El Deportivo volvió a tropezar en la misma piedra en Riazor. La falta de acierto en los últimos metros evitó de nuevo una victoria blanquiazul en casa, esta vez ante un Eldense que sí aprovechó sus escasas llegadas. Jorquera golpeó primero de cabeza (0-1) y Bouldini respondió también de testa (1-1) en un encuentro con innumerables llegadas del Dépor culminadas de forma defectuosa.
- Búsqueda de la tecla en ataque: Idiakez mantuvo la línea defensiva de las dos anteriores porterías a cero consecutivas, pero volvió a realizar cambios arriba para dar con la fórmula del gol. Villares al banquillo, vuelta de Soriano al doble pivote, regreso de Yeremay al once tras su cita con la sub-21 y Bouldini por Barbero en el ‘9’. La consecuencia fue un control total del balón y un dominio territorial sobre un Eldense que aceptó de buen grado su condición de equipo contragolpeador.
- Unos necesitan poco y otros, mucho: A pesar del buen inicio local, inclinado hacia la banda izquierda con el triángulo formado por Obrador, Soriano y Yeremay, el Eldense fue la antítesis del Dépor en el arranque liguero: Solo dos llegadas en toda la primera mitad, pero un poste (Alan Godoy) y un gol. Joel Jorquera estuvo más avispado que Ximo y cabeceó a la red un centro de Bernal. El 0-1 no cambió el panorama, de sobra conocido para el deportivisimo. El equipo de Idiakez necesitó de nuevo generar un volumen exagerado de llegadas para marcar. Esta vez el gol lo puso Bouldini, con un cabezazo a un centro medido de Lucas, pero la lista de ocasiones en la primera parte volvió a ser totalmente desequilibrada para el marcador existente: Disparo de Yeremay despejado por Ian Mackay, vaselina fallida de Bouldini, jugadón de Soriano mal culminado, tiro alto de Lucas, chut de Mella al poste, falta de Lucas rozando el palo… Un 'déjà vu' consolidado en Riazor.
- Menos control: El guion se mantuvo tras el descanso, aunque poco a poco el Dépor fue perdiendo la capacidad para robar alto y someter a su rival. Villares entró por un tocado Mfulu. Aun así, Yeremay y especialmente un descoordinado Bouldini tuvieron opciones para marcar. El equipo de Idiakez acumuló un sinfín de llegadas y tiros, aunque Mackay apenas tuvo que intervenir para sacar una buena mano a Yeremay. El descontrol se apoderó de la recta final de encuentro, en la que Helton salvó el 1-2 a tiro de Ortuño. Cristian Herrera, que entró al campo junto a Barbero, también pudo ser el héroe, pero el arreón final del Dépor se quedó sin la recompensa del gol. Ninguna novedad.