Marzo era el mes en el que el Depor certificaría si en la segunda fase de la liga 2020-21 pelearía por subir a Segunda División o, por el contrario, se vería obligado a luchar por no bajar a Segunda RFEF.
El inicio fue esperanzador. Si hacía falta confianza, tras el desastroso febrero que complicó mucho las aspiraciones de los blanquiazules, ya el día 2 de marzo, el nuevo presidente, Antonio Couceiro, ofrecía su primera rueda de prensa y enviaba un mensaje de tranquilidad al entorno.
El dirigente aseguraba que el nuevo Consejo pretendía sentar las bases de un club “estable, solvente y fuerte”.
El 7 de marzo, el Depor, instalado en el sexto puesto con 20 puntos, recibía al Pontevedra, con dos puntos menos en la séptima plaza que suponía el descenso automático a la Segunda RFEF y tener que pelear en la segunda fase de la liga por no caer una categoría más. Se trataba de un duelo clave para ambos. Y el conjunto coruñés respondió.
Un golazo de Keko en el minuto 5 del partido disputado en Riazor y dos paradones de Lucho García permitieron a los coruñeses llevarse el triunfo (1-0) y disponer de una vida extra a falta de dos jornadas para el cierre de la primera fase.
EN LA ORILLA
El Depor acabó cuarto de su grupo, a un punto de la tercera posición
Miku era uno de los deportivistas más discutidos. Los problemas físicos condicionaron la temporada del atacante, que no había sido capaz de estrenar su cuenta goleadora, pese a jugar nueve partidos.
El 14 de marzo, la escuadra blanquiazul visitó el Municipal de Barreiro obligado a ganar al Celta B para mantener vivas sus opciones de alcanzar la tercera plaza. Además, todavía escocía esa derrota en Riazor (1-2) en la penúltima jornada de la primera vuelta que había supuesto el inicio de la crisis.
El cuadro coruñés protagonizó su mejor partido de la temporada y Miku recuperó su ‘instinto asesino’ con un ‘hat-trick’. El venezolano marcó los tres tantos de la victoria (0-3), que permitía a los coruñeses afrontar el último encuentro de la primera fase a un punto de la tercera posición.
Fuera del plano deportivo, el 16 de marzo se conoció que los dos policías que arrestaron el 5 agosto de 2020 al capitán del Deportivo, Álex Bergantiños, serían investigados por presunta detención ilegal del jugador, según ordenó la sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña y confirmó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
Bergantiños fue detenido en plena calle, cerca de su domicilio por la presunta comisión de un delito de corrupción entre particulares en el ámbito del deporte tras hacerse público un audio que envió a un grupo privado de WhatsApp, con sus compañeros de vestuario, sobre el partido aplazado entre su equipo y el Fuenlabrada.
El 28 de marzo, el Depor tenía que ganar al Zamora en Riazor, y lo hizo (2-0). Pero para ser tercero, Unionistas tenía que perder o el Celta B no pasar del empate. Los vigueses ganaron al Coruxo (1-2) y los salmantinos empataron con el Racing de Ferrol. Los coruñeses acabaron en el cuarto puesto.