Este miércoles, el Real Club Deportivo detendrá por un momento su marcha hacia el futuro para mirar con gratitud hacia el pasado. En el Estadio de Riazor, escenario de tantos sueños, alegrías y también desvelos, el club rendirá homenaje a aquellos que llevan cincuenta años de fidelidad ininterrumpida como abonados.

Como cada temporada, el Dépor celebrará su particular tributo a estos Socios de Oro, con un emotivo acto en el que se les hará entrega de la Insignia de Oro del club, así como un diploma y la nueva camiseta dorada conmemorativa por los 25 años de la Liga.

El evento arrancará con la llegada de los homenajeados y sus acompañantes a las entrañas de Riazor, el templo en el que tantos momentos han animado al Deportivo. Desde ahí, caminarán hasta la zona situada frente a los banquillos, donde les aguardará una ceremonia cargada de emoción y memoria.

Uno de los momentos más especiales llegará con la presencia de varios exjugadores del Dépor de la temporada 1974-75, la misma en la que estos socios comenzaron su travesía como abonados. Estarán nombres que son historia viva del club: Richard Moar (245 partidos), Belló (253), Alfonso Castro (280), Pousada (197), Cobas (52), Pardo I (194), Pepe Vales (122), Piña (340), Traba (297 partidos y 108 goles) y Oregui, que, aunque no llegó a debutar en partido oficial con el primer equipo, formó parte de la plantilla durante tres temporadas y jugó 49 encuentros con el Fabril. Ellos serán los encargados de entregar las distinciones a quienes durante cinco décadas compartieron el viaje con el Dépor, en las buenas, las malas y las peores.

El acto contará con la presencia institucional del presidente Juan Carlos Escotet, la vicepresidenta Michelle Clemente Escotet y el consejero delegado Massimo Benassi, que acompañarán a los homenajeados en un día imborrable. El consejero y exjugador Carlos Ballesta, integrante de aquel equipo de mediados de los años setenta, será el encargado de abrir la ceremonia con unas palabras que prometen conectar el ayer con el hoy. Cerrará el acto el propio Escotet, dirigiéndose a los presentes en nombre del club que todos comparten.

Será, sin duda, una jornada para el recuerdo. Un homenaje merecido a quienes han sostenido al Dépor en su caminar durante cinco décadas, a golpe de corazón y de pasión.