El Castellón ya sabía lo que era caer por 5-1 en Riazor. Sucedió hace poco más de 40 años, en la temporada 1982-83. El Deportivo se impuso al cuadro blanquinegro el 23 de enero de 1983 en un encuentro con muchas similitudes con el de este jueves y con alguna que otra curiosidad más.

El encuentro corresponde a la 21ª jornada –el de esta semana fue la 20ª– y se resuelve por el mismo marcador. Además, el Dépor hace cuatro de los cinco goles en un cuarto de encuentro, tres de ellos en un abrir y cerrar de ojos.

Eso sí, la situación clasificatoria de ambos es muy distinta a la que presentaban antes del partido de esta semana. En aquel momento, tras 20 jornadas de Liga, el Deportivo ocupa la segunda plaza con 26 puntos, dos menos que el líder, el Murcia. El Castellón, por su parte, es decimoctavo, en posiciones de descenso a Segunda B, con solo 15 puntos. Hay que recordar que en aquella época las victorias valen dos puntos. Para entender la diferencia, si los triunfos valiesen tres puntos, el Deportivo sumaría 37 por 19 el Castellón.

El Deportivo, dirigido por Arsenio Iglesias, forma con Jorge; Carreras, Ballesta, Moreno, Silvi; Muñoz, Peralta, José Luis; Vicente, Traba y García. Por el equipo castellonense juegan González –sí, el que le detuvo el penalti de Djukic–; Aliaga, Huertas, de Blas, Navarro; Lamberto, Ibeas, Alfredo; Viñas, Cioffi y Botella. El entrenador es José Antonio Naya, coruñés de nacimiento y extécnico deportivista recientemente fallecido por el que, curiosamente, se guardó un minuto de silencio en los prolegómenos del encuentro de este jueves.

El Deportivo se adelanta pronto por medio de Pancho García (min. 5). El Castellón iguala desde los once metros, desde donde anota el argentino Óscar Ferrero (min. 38). En la segunda mitad, Traba adelanta de nuevo al Dépor (min. 64) que desata toda su furia con nuevos tantos de José Luis (min. 66), de nuevo Traba (min. 71) y, por segunda vez, García (min. 88). Los blanquiazules pasan por encima de los albinegros con cuatro tantos en 24 minutos y tres de ellos en solo siete minutos.

El final de aquella temporada resulta dramático para un Deportivo que lucha por volver a Primera División tras diez años fuera de la división de honor. Es el tristemente famoso partido contra el Rayo Vallecano, que se impone 1-2 en Riazor cuando no se juega nada e impide el ascenso de los blanquiazules.

El Castellón, por su parte, evita matemáticamente el descenso a Segunda B al batir en la penúltima jornada al Barcelona Atlético gracias a un solitario tanto del argentino José Juan Cioffi. Los levantinos acaban la liga en la decimoquinta plaza, con 35 puntos, tres más que el primer descendido, el Alavés.