Óscar Gilsanz ha transformado al Dépor en un equipo que sabe adelantarse en el marcador y gestionar la ventaja con cierta solvencia. El betanceiro ha logrado que el Dépor se pusiera por delante en siete de los diez partidos que ha dirigido, un cambio radical respecto a los doce duelos con Imanol Idiakez, donde los blanquiazules solo se adelantaron dos veces.
Pese a desperdiciar la ventaja ante Zaragoza y Málaga, Gilsanz ha demostrado tener un plan claro para tratar de proteger los resultados y, como señaló tras el 0-1 en Burgos, quiere convencer a sus jugadores de la importancia de saber sufrir: “Esto le da confianza al equipo para saber que hay momentos en los que ese trabajo cerca de la portería es bueno para conseguir puntos”.
Es el momento de repasar la gestión que ha hecho el Dépor de Gilsanz en cada partido que se ha puesto por delante.
- Cartagena-Dépor (1-5). Yeremay golpeó pronto y el equipo coruñés no tuvo que hacer otra cosa que seguir el plan inicial para destrozar a un pobre rival. Mella lideró a un Dépor dañino en cada ataque y, además, funcionó el balón parado. El Cartagena quiso reaccionar con un triple cambio, pero el Dépor, que en el descanso dejó en el vestuario a los tocados Ximo y Escudero, se puso incluso 0-3. El cuadro blanquiazul pasó los peores momentos tras el 1-3, pero Gilsanz metió a Petxarroman por Mella para hacer un doble lateral en la derecha y consiguió detener el empuje local e incluso golear.
- Dépor-Eibar (1-0). El gol de Mario Soriano llegó tan cerca del final, en el tiempo añadido, que el Deportivo solo tuvo que aguantar el resultado durante tres minutos, aunque sin posibilidad de hacer cambios.
- Cádiz-Dépor (2-4). El Deportivo se puso por delante en tres ocasiones en la visita al Nuevo Mirandilla: 0-1, 1-2 y 2-3. El Cádiz reaccionó rápido las dos primeras veces, pero el conjunto coruñés demostró personalidad para mantener, y ampliar, la ventaja tras el 2-3 incluso con un jugador menos por la expulsión de Mella. Lucas, autor de un hat-trick, lideró la victoria, pero Gilsanz tocó ciertas teclas para tratar de amarrar la renta en los minutos finales. Hizo cuatro cambios tras el 2-3 y plantó un 1-4-4-1 con piernas frescas, doble lateral en la derecha con Ximo y Petxa y el central Jaime como pivote.
- Dépor-Zaragoza (1-1). A pesar de mantener la ventaja lograda por Soriano en el minuto 7 hasta casi el final del choque, fue uno de los partidos en los que el Dépor gestionó peor su renta. La falta de acierto visitante fue la única explicación al resultado favorable hasta el minuto 90+2. La banda izquierda blanquiazul fue una autopista. Escudero se emparejaba con Aketxe, que se metía hacia dentro, y Yeremay no seguía al lateral Luna, que se cansó de llegar a línea de fondo. Gilsanz trató de tapar esa fuga con un doble lateral en la izquierda (Escudero y Obrador), pero ni así. Ya en la recta final, el betanceiro optó por formar una línea de cinco atrás con la entrada de Jaime como tercer central, pero el 1-1 se originó en la banda de un Obrador que entró desorientado al encuentro.
- Dépor-Castellón (5-1). La gestión de la ventaja ante el Castellón fue cosa de Mella. A pesar del 0-1 de Douglas, el canterano se encargó de castigar el juego kamikaze de los visitantes con dos goles y sus arrancadas letales. Funcionó el plan inicial, salvo por el tanto inicial, y Barbero y Escudero también tuvieron un papel importante en la goleada blanquiazul. Triunfo sin paliativos.
- Málaga-Dépor (1-1). Tras el gol de Yeremay en el 67, el Málaga pasó a jugar con tres defensas y acumuló un carro de hombres ofensivos sobre el césped como Aarón Ochoa, Antoñito Cordero, Rahmani, Dioni y Chupe. La respuesta de Gilsanz fue mantener el 1-4-2-3-1, aunque con ajustes como la entrada de Jaime como pivote y Davo en punta. Sin embargo, el Dépor sufrió de lo lindo debido al desgaste físico, a la falta de amenaza de sus atacantes y a las bajas de jugadores clave como Lucas y Barbero. Incapaz de avanzar metros de forma consistente ni de finalizar jugadas, el equipo coruñés fue cediendo terreno, lo que culminó en el 1-1 de Chupe después de un error de Davo al inicio de un ataque.
- Burgos-Dépor (0-1). El Burgos reaccionó al gol de Soriano en el 69 cambiando de un 1-4-2-3-1 a un 1-4-4-2, sumando dos puntas (Fer Niño y Edu Espiau) y refrescando sus bandas con Sancris y Ojeda. El Dépor mantuvo su 1-4-2-3-1 hasta el 85, cuando Gilsanz optó por una línea de tres centrales (1-5-4-1) para proteger el resultado, con el tridente Mella-Lucas-Yeremay para salir a la contra. Aunque el Burgos generó varias ocasiones en el tramo final, el Dépor se mostró más ordenado y compacto que en Málaga, aprendiendo de los errores de La Rosaleda y aguantó el resultado gracias al trabajo colectivo, especialmente de sus jugadores ofensivos, como señaló Gilsanz.