Ian Mackay y sin Lucas Pérez, Diego Villares estaba llamado a ser el siguiente en el escalafón. Y su oportunidad ha llegado. En realidad, ya lo hizo el pasado mes de enero, cuando el Dépor y Lucas llegaron a un acuerdo para separar sus caminos. Pero ahora, Diego debe mandar desde el inicio. Y debe hacerlo sin la compañía de ‘pesos pesados’ en el vestuario deportivista como Pablo Martínez, Jaime Sánchez o un Pablo Vázquez que trataba de elevar el listón de exigencia de todos desde su ejemplo. "Ahí tuve una ayuda importante por parte del resto de capitanes. Al final son gente que tiene muchas tablas. Entonces eso para mí, que era más novato en ese aspecto, pues me ayuda y les estoy muy agradecido", reconocía el mediocentro en una entrevista en DXT Campeón preguntado por su capitanía.
 

“‘Villi’ es coraje y es pasion. Seguramente no habla todo lo que me gustaría, pero cada uno es como es. Yo le quiero inculcar eso, que tiene que hablar y mandar”, apuntaba en la mañana de este viernes Antonio Hidalgo acerca del particular liderazgo del vilalbés. Con su declaración, el técnico evidenció su gusto por portavoces comunicativos y vehementes, que no lideren única y exclusivamente desde el buen hacer silencioso.
 

“La llegada de Loureiro y Gragera nos ha dado eso también porque siempre digo que la palabra empuja muchísimo”, añadió el preparador en referencia a esa pérdida de liderazgo dentro de la caseta que el club trata de recuperar. Exigiendo más a los que ya estaban, pero también incorporando de fuera futbolistas con ese carácter acaudillado tan necesario dentro del campo y en el día a día grupal.

 


Consolidado

A sus 29 años, Villares busca dar el paso adelante definitivo como paladín del vestuario y, así, elevar su posición ‘espiritual’ a la altura de la trascendencia que ya tiene sobre el césped.

 

En el verde, el centrocampista acabó siendo uno de los mejores futbolistas del Deportivo en la segunda vuelta del pasado curso. Todo después de una primera mitad de campeonato en la que le costó adaptarse a la exigencia de una Segunda en la que debutaba.

 

De hecho, en ese tramo inicial de curso, tan solo los problemas físicos de Nuke Mfulu y José Ángel Jurado le permitieron encadenar titularidades que su rendimiento no demandaban.

 

Todo cambió tras las vacaciones de invierno. Jurado regresó, Soriano se instaló en la mediapunta y el Deportivo comenzó a desarrollar una identidad en la que Villares ejercía de nuevo en ese rol de llegador que también le viene a sus condiciones.

 

“Le vemos en posiciones en las que tácticamente es bueno. Le vemos en esa posición de ida y de vuelta, en ese ‘8’, porque es un jugador de moverse. Evidentemente es muy importante para nosotros”, explica Hidalgo, que siempre ha tenido gusto y ha sacado rendimiento de los centrocampistas con pulmones para ir y venir, como él mismo era como futbolista. De área propia, a área rival. ‘Box to box’.
 

Adri Cuevas destacó en su Sabadell de Segunda B y Segunda. También lo hizo el pasado curso Iker Kortajarena en el Huesca que, con Hidalgo a los mandos, rozó el playoff de ascenso.
 

Ahora le toca a Villares, que comenzó la pretemporada como pivote posicional, pero al que el fichaje de Gragera y el asentamiento de Patiño —a falta de que José Ángel regrese también— le han devuelto esa libertad para subir y bajar.  Sin Riki Rodríguez ni demasiada prisa en incorporarlo y con Denis Genreau más fuera que dentro, la pista al completo es para Diego. Le toca a él dar el paso.

El paso adelante de Diego Villares

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