Cuál es su primer recuerdo futbolístico? Es más que posible que sea de un partido televisado. ¿Cuál es su primer recuerdo del Deportivo en Riazor? ¿Cuándo empieza a entender el futbolero que su vida va a quedar inevitablemente ligada a unos colores? Es más que probable que quienes frisan e incluso superan la treintena no almacenen en su disco duro vivencias de lo ocurrido en A Coruña hace hoy 25 años. “Perdona, pero es que veo estos resultados y me parece todo muy extraño, le ganaban al Madrid, al Barcelona...”, me contaba la pasada semana una redactora de este periódico que colaboró en la confección de este suplemento. Para ella, para todos los que no acaban de entender lo que sucedió, o simplemente les parece irreal, enfocamos todo este esfuerzo de confeccionar un suplemento sobre el Deportivo del 2000. ¿Cómo se prepara una publicación así? No lo entiendo de otra manera que tras acudir a la gente que pretendes que la lean. Y si algo me hace especial ilusión es que todo este trabajo llegue a quienes no pudieron disfrutar de aquel tiempo. Por eso acudí a varios chicas y chicos que apenas sobrepasan la veintena y les pregunté como podría convencerles para que leyesen estas líneas que siguen, ¡para que lo hiciesen incluso en papel! Varios de ellos coincidieron: “Estaría bien contar cómo fue la temporada, qué pasó... Y ya puestos un uno por uno de los jugadores, quienes eran y cómo jugaban porque los conoces de oídas y de algún vídeo en YouTube, pero molaría saber más”.
La curiosidad y el ánimo de saber más es gasolina para un periodista. Y tratar de paliar esos deseos en los lectores también. Lo complicado quizás es transmitir el sentimiento que generaba aquel equipo y aquel tiempo, explicar el motivo por el que cada vez que veo un jugador contemporáneo del Deportivo con el número diez a la espalda (sí, incluso Yeremay) pienso que es algo así como un sacrilegio. Siempre me pareció una americanada eso de retirar camisetas, y más si se hace con la alegría y el desprendimiento que abunda en muchos equipos. Pero también entiendo el sentido. Y en casos así lo tendría, y mucho.
Explicar a Fran y como regresó del quirófano para liderar al equipo. Matizar que Djalminha no solamente era un virguero sino, sobre todo, un competidor que quería ganar como fuese. Ponderar la personalidad de tipos como Mauro Silva y tratar de hacer entender cómo fue posible que un futbolista que jamás tiraba a gol sea para muchos el mejor de la historia del club... Más allá de la épica está el detalle. Y hay deportivistas que quieren saber más, mucho más, sobre lo que ocurrió en aquella campaña que nos convirtió en uno de nueve.
Y luego estamos todos los que pasamos por aquel año 2000 y sentimos que recordar es muy saludable. ¿A qué estábamos cada uno de nosotros cuando el Deportivo ganó la Liga? Yo a contarlo en este periódico. Hasta que dos semanas antes del final alguien, con capacidad para decidir, en todo su derecho decidió que no debía de seguir haciéndolo. Por eso también es hasta poético tener esta oportunidad de revivirlo, bucear en los recuerdos y en los textos del pasado, poder actualizarlos un cuarto de siglo después y tener el privilegio de sentarme ante la misma mesa que aquel número diez y que te diga: “Tio, es que el tiempo ha pasado volando”.