La próxima semana el Deportivo afrontará un tramo decisivo de la pretemporada en tierras portuguesas; concretamente, establecerá su cuartel general en la pequeña localidad de Lousada, entre Oporto y Amarante, a 299 kilómetros por carretera de A Coruña.
Ubicada en una zona de gran tradición vitivinícola, la coqueta residencia Lousada Country Club permitirá a la plantilla deportivista ejercitarse al tiempo que poder sumergirse en una experiencia inmersiva en plena naturaleza.
Antigua casa solariega rodeada de viñedos, dispone de una capilla que data del año 1854, así como de instalaciones frescas en piedra —con el fin de combatir las altas temperaturas habituales en verano— para mayor confort de los visitantes y clientes.
Las dependencias de Lousada Country Club están especialmente ideadas para la práctica deportiva, toda vez que pueden desarrollarse allí actividades tan diversas como el minigolf, el tenis, el bádminton o la natación.
Los hombres de Imanol Idiakez alternarán los encuentros ante Famalicao, Gil Vicente y Chaves con más entrenamientos para adquirir el ritmo necesario para iniciar la temporada al máximo el próximo sábado 17 de agosto ante el Oviedo en Riazor.
Además de la preparación estrictamente deportiva, la finalidad de la miniconcentración en Portugal es fortalecer los lazos de camaradería entre los miembros de la plantilla blanquiazul 24-25.
Este tipo de ‘stages’ obliga al futbolista a mantenerse activo muchas horas con el resto de sus compañeros; en este caso en medio de un paraje natural de enorme belleza.
Alejado de la vorágine de grandes ciudades, el hotel escogido por el Dépor para su gira lusa proporcionará a la plantilla el hermetismo y la tranquilidad necesarios para rendir desde el primer minuto.
La cuarta semana de pretemporada será, de este modo, diferente y provechosa.