El aspecto mental influye en el fútbol, eso es innegable. Cómo le haya podido influir al Deportivo en este inicio las altas expectativas generadas y las ganas de disfrutar, tras el ‘palo’ del curso pasado, es algo difícil de calibrar.
Lo que parece evidente, al menos bajo la visión del técnico Borja Jiménez, es que entorno al equipo blanquiazul se instaló desde el inicio un nivel de exigencia que, aunque entiende, cree que no ha sido positivo. No obstante, es autocrítico: “Somos los más críticos con nuestro trabajo, sabemos que el equipo no está el equipo en su mejor momento y está lejos de alcanzarlo y no vamos a contar algo que la gente no esté viendo”.
“Se ha generado en el exterior un nivel de estrés sobre el equipo innecesario. Cuando llevábamos 11 de 15 (puntos) antes del San Fernando solo se habían dicho cosas malas del equipo, que me parece muy injusto. A partir de ahí. ¿qué hay margen de mejora? Pues sí, pero no se ha puesto en valor nada de lo que se estaba consiguiendo”, argumentó el técnico, que trata de empatizar con la otra parte.
“Os entiendo a vosotros
(la prensa), vuestro papel, respeto mucho la opinión del socio y del aficionado. Esto es el fútbol, no se sabe muy bien qué es lo necesario para ganar un partido”, indicó, asegurando que la derrota ante el San Fernando había sido difícil de digerir. “Es el (partido) que más me ha dolido. Pierdes ante diez mucho tiempo y probablemente no ha sido el peor partido del equipo. Cuando hemos ganando creo que se estaban haciendo bastantes cosas bien y no se han valorado”, apuntó.
Tras superar la barrera de 23.000 socios, récord de la categoría y de los últimos años del Deportivo en Primera Federación, el míster también comprende que los seguidores estén necesitados de alegrías, pero pide calma en las victorias y en las derrotas.
“Entiendo cómo se puede sentir el aficionado, empatizo mucho con ese sentimiento, porque es normal. Al final somos 23.000 socios y no es algo que nos sorprenda el nivel de autoexigencia. Lo que hay que hacer son cosas con cierto sentido común. En la victoria, la derrota y el empate hay que darle a cada resultado su valor. Si valoramos la derrota como algo muy negativo hay que valorar la victoria como algo muy positivo y creo que no se ha hecho”, alertó.
“Aquí se quiere ascender cada día, pero en ese camino ese nivel de autoexigencia nos puede hacer daño. Hay que convivir con ese nivel de exigencia, con la de ser el primero todos los días y convivimos con eso. Me ha parecido que ha habido poca paciencia, llevábamos 11 partidos desde la pretemporda sin perder y eso al futbolista le ha dolido”, desveló.
“El foco está clarísimo (ascender), pero a partir de ahí hay que vivir en ciertos grises, tener cierta calma. Si nos moviéramos solo a nivel emocional esto sería un cristo cada entrenamiento”, apostilló.
“Si la gente (el jugador) no puede aguantar la presión este no es el sitio. Hay que saber convivir con esa presión de ganar cada día y el que no ganes te enfrentarás con muchas personas que no estarán contentas con tu trabajo. Va a ser así todo el año. No podemos esperar nada de nadie hasta mayo, lo tengo claro. Y si no ascendemos habrá sido una mala temporada. Hasta mayo solo podemos pensar en trabajar y ganar”, valoró.
Con la llegada del nuevo técnico, el exblanquiazul Alfredo Santaelena, el preparador asegura que están un punto expectantes de cómo actuará su rival. “Al haber un cambio de entrenador, la incertidumbre es mayor", aunque conoce al míster y cree que “podremos disfrutar de un partido donde los dos equipos quieran jugar” lo que hará el encuentro “más atractivo y vistoso”, cree que habrá “más continuidad en el juego”.