El Deportivo ha intensificado los contactos para encontrar al entrenador que lidere el próximo proyecto en Segunda División con el objetivo de devolver al club a Primera. Esta semana, Mateo Moretto adelantó que Antonio Hidalgo y la entidad blanquiazul habían cerrado un acuerdo para la incorporación del técnico catalán, pero la aparición en escena de Osasuna parece haber retrasado la decisión.  Ahora, uno de los nombres que más fuerza ha cobrado es el de Davide Ancelotti, hasta el momento el entrenador asistente de su padre, Carlo Ancelotti.

Según informaciones de The Athletic y del periodista Gianluca Di Marzio, el club coruñés ha puesto al italiano en su radar tras valorar distintas alternativas. La candidatura de Davide se ha reactivado especialmente después de que el Rangers FC anunciase oficialmente a Russell Martin como su nuevo técnico, cerrando así una de las vías más avanzadas que manejaba el hijo de Carletto.

En el Deportivo entienden que Davide es un perfil que encaja en la idea de un proyecto ambicioso, moderno y de largo recorrido, justo en un momento en el que la entidad busca consolidar su crecimiento y mirar de nuevo a la élite del fútbol español.

Riazor no es un estadio ajeno para los Ancelotti. Su padre, Carlo, lo visitó en cuatro ocasiones en las que consiguió dos victorias, un empate y una única derrota, pero esa derrota fue probablemente una de las más dolorosas de su carrera como entrenador: el 7 de abril de 2004, el Dépor remontó el 4-1 de la ida frente al Milan con un inolvidable 4-0 que selló una de las gestas más épicas de la historia de la Champions League. Por aquel entonces, Davide tenía 15 años.

Mientras tanto, Óscar Gilsanz, actual entrenador del primer equipo del Deportivo, sigue esperando una decisión por parte del club. A falta de 25 días para que concluya su contrato, el betanceiro aún no ha recibido noticias de los dirigentes, pese a haber conseguido la permanencia en Segunda División de forma holgada.

Un técnico cerebral, políglota y con una visión integral de club

A sus 36 años, Davide Ancelotti considera que ha llegado el momento de dar el gran salto como primer entrenador, tras más de una década de aprendizaje junto a su padre en clubes como el PSG, Bayern, Nápoles, Everton y el propio Real Madrid. Su formación como técnico empezó joven, cuando a los 19 años decidió dejar de jugar para volcarse en la pizarra.

Según su entorno, el italiano no busca simplemente dirigir un equipo, sino desarrollar un modelo de club, con una visión que va más allá del día a día del primer equipo: relación con la cantera, estructura técnica, dirección deportiva y desarrollo a medio plazo. Habla cinco idiomas (incluido el español) y ha sabido conectar con vestuarios de alto nivel, siendo especialmente valorado por su aporte táctico y su capacidad de comunicación.