Deportivo 2-2 Celta
El Deportivo no podrá revalidar el título de División de Honor Juvenil después de quedarse corto en su reacción en el ‘miniderbi’ disputado en Abegondo ante el Celta. Un inicio nefasto hipotecó las opciones de victoria del equipo coruñés, que reforzado por los Mella, Jairo, Nájera y Brais, habituales en el Fabril, logró empatar pero no pudo completar la remontada. De este modo, el Celta, con cuatro puntos de ventaja y tres partidos por jugarse, tiene prácticamente el trofeo de campeón en su mano.
El primer cuarto de hora de partido fue para olvidar para el Deportivo. El Celta se puso 0-2 casi sin inmutarse gracias a los fallos de los defensores blanquiazules en las dos jugadas de los goles. En el minuto 8, un pase largo de Manuel Fernández cogió mal colocado a Álex González y el lateral izquierdo solo pudo peinar el cuero poniéndoselo en bandeja a Jesús Ares. El atacante celeste dejó en evidencia a Mauro por velocidad y batió por alto a Brais Suárez.
El 0-2 llegó en el minuto 14 después de que Quique Teijo fuera demasiado contemplativo con Hugo Álvarez. Dejó al extremo vigués entrar en el área y tras varios rechaces le cayó el esférico a Álvaro Santos. El punta miró de reojo, le tendió una trampa a Seydi y el central picó. Penalti riguroso porque Seydi toca balón, aunque también golpea a un Álvaro con ganas de caerse. Brais Suárez tocó con los pies el lanzamiento de Damián pero el balón acabó en la red. 0-2.
El Depor parecía no haberse presentado todavía al partido. Errores de precisión y concentración ante un Celta dañino a la contra con velocidad tanto en sus carrileros como en sus atacantes (1-3-4-3). Mientras, el equipo coruñés se encomendaba a Jairo, pivote del 1-4-3-3 que presentó Manuel Pablo, para dar algo de sentido y consistencia a su juego.
A ritmo de Jairo
En el minuto 18 llegó la primera acción de peligro local en un contragolpe iniciado por Rubén, mejorado con un taconazo de Martín Ochoa, acelerado con una carrera de Mella y errado con un zurdazo alto de Nájera.
Poco a poco Jairo se fue adueñando del esférico. La ‘Roomba’ del Depor, siempre alerta, en movimiento y dispuesto a pulir cualquier jugada, se echó el equipo a su espalda con alguna ayuda esporádica del imprevisible Mella, el verso libre de este Depor. Jairo fue el origen de la ocasión más clara de los blanquiazules. Vio un pase entre líneas que nadie más había visto y Nájera lo mejoró todavía más con un taconazo que dejó solo a Diego Gómez. El ourensano falló ante César pero mandó el rechace en dirección a portería. Martín Ochoa estaba dispuesto a remachar pero un defensa del Celta salvó bajo palos. Ni esa.
Los últimos minutos de la primera parte dejaron un sabor todavía más preocupante para el Depor, con algunos gestos de desesperación, brazos abiertos y cierta desidia en el repliegue en algunas de las veloces contras del Celta, que se fue con 0-2 al descanso y media liga en el bolsillo sin haber hecho nada del otro mundo.
‘Mellazo’
Sin embargo, a Mella le da igual el contexto de los partidos. Su constancia en el intento es una de sus mayores virtudes y le hace ser una de las grandes promesas de la cantera del Depor. Y lo volvió a demostrar en el inicio de la segunda mitad cuando recibió el balón en el círculo central y decidió irse a la guerra contra un puñado de rivales. Varios amagos y regates después, todos ellos siempre a máxima velocidad, el balón acabó en la portería tras un derechazo raso y tenso. El Depor había vuelto al partido y quién sabía en ese momento si a la liga.
La reacción ya era una realidad y la confirmó un centro de Álex González que cabeceó Martín Ochoa y despejó César con una parada espectacular. Con el Celta encerrado en su área, Mauro se atrevió con un potente disparo que se estrelló en el palo. A la siguiente no perdonó. Segundos después, el central se desquitó rematando de cabeza a la red un córner botado por Mella, quien hoy también recibió la noticia de su convocatoria por la selección española sub-17 para disputar en mayo el Europeo.
El empate y una sucesión de disputas prendieron al Depor y a la grada. Nájera probó una vez más los reflejos de César mientras que el partido ya se jugaba exclusivamente en campo del Celta. Sin embargo, las interrupciones por los cambios frenaron la inercia blanquiazul y el derbi se fue apagando entre la precipitación local y la madurez visitante para dejar la liga en bandeja para el Celta.
