Al RC Deportivo se le siguen atragantando los duelos de máxima rivalidad gallega en la división de bronce en las tres últimas campañas.
No en vano, ayer tampoco pudo sumar de tres en tres ante el Pontevedra (1-1), sellando una nueva igualada que equilibra sus registros en los derbis desde la campaña 20-21, con cinco triunfos, cinco empates y cinco derrotas.
En el choque de ayer en el estadio de Riazor salió a relucir la cara más grisácea del juego colectivo de la escuadra de Borja Jiménez, incapaz de generar peligro en los últimos metros.
Bajo el calor de más de 18.000 fieles, los deportivistas siguen sin encandilar y por momentos dieron la impresión de ser una formación poco trabajada en ataque.
Con siete puntos en la tabla de un total de nueve posibles, el Depor debe afinar su puesta a punto de cara a otro choque de rivalidad como el del próximo fin de semana en Vigo frente al Celta B.
Soriano, salvador
Tal y como aconteció con el Linense apareció la figura de Mario Soriano con el marcador en contra, esta vez para rescatar un punto tras la consecución del 1-1 a cargo del canterano del Atlético de Madrid.
Con el cuadro coruñés contra las cuerdas tras el palo anímico del 0-1 de Abelenda en el minuto 57, el ‘10’ tomó la responsabilidad del tanto para elevar su tercero en tres apariciones ligueras esta campaña.
Una igualada insuficiente para seguir los pasos de los líderes (Córdoba y Racing de Ferrol) pero que al menos deja al RC Deportivo como invicto esta temporada. l
