No lo gritará a los cuatro vientos, pero tendrá esa ambición en el horizonte. El Deportivo volverá a pensar en ascender el próximo curso. Lo hará sin la necesidad urgente que sí le acuciaba a lo largo de cada dramático año que pasaba en Segunda B o su sucedánea Primera Federación. Pero iniciará la campaña 2025-26 con el objetivo de ser uno de los aspirantes a subir a Primera División. El plan que Abanca ha detallado pasa por un proyecto a cuatro años vista. No hay prisa, pero tampoco pausa.
Por eso, tras lograr una holgada permanencia en el regreso a la categoría, es necesario dar un paso más. Y, evidentemente, el Dépor no renuncia a nada.
Sin hablar abiertamente de ascenso, el club quiere el ascenso. Anhela retornar a una máxima categoría que no pisa ya desde el lejano 2018. Pero solo con el deseo no es necesario. Toca trabajar para sentar las bases de un equipo dominador en la categoría y que, además, sea capaz de contravenir a la estadística. Porque subir a Primera División en los dos primeros años como recién llegado a Segunda desde abajo es algo al alcance de muy pocos.
Desde la temporada 2010-11, la primera con el actual formato de playoff —que ponía fin a un sistema de tres ascensos directos para los tres mejores en la liga regular—, han habido 64 saltos desde Segunda B o Primera Federación a Segunda División. Los cuatro últimos corresponden a Cultural Leonesa, Ceuta, Andorra y Real Sociedad B. Los anteriores, al propio Deportivo, Castellón, Málaga y Córdoba. Eliminando de la ecuación a estos ocho equipos, que todavía no han cumplido el mínimo de dos años consecutivos en la categoría, la cifra es de 56 ascensos repartidos en 45 equipos, pues Ponferradina, Albacete y Racing de Santander repiten con tres y Mirandés, Barcelona B y Sabadell lo hacen con dos.
Pues bien, de esos 56 proyectos que soñaban con asentarse en Segunda División y, en algún caso, enganchar otro salto de categoría a la máxima élite, tan solo cinco lograron el ascenso a la primera o a la segunda. Es decir, el 12,5% del total.
El Granada, el Eibar y el Mallorca consiguieron celebrar dos ascensos consecutivos, mientras que Leganés y Elche lograron acceder a la actual Liga EA Sports en su segundo curso seguido en Segunda. Como ahora pretende hacer el Deportivo.
De esos cinco conjuntos, dos lograron coger el ascenso vía ascenso directo, como primer o segundo clasificado. Y los tres restantes, a través del playoff de ascenso.
Así, el Granada en el 2011 fue capaz de ser quinto en su regreso a Segunda 22 años después. En la fase de ascenso, el equipo nazarí superó al Celta en los penaltis y al Elche en la primera final por el ascenso de este formato.
Por su parte, el Eibar consiguió no solo ascender en el año 2013 pese a ser un recién llegado, sino hacerlo incluso como campeón. Le acompañó en ese salto directo de categoría el Dépor de Fernando Vázquez, cuya regularidad le hizo culminar el curso como segundo clasificado y obtener idéntico premio que el equipo armero.
El Deportivo estuvo también implicado en el tercer ascenso a Primera en los últimos 15 años de un equipo que acababa de subir a Segunda División. En este caso, el recuerdo fue mucho más trágico para los deportivistas, pues el equipo blanquiazul perdió un ascenso que parecía encaminado en la noche de San Juan del año 2019 en Mallorca. El club balear encadenaba su segundo salto de categoría consecutivo para regresar a Primera seis años después.
Mientras, en su segundo año en la categoría, el Leganés logró pasar de ser décimo como recién llegado a finalizar segundo al siguiente curso, en la temporada 2015-16. El gol histórico lo anotó un canterano deportivista: Pablo Insua.
Por su parte, el Elche también logró subir en la campaña 2019-20 gracias a una ‘ayuda’ del Deportivo en el polémico encuentro contra el Fuenlabrada. Ya descendido después de no haberse paralizado la disputa de toda una jornada que iba a ser unificada, al cuadro herculino le tocó enfrentarse al conjunto madrileño varios días después de lo previsto.
Pese a no tener nada en juego, el bloque coruñés venció al fuenlabreño remontando (2-1) gracias a dos dianas de Claudio Beauvue y le dejó sin un puesto en la fase de ascenso, que fue a parar a un Elche que había hecho los deberes. El conjunto ilicitano se coló ‘in extremis’, pero logró ascender tras superar en semifinales al Zaragoza y al Girona en la final.
Así, resulta evidente que el ascenso es complejo, pues solo tres equipos de los 56 recién llegados a Segunda lograron colarse entre los dos primeros durante su primer par de cursos en la categoría y tan solo otros dos dieron un nuevo salto vía playoff. Pero es que incluso meterse entre esos seis mejores no es nada fácil si en tu pasado reciente está la Segunda B.
Así, solo nueve conjuntos en estos últimos tres lustros han llegado a poder disputar las eliminatorias, lo que equivale al 16% de las escuadras ascendidas un año o dos antes. En la teoría, serían diez si contamos al Barça B, en el 2011. Pero el filial culé no pudo jugar la fase de ascenso al encontrarse su equipo ‘matriz’ en la categoría superior.
De estos nueve equipos, solo dos acabaron coronándose como vencedores de esta ‘final a cuatro’. Son los citados Leganés y Elche. No lo lograron el Nàstic de Tarragona, el Cádiz, el Albacete —en dos ocasiones— ni el Alcorcón.
El bloque tarraconense, que viene de quedarse dos temporadas consecutivas al borde del ascenso a Segunda, logró ser tercero en la temporada 2015-16 tras acceder tan solo unos meses antes a Segunda División. Sin embargo, se quedó en semifinales ante un Osasuna que acabó subiendo.
También el Cádiz logró meterse en playoff —quinto— siendo recién ascendido en la temporada 2016-17. Tampoco logró acceder el conjunto amarillo a la final, después de ser superado por el Tenerife.
El Albacete de Rubén Albés fue el último equipo que nada más llegar a la Segunda División directo desde la final de Riazor consiguió un puesto en la fase de postliga regular. Fue en la temporada 2022-23. Al igual que los Nàstic y Cádiz, cayó a las primeras de cambio. En su caso, contra el Levante.
El propio Albacete había estado cerca ya en el año 2019, cuando pasó de ser 17º como recién ascendido el curso anterior a acabar cuarto en su segunda campaña seguida en la división de plata. Previamente, lo habían conseguido el Huesca (2016-17) y Alcorcón (2011-12). Todos ellos son espejos a seguir para el Deportivo, pues aunque no culminaron el camino con una celebración en forma de ascenso, sí dieron un importante salto tras un primer curso en el que lograron la salvación... y gracias.
De este modo, es evidente que ascender o incluso meterse en el playoff de ascenso resulta una empresa compleja para los más novatos. De hecho, lo más habitual es que muchos de estos equipos que llegan a Segunda desde abajo acaben volviendo a caer al primer año o al segundo curso.
Así lo dice los datos, pues en los últimos 15 años el 46,4% de los equipos ascendidos a Segunda bajaron esa misma temporada de regreso a la categoría o en la siguiente. El Racing de Ferrol o el Eldense son los ejemplos más recientes, este mismo curso. Un año antes ya habían caído Amorebieta y Alcorcón, los dos que le acompañaron.
Para tranquilidad del Deportivo, que aún no ha superado ese listón de los dos años, la gran mayoría de estas entidades eran clubes con menos capacidades que las que actualmente se manejan en A Coruña. Pero el nombre y el potencial no garantizan nada. Ni pelear por el ascenso, ni librarse del descenso.