Pablo Vázquez no tiene la puerta de salida abierta, pero sí. Así lo dejó entrever Fernando Soriano durante su comparecencia de esta mañana para presentar a Antonio Hidalgo. El director de fútbol explicó que club y futbolista se reunieron y que en la conversación, él mismo fue “muy claro” con Vázquez. Sin especificarlo con rotundidad, reconoció que si el de Gandía decide seguir en el Dépor perderá peso en su actual rol de plantilla, aunque insistió en que no le pidió que se buscase otro equipo para el próximo curso. 
 

“Me dicen que ha salido que está en el mercado. Tiene un año de contrato. He hablado con él muy claro —a veces, quizá, demasiado claro—. Con Pablo fuimos clarísimos. Último año de contrato, después de una temporada discreta, tanto para él como para todos, sobre todo para mí. Debemos intentar mejorar. Pero en ningún momento se le ha dicho que tenga que salir. Y lo repito: no le he dicho que tiene que salir”, apuntó, concretamente, Soriano.
 

Resulta curiosa la valoración del director de fútbol con respecto al rendimiento de Vázquez -aunque trató de englobar hacer extensivo el calificativo a todo el club-, pues el defensor ha sido uno de sus fichajes más exitosos en estos dos años que lleva en el cargo. El ex del Cartagena llegó el pasado verano como una apuesta importante. De hecho, el Dépor le ofreció un contrato de tres años y unos buenos emolumentos para, así, superar propuestas de otros clubes de Segunda División y atar a medio-largo plazo a un futbolista que fue clave para el ascenso, pero al que no le ha pesado el salto de categoría.
 

A sus 30 años -cumplirá 31 en octubre-, el zaguero ha firmado una de sus mejores temporadas de su vida, si no la mejor. El 2024-25 ha sido un curso en el que disputó los 42 partidos y solo la suplencia del último encuentro ante el Elche le impidió participar en todos los minutos de liga y firmar un récord histórico.

A una amenaza en el balón parado ofensivo que no ha sido tan poderosa como en Primera Federación pero ha seguido existiendo (2 dianas), ha añadido buenas prestaciones a la hora de liderar la defensa tanto con Idiakez como con Gilsanz. No todo ha sido bueno, pues sobre todo entre los meses de enero y febrero tuvo su pico más bajo -cometió varios errores grotescos- dentro de una solvente campaña.