A las puertas de un ‘Ironman’ extraordinario. Pablo Vázquez no pudo completar un registro casi tan inhumano como la prueba de triatlón que mide la resistencia a nado, bicicleta y pie en distancias que desafían los límites del cuerpo.
En el último partido de una temporada tan larga como una maratón y después de haber sido titular en las 41 etapas anteriores, el central valenciano se quedó sin un registro al alcance de muy pocos. Se le esfumó de entre la yema de los dedos. Vázquez perdió ante el Elche no solo la oportunidad de ser titular en las 42 jornadas de liga, sino también de disputar todos los minutos de la temporada.
Pablo afrontaba la última posta acariciando ambos hitos. En su impoluta hoja de registro tan solo figuraba el asterisco de los instantes finales del duelo ante el Castellón en casa, en el que tuvo que abandonar el campo por una pequeña lesión que se quedó en nada. Al no haber ya cambios, no fue sustituido, un hecho que condujo a que en la estadística sumase 90 minutos. Esa cifra, unida a su omnipresencia en el resto de encuentros, le permitían afrontar este duelo final, en la práctica, con el pleno a mano.
Vázquez había sido indiscutible en las 12 primeras fechas del curso para un Idiakez con el que se convirtió en capitán general de la defensa del Deportivo del ascenso en su primera temporada en A Coruña. Capital también tras el relevo en el banquillo. Óscar Gilsanz le mantuvo sus galones como el líder de la zaga en 29 partidos. Pero en el trigésimo y definitivo, todo se torció.
“Pablo venía arrastrando unas pequeñas molestias que le impedían jugar. Entendíamos que por la situación de partido introdujimos a Martínez. Jaime estaba en un buen momento y decidimos que fuesen la pareja de centrales”, apuntó Gilsanz en rueda de prensa para explicar la sorpresiva ausencia de Vázquez. Unas dolencias físicas que no fueron excusa, eso sí, para que disputase los últimos minutos del encuentro.
De este modo, el central de Gandía se quedó sin la posibilidad de anotarse en su currículum una marca extraordinaria, síntoma de una sobresaliente disponibilidad física durante diez meses. No es fácil evitar pasar por la enfermería durante todo un curso liguero, como tampoco lo es alcanzar la excelsa regularidad en el rendimiento que ha marcado el curso del ‘15’ deportivista.
En su cuarta temporada con participación en Segunda División y después de un año lejos de la categoría de plata, el valenciano apenas ha tenido descensos de nivel. No le pesó a Pablo el salto desde una Primera Federación que se le quedaba tan pequeña como amplio era su margen de mejora en Segunda, por lo visto hasta la fecha en sus etapas en Alcorcón y Cartagena.
Sin embargo, ‘PaVa’ estuvo a la altura. Eso se reflejó no solo en sensaciones subjetivas, sino también en hechos tangibles como fueron su capacidad para competir sin cargarse de amarillas. Acabó la liga con solo cuatro, las dos últimas vistas a finales de abril contra el Tenerife y el Racing de Santander. Un expediente sin sanciones siendo central en un equipo que, en muchas ocasiones, exigía a sus últimos defensores jugar al filo de la navaja. Otro de los porqués de su continuidad.
Ayer, no fue hasta el minuto 72 del encuentro, ya con 0-3, cuando Gilsanz decidió que entrase en el césped, casi más como parte del homenaje de despedida a Pablo Martínez, a quien abrazó con la complicidad que ha ido fabricando superar dificultades a su lado en estos dos años. El partido estaba perdido. El récord, también.
No logró culminar la hazaña Vázquez al ser condenado a la suplencia en el último peldaño. Se quedó, de este modo, con participaciones en todos los encuentros de liga, pero sin el pleno de titularidades y de minutos.
Nunca antes había jugado tanto Pablo. Su récord estaba en los 38 encuentros del pasado curso en el Deportivo, club en el que ha alcanzado su plenitud después de una carrera de altibajos en la que ha tenido que pelear por afianzarse en cada peldaño. Alcanzada ya la treintena, Vázquez se ha afianzado como un central de plata.
Así, el futbolista llegado del Cartagena en 2023 se quedó sin la medalla de haber disputado todos los encuentros de liga como titular, un mérito que podía haber compartido con Jon Gorrotxategi. El mediocentro del Mirandés ha sido el único jugador de campo que ha acabado la liga regular con pleno de titularidades. Con la de ayer en Cartagena, sumó las 42. Sin embargo, estaba lejos de haber jugado hasta el final de cada partido, como sí había sucedido con el defensor deportivista.
Sin embargo, a Vázquez le queda el consuelo de haber sido el futbolista -sin contar porteros- con más minutos disputados este curso de toda la Liga Hypermotion. Sin contar tiempos añadidos y restando los escasos segundos que no estuvo en el campo en la citada goleada ante el Castellón el 19 de diciembre, Vázquez ha sumado 3.705 minutos. Son casi 300 más de los que acumuló el pasado curso y ocho más que los de ‘Gorrotxa’ (3.697), a quien Lisci sustituyó ayer en el 57.
Pablo Vázquez se quedó a las puertas de un registro prácticamente imposible de alcanzar. Pero su suplencia no empaña el mérito del hombre de hierro.