Restan nueve jornadas de liga y aunque el Deportivo observa al Alcorcón desde atrás, con una desventaja de tres puntos, depende de sí mismo para lograr el ascenso directo. Un privilegio que Lucas Pérez tiene claro que no pueden "dejar escapar".
"Quedan tan pocos partidos y cuando los objetivos no están cumplidos, los equipos se convierten en más peligrosos, no te van a regalar nada, no es fácil ganar, sacar los puntos, así que esperamos un partido de mucho duelos, de tener que ganar los duelos individuales, estar acertados lo máximo posible en la parte de arriba y aprovechar las ocasiones que tengamos, pero igual esperamos una cosa en el minuto 1 y en el 2 cambia, porque el fútbol es impredecible. Pero vamos con las ideas claras, conseguir un buen resultado, encadenar dos victorias seguidas porque no estuvimos contentos con los dos partidos seguidos que tuvimos antes de la victoria con el Celta B. El objetivo está ahí y no lo podemos dejar escapar", manifestó el delantero coruñés en la rueda de prensa que ha ofrecido esta mañana en Abegondo.
El artillero de Monelos tiene tan claro que deben centrarse únicamente en ellos, que ni siquiera le preocupa que el Depor sea el equipo de la parte alta de la clasificación al que le resta un calendario más complicado en el final de temporada.
"No me fijo en esas cosas. El calendario que tenemos ya lo sabíamos a principio de temporada, lo sabemos ahora y no hay que fijarse en eso, sino en qué debemos mejorar. Dependemos de nosotros mismos y eso es lo que nos tiene que quedar claro. Fuera de casa tenemos que demostrar que tenemos que cuajar un gran partido y ganar para conseguir el objetivo. No hay que pensar si al Alcorcón le quedan más o menos, o al Racing o al Castilla o a los otros equipos que están arriba, sino pensar en nosotros mismos. Ése es el camino que debemos seguir, pensar en nosotros y si sacamos nuestros partidos, por ahí pasa el objetivo", señaló.
Aunque reconoce que los partidos a domicilio se les están atragantando, no considera que los peores números fuera de Riazor se deban a una falta de agresividad o un mayor conformismo lejos de casa.
"En todos los partidos que llevo aquí el Depor ha salido a intentar mandar y llevar el partido, pero ellos tienen sus armas y hay partidos en los que los equipos rivales nos apretaban mucho, nos buscaban las espaldas y en algunos nos hicieron daño, pero tenemos que contrarrestar sus virtudes y esta semana estamos trabajando para ello. No puedes afrontar todos de la misma manera porque no todos juegan igual contra el Depor, cada uno tiene sus métodos y depende de los jugadores de cada club. Pero el Depor siempre ha ido a demostrar que quiere la victoria desde el primer momento, pero está claro que fuera de casa no nos está yendo bien y tenemos que cambiar la manera de jugar o algo. A ver si este fin de semana podemos conseguir tres puntos importantísimos para poder seguir en la pelea", analizó.
A la pregunta de cómo pueden mejorar a domicilio, respondió: " Lo que hay que hacer es lo que llevamos haciendo todas las semanas, que es que afrontamos todos los partidos saliendo a ganar, pero no es lo mismo jugar en Riazor que fuera de casa. Es una espina que tenemos que intentar remediar, y ahora tenemos que mantener esta racha con la victoria del pasado domingo en casa, tenemos que dar un plus fuera de casa, volcarnos un poco más para ser más ofensivos y hacer más daño a los equipos rivales, pero jugamos contra otro equipo, viene el Depor, ellos se juegan la permanencia y van a salir a ganar ante su afición y eso es un plus para los equipos a los que nos enfrentamos".
Lucas abrió el camino del triunfo de la pasada jornada frente al Celta B con un golazo, su séptimo tanto del curso con la camiseta blanquiazul.
"Bien por el gol a nivel personal y porque venía de una semana fastidiado y son tres puntos más. Pero mientras el objetivo no esté conseguido, hay que seguir en esta línea, que es ganar", comentó.
"Ya me encuentro mucho mejor. Estuve tres días con bastante fiebre, pero muy contento por llegar al partido. Yo pensaba que podía llegar porque hablé con los doctores y me dijeron que tenía que estar tranquilo, que la fiebre iba a bajar. Me encontré mejor el sábado y el domingo ya estuve bien. Al principio del partido me encontré más débil, pero lo importante es que pude jugar y al final salió todo bien", sentenció.
