Desde hace ya unas temporadas, y en una tendencia cada vez más marcada, el pelotón de Segunda División tiene varios grupos bien marcados. Como sucede también en otros ámbitos de la sociedad, son las posibilidades económicas las que delimitan las fronteras entre los diferentes estratos. Y eso en la categoría de plata coloca en la cabeza a los equipos que descienden de Primera División.
Lo vivió el propio Deportivo en su día, en su anterior etapa en el segundo escalón del fútbol nacional, con el seguro de descenso convirtiéndose en un término familiar para los seguidores blanquiazules que permitió, entre otras cosas, quedarse con Fede Cartabia o pagar la cláusula de rescisión de Quique González para sacarlo de Osasuna. Con las estrecheces financieras recientes, esa red de seguridad resulta más importante todavía, aunque no todos los clubs son capaces de manejarse en la abundancia. Y un ejemplo perfecto de eso son este año Almería, Granada y Cádiz. Nunca es fácil ascender y la Liga Hypermotion es un campo de minas con trampas en cada esquina, pero la 2024-25 está siendo un calvario para los gigantes que bajaron al infierno.
De todas formas, en muchas jornadas el talento que el dinero les permite comprar es suficiente para sacar los partidos adelante. Bien lo atestigua el Almería y los cerca de 30 goles que ya suma Luis Suárez, un Uzuni que superó la docena en media temporada en el Granada antes de aprovechar una oportunidad en el mercado de invierno para marcharse a la MLS, o el Cádiz, al que Ontiveros le ha sacado las castañas del fuego en más de una ocasión. No siempre es suficiente, claro. Sobre todo cuando ese talento se encuentra con bloques sólidos y bien trabajados que contrarrestan con oficio la diferencia de quilates. Y ahí es donde el Deportivo se ha revelado como uno de los mejores David contra los tres Goliat de este curso.
Con la distorsión temporal que siempre producen los recientemente adoptados calendarios asimétricos, el Granada visitará Riazor ocho meses después del empate en Los Cármenes (1-1) para cerrar la serie de partidos del equipo blanquiazul contra los rivales que el año pasado perdieron su sitio en la élite. Entre esos pequeños retos que Gilsanz y los suyos deben buscar para no caer en la monotonía de un final de temporada sin alicientes, el duelo con el cuadro nazarí presenta la oportunidad de terminar la Liga como la escuadra que ha conseguido hacer más puntos contra ellos.
Hasta el momento, el Dépor ha completado ya sus dos encuentros contra Cádiz y Almería, los cuatro con el entrenador de Betanzos en el banquillo. Y no se le ha dado para nada mal. Frente al conjunto amarillo logró sobre la bocina hace unas semanas la importante victoria con el sello de Mario Soriano que daba tranquilidad en la carrera por huir del descenso. Del significado de los puntos, al gran impacto emocional que tuvo el enfrentamiento de la primera vuelta en el Nuevo Mirandilla. Aquel duelo quedará, al menos hasta nuevo aviso, como la última gran actuación de Lucas Pérez con la camiseta deportivista. El coruñés firmó un espectacular hat-trick delante de la que había sido también su afición y que terminó ovacionándolo cuando el árbitro pitó el final del encuentro con 2-4 en el marcador.
Frente al Almería también hubo fiesta, en este caso en Riazor. En media hora brillante, el cuadro coruñés atropelló a uno de los grandes aspirantes con tres goles que supo gestionar a lo largo del encuentro antes de que Luis Suárez hiciera el del honor en el descuento. Fue la forma en la que el vestuario blanquiazul devolvió la moneda de la ida, en la que hasta ahora ha sido la única derrota frente a un transatlántico. Para ello tuvieron que juntarse en un mismo partido las bajas de Yeremay, Lucas Pérez y David Mella. El único partido de la temporada en el que ni Idiakez ni Gilsanz pudieron contar con ninguno de los tres atacantes (no ha sucedido tampoco más adelante si intercambiamos al ‘7’ por un Mario Soriano que lo ha jugado todo en la segunda vuelta). Tampoco estuvo Ximo Navarro y Barcia acudió mermado a la cita antes de acabar rompiéndose para una lesión que lo apartó de los terrenos de juego dos meses. En aquel partido, con Gauto, Hugo Rama y Cristian Herrera acompañando a Barbero, el Dépor dio la cara y compitió bien, sobre todo en la primera mitad, pero la pegada del rival y la ausencia de mordiente propia provocaron el 2-1 final para el equipo que dirige Rubi.
El Granada será uno de esos rivales a los que el preparador betanceiro se enfrentará por primera vez. Idiakez fue el que estuvo en el banquillo en la cuarta jornada, en un partido que se repitió en varias ocasiones en ese inicio de temporada en el que al técnico vasco no le acompañó la fortuna. Después de un primer tiempo de claro dominio local con gol en propia de Pablo Martínez, el Deportivo se rehizo tras el descanso y acumuló méritos suficientes para llevarse el duelo, pero la remontada se quedó a medias con el único gol de Lucas Pérez tras una asistencia de Yeremay, un taconazo de genio sobre la línea de fondo.
De esta forma, el conjunto coruñés es ahora mismo el tercer equipo que más puntos ha sumado frente a Almería, Cádiz y Granada. Con cinco enfrentamientos y a falta del de este sábado en Riazor, el Dépor registra diez puntos con tres victorias, un empate y una derrota. Solo lo mejoran el Levante, que ya ha completado la serie con un balance final de once puntos, y el Eibar. El cuadro armero se ha confirmado como el auténtico matagigantes del curso, superando invicto todos los cara a cara gracias a tres victorias y tres empates.
Los 13 puntos que aspira a sumar el equipo blanquiazul en este parcial en el estreno de Pacheta en el banquillo rojiblanco serían el techo de Segunda. Pero es que con lo sumado hasta el momento, apenas hay equipos que puedan mejorar ya lo conseguido por el Dépor. El único que tiene opción de superar el botín arrebatado a los más ricos es el Huesca, al que le queda visitar Cádiz en la penúltima jornada, pero que acumula nueve puntos en cinco partidos. Otros equipos que están peleando por el ascenso, como el Mirandés o el Racing de Santander, apenas han podido rascar victorias, aunque también es cierto que al conjunto cántabro le queda un duro examen final en su camino hacia Primera visitando al Almería este domingo y recibiendo al Granada en la última jornada.
Esa fortaleza contra los más poderosos contrasta con los problemas que, salvo excepciones, el conjunto herculino ha tenido para sacar puntos contra los últimos en la tabla. El único pleno ha sido ante el Racing de Ferrol, pero se dejó dos puntos ante el Cartagena y no fue capaz de ganarle al Tenerife ni al Eldense.