Barbero, contra la naturaleza del Dépor: dos toques, un gol
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Barbero, contra la naturaleza del Dépor: dos toques, un gol

Barbero, contra la naturaleza del Dépor: dos toques, un gol
Iván Barbero, rematando el centro de Diego Gómez que supuso el 2-1 del Dépor ante el Sporting | FERNANDO FERNÁNDEZ

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Sin ideas ni ritmo para asociarse ante un Sporting de Gijón aculado en los 40 metros más cercanos a Rubén Yáñez, al Dépor de Gilsanz caía en la ratonera pertrechada por Asier Garitano. Nula profundidad, menos ocasiones y dos goles en contra que expusieron al bloque defensivo, pero nacieron de la incapacidad con balón. “En la primera parte hemos salido demasiado valientes, demasiado expuestos. Ni nosotros esperábamos ese planteamiento tan defensivo del Sporting”, reconocía al término del partido Pablo Vázquez

 

El Dépor estaba en shock y solo valía un cambio radical. Era momento de hacer trizas el guión y darle una nueva vuelta de tuerca al choque. Y Gilsanz recurrió al plan de emergencia: ¿que me esperas atrás y no me permites construir en último tercio? Perfecto, te voy a exigir dentro del área. Así, el Deportivo del balón al pie, el de la construcción paciente para coger velocidad por dentro o encontrar el espacio fuera, simplificó los pasos

 

Al campo Iván Barbero por un centrocampista como Genreau. Pero no para sustituir a Zaka, sino para acompañarlo. Al campo Cristian Herrera por un Yeremay que, según Gilsanz, tenía molestias. Más allá de la teórica necesidad de mandar a descansar al ‘10’, con la incorporación del ex de Las Palmas y Lugo, el Dépor perdía el balón al pie de Hernández para ganar a un tipo mucho menos desequilibrante para generar ventajas individuales, pero con más capacidad para rellenar el área. Un delantero desde la banda. 

 

La idea era clara: dejar atrás su evidente personalidad y comenzar a jugar por fuera para centrar. Para colocar balones cerca de Yáñez. Para estresar de otro modo a una defensa del Sporting que vivía cómoda ante el pase-pase-pase intrascendente de los de amarillo. Era un plan antinatura, pero era un plan necesario. Y Barbero lo hizo bueno. A la primera.

 

El ariete almeriense llevaba  poco más de un cuarto de hora en el campo y su relación con el esférico se había reducido a un único y pírrico contacto. Nada grave, pues el Deportivo no buscaba que su ‘9’ compareciese en el juego, sino que apareciese en la zona de remate. Y a la primera que pudo, Barbero respondió. Segundo toque, primer remate, primer gol

 

El punta mandó a la cazuela el ‘caramelo’ de Diego Gómez. Un dulce prefabricado en el intermedio y que el propio delantero centro le quiso reconocer a su compañero: “Hablé con Diego antes de salir, le dije que buscara centros porque tiene muy buen golpeo. La primera que ha tocado, ha levantado la cabeza y la ha puesto donde ha querido”.

 

Reivindicación

Durante su comparecencia tras el choque, Barbero aprovechó también para arrimar el ascua a su sardina. Después de destacar que el “juego muy marcado” del equipo de “tener mucho balón” les está “funcionando bien”, el ariete recalcó la necesidad de, en ocasiones, saber cómo variar: “Hay que tener ese recurso de, cuando tienes un delantero en el área, aprovecharlo. El míster decidió poner dos delanteros para tener más presencia en el área y aprovechar que Zaka estaba con marca”. 

 

Precisamente eso, mirar más hacia la zona de remate, es algo que le solicita el ex de Osasuna a sus compañeros: “Les pido tener esa opción de tener centros al área. A veces necesitamos de esos centros para poder marcar”.

 

Suceda eso más o menudo o no, el ‘killer’ del Dépor en el ascenso a Segunda División el pasado curso sumó en El Molinón una muesca más a su revólver. Son ya media docena de ellas que le colocan como segundo máximo artillero del equipo, empatado con Mella. Todo en un curso en el que, por momentos, ha rendido por debajo de las expectativas. Lo sabe el propio Iván, que ha reconocido que su falta de continuidad le ha sumado kilos a una mochila de inseguridad que no le permite certificar con claridad su futuro: "A día de hoy tengo un año más de contrato y en mi cabeza está estar aquí. Si surge algo, se hablará con el club a ver qué es lo mejor para ambos. Se buscará lo que mejor nos convenga a ambos". 

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