El expresidente del Deportivo Augusto César Lendoiro aseguró que el conjunto gallego, con la decisión de destituir a Borja Jiménez como técnico del equipo después de siete jornadas de Primera Federación, "podó la rama", pero sigue teniendo el "mal en la raíz".
"Lo de Borja era un secreto a voces, una muerte anunciada tras la derrota ante el Albacete y una semana de dudas de los que deciden. Iniciaba esta temporada 'vendido', salvo brillantes resultados, porque alguno creyó que podía servirles de escudo. Craso error. A dos meses de 'tomar el turrón' desapareció el escudo", indicó Lendoiro en un artículo que remitió a Efe.
El que fuera dirigente blanquiazul entre 1988 y 2014 reconoció que Jiménez no le "gustaba como entrenador" y expuso que, después de haber sumado doce puntos de veintiuno posibles, el Consejo de Administración del Deportivo "debía elegir entre apostar por dar confianza" a su primer técnico "y esperar a enero para adoptar las medidas correctoras de la plantilla o tomar decisiones drásticas".
El conjunto coruñés optó por destituir al entrenador y, en opinión de Lendoiro, con esa decisión se hace "responsable total de la situación" al técnico saliente y se obvia "la que le pueda corresponder por la configuración de la plantilla a director y secretario técnico y otros a los que les gusta jugar a técnicos".
El expresidente advirtió de que "alguien tendría que justificar cuestiones que son difíciles de entender", ya que, según él, el Deportivo presenta "carencias más que preocupantes en un equipo hecho para ascender", entre ellas, "un punta de alto nivel" para la categoría.
"Alguna responsabilidad habrá que repartir y no imputar todos los fallos a Borja, salvo que se nos diga que ha sido él quien ha diseñado una plantilla en la que no solo echo en falta puntas, sino desborde en las bandas y un 'cabeza de área', sustituto natural del eterno Álex (Bergantiños), al tiempo que un día se nos explique lo de Héctor (Hernández), indemnizado, titular indiscutible el pasado año y que hoy echamos muy en falta", relató.
Lendoiro aseguró que lo que ha pasado "es un toque de atención general, porque el árbol blanquiazul está enfermo de verdad y, aunque se podó una rama importante, alguno se ha olvidado, o se ha querido olvidar, que la enfermedad, que el mal grave, está en la raíz".
Lendoiro cree que el Dépor podó la "rama" pero "el mal está en la raíz"
