El lunes se confirmó un secreto a voces con la salida de Gilsanz y el martes a primera hora se ha confirmado otro: Antonio Hidalgo es el nuevo entrenador del Deportivo. El club blanquiazul ha anunciado el fichaje del técnico catalán, que firma por una temporada con opción a otra en función de objetivos. Hidalgo será presentado este miércoles a las 11:00 horas en la sala de prensa de Riazor, donde detallará el proceso que le ha llevado a convertirse en el timonel del proyecto deportivista para la 2025-26.

De primeras, la nota oficial de la entidad coruñesa apunta que Hidalgo "se incorpora al Club con plena convicción en el proyecto deportivo, ilusionado por formar parte de una etapa ambiciosa y compartida de crecimiento". No es esa la única aportación del equipo de comunicación blanquiazul, que se deshace en elogios hacia su nuevo inquilino. "Hidalgo destaca por su capacidad para construir equipos sólidos y ordenados. En la temporada 2023-24, su trabajo al frente de la SD Huesca convirtió al equipo en el menos goleado de la categoría y el más eficaz en acciones a balón parado. Técnico adaptable y meticuloso, ha sabido aplicar diferentes sistemas en función del perfil de su plantilla, combinando orden táctico con soluciones ofensivas efectivas".

Prosigue la información con loas a sus capacidades como gestor de grupos. "Su liderazgo es exigente, claro y cercano, con una atención especial al plano psicológico del jugador. Defiende la fortaleza mental como factor decisivo en el alto rendimiento y trabaja activamente en motivar al futbolista desde la confianza y el compromiso. El nuevo técnico deportivista destaca también por optimizar el rendimiento de las plantillas, como ha dejado patente en su etapa en la SD Huesca. Sin ir más lejos, esta última temporada firmó una racha de 14 partidos consecutivos sin conocer la derrota con el club oscense". 

Un técnico hecho a sí mismo

A sus 45 años, Antonio Hidalgo puede presumir ya de una trayectoria sólida en los banquillos, a lo que suma una amplia experiencia previa como futbolista.  Su primera aventura en los banquillos la hizo en casa, en el Granollers, al que logró salvar en Tercera División. Fue entonces cuando despegó. Primero como asistente de, curiosamente, un técnico que recientemente ocupó el lugar que él ocupará ahora. Se fue a Chipre para acompañar a Imanol Idiakez en su primera aventura en el AEK Larnaca.

En 2019 inició su carrera en solitario, de nuevo como bombero, acudiendo al rescate del Sabadell, el que fuera su último club como futbolista. Lo salvó tras una mala temporada en Segunda B y al año siguiente acabó subiendo a Segunda en la temporada que terminó en diferido por la pandemia.

Fue al año siguiente cuando tuvo su primero contacto con la categoría, aunque con desenlace amargo. El catalán completó el curso en el banquillo arlequinado, pero terminó descendiendo de nuevo al barro. A pesar de eso, el club confió en él, aunque apenas duró 13 partidos hasta ser destituido con el equipo en descenso. 

Vuelta a empezar

No tuvo problemas en empezar de nuevo desde la casilla de salida. Hidalgo probó entonces la experiencia de dirigir a un filial al tomar las riendas del Sevilla Atlético en Segunda Federación. También en una situación incómoda, ya que el segundo equipo sevillista marchaba colista tras un nefasto arranque en las primeras siete jornadas. No fue impedimento para un nuevo logro del joven técnico, que terminó logrando la permanencia al tiempo que seguía puliendo figuras como Carlos Álvarez, que hace unas semanas le dio al Levante el ascenso a Primera.

Su buen hacer no pasó inadvertido para nadie, aunque donde mostraron más valor para apostar por él fue en Huesca. El club aragonés estaba hundido en la clasificación tras los primeros meses de la clasificación y decidió subir a Hidalgo dos categorías como recurso de emergencia. El atrevimiento acabó dando réditos. La reacción en El Alcoraz fue inmediata y el equipo terminó salvándose. Este curso, después de un verano muy ajetreado con numerosos problemas en la configuración de la plantilla, ha vuelto a lograr cómodamente la permanencia, objetivo inicial del club, aunque finalmente se quedó corto en la carrera por el playoff después de estar todo el año en la zona noble.