El partido del Deportivo en el Nuevo Los Cármenes dejó la reaparición de Ximo Navarro  como una de las notas destacadas en clave blanquiazul. El lateral derecho disputó los últimos minutos frente al Granada, en lo que supuso su primer encuentro oficial tras casi cinco meses de ausencia. Su entrada en el minuto 76, en sustitución de Arnau Comas, llamó la atención no tanto por su peso dentro de la plantilla, sino porque hasta entonces no había acumulado ni un solo minuto en toda la preparación veraniega.

Ximo había quedado al margen durante toda la serie de amistosos. No jugó frente a Compostela, Ourense CF, Watford, Middlesbrough, Oviedo ni Le Havre. Una lesión muscular a comienzos de la pretemporada lo apartó del trabajo colectivo, lo que incluso le impidió entrar en la convocatoria para la gira inglesa. Una circunstancia que contrastó con la de otro futbolista tocado, como José Ángel, que sí formó parte del desplazamiento, aunque tampoco llegase a competir.

La ausencia de Ximo Navarro se prolongó mucho más allá de la preparación veraniega. El lateral llevaba 146 días sin pisar el césped en partido oficial. Su último encuentro se remontaba al 23 de marzo de 2025 en Riazor frente al Cartagena. En aquella tarde sufrió dos fracturas en las apófisis transversas lumbares tras una caída en el despeje que desembocó en su expulsión. Esa grave dolencia le obligó a dar por terminada la campaña 2024-25 antes de tiempo.

Superada la larga recuperación, los contratiempos musculares aparecidos en verano retrasaron todavía más su vuelta, lo que parecía dejar en el aire el inicio de curso para el jugador. Sin embargo, Hidalgo quiso acelerar su reintegración y le entregó los primeros minutos de la temporada en Granada. Situado en el lateral derecho, tuvo que responder a un par de envites del joven Samu Cortés, que acababa de ingresar en el campo. No obstante, el Dépor no sufrió y supo conservar la ventaja.

José Ángel, el único tocado

El regreso de Ximo Navarro reduce la nómina de futbolistas lesionados en el Dépor, que se queda con un solo nombre en la enfermería: José Ángel. El mediocentro andaluz arrastra un problema muscular que lo mantiene al margen desde la pasada semana. Durante varios entrenamientos ya había trabajado en solitario y el 14 de agosto el club confirmó que padecía una lesión en el muslo derecho.

Este contratiempo nada tiene que ver con la pubalgia que obligó al futbolista a pasar por el quirófano a finales de mayo. Aquella operación retrasó su incorporación a la dinámica del grupo y, aunque su evolución era positiva, este nuevo problema frenó su proceso de readaptación a la competición.

Por ese motivo, el centrocampista no viajó a Granada y su regreso todavía se hará esperar. Salvo giro inesperado, se perderá también el duelo de la segunda jornada contra el Burgos en Riazor y probablemente el de la tercera en Butarque frente al Leganés. De momento, sigue con trabajo individualizado y su vuelta dependerá de cómo responda en los próximos días a la carga de entrenamientos.