Fran Escribá, despedido este miércoles como entrenador del Granada a apenas unos días de visitar al Deportivo en Riazor, ha considerado su destitución como la más “incomprensible” de su carrera y ha apuntado que se ha encontrado “mil problemas” durante su etapa al frente del equipo.
En declaraciones recogidas por EFE, el técnico destacó que llegó "en una situación complicada en el ámbito social y deportivo", y, a pesar de ello, él y su cuerpo técnico la revirtieron "bien". "No estoy satisfecho, pero nos hemos encontrado con muchas trabas”, dijo Escribá en su rueda de prensa de despedida.
El entrenador recordó que han sumado “53 puntos en 33 jornadas, estando entre los seis primeros en esas jornadas”. “Es la destitución más incomprensible de mi carrera, no tiene sentido futbolístico. Se expone la cabeza del entrenador para tapar las carencias de otros, no es justo. Nos hemos encontrado mil problemas por el camino”, sentenció.
“Lo entendería a falta de tres meses, no a falta de tres jornadas”, añadió el técnico, quien explicó que “después del partido ante el Córdoba (derrota por 5-0) sintió que “había gente" que les "quería fuera y han esperado el momento oportuno”.
Escribá se encontró a su llegada “un grupo receptivo pero poco unido” y en Navidad tuvo que hacer frente a “dos problemas gordos con dos jugadores que querían irse”. “Quería que (Myrto) Uzuni se quedara pero se quedó el que queríamos que se fuera (en referencia al camerunés Martin Hongla). No se respetó la decisión del cuerpo técnico”, apuntó.
Precisamente sobre el delantero albanés explicó que su marcha fue "decisiva para que el equipo hubiese estado arriba" e incluso llegó a reconocer que con el ariete en plantilla, el Granada habría "peleado por el ascenso directo”.
Por último, sobre su sustituto, José Rojo ‘Pacheta’, afirmó que “viene un excelente entrenador y puede conseguir perfectamente el objetivo”, y además destacó que es “muy cercano y preparado” y “un acierto” su fichaje.
Escribá deja el club séptimo, a tres puntos del playoff. Su destitución llega después de perder 0-2 contra el Eibar, en la que fue la segunda derrota consecutiva del equipo nazarí.